El rey sento a Catherine en su regazo y empezo a acariciarle los pechos. Habia descubierto que su esposa poseia un apetito sexual casi insaciable y que aquella era la mejor forma de contentarla cuando estaba de mal humor.

– Esta bien -accedio-. Iremos a visitar a Nyssa el proximo verano. Hay buena caza en los alrededores de Winterhaven y conozco a varios nobles que estaran encantados de recibir nuestra visita. ?Estas contenta? - pregunto mientras buscaba la boca de la joven con insistencia. Los condes de March se habian casado tres meses antes que ellos y estaba seguro de que Catherine y el no tardarian en engendrar un hijo. Se sentia feliz como un chiquillo con zapatos nuevos.

El dia de Navidad Nyssa se levanto de mal humor. Aunque lucia un sol radiante, hacia mucho frio. Tillie acudio a ayudarla a vestirse y lo hizo sin dejar de hablar animadamente. Todo el mundo estaba contento pero ella se sentia la mujer mas desgraciada del mundo. Habia pasado las Navidades anteriores encerrada en palacio esperando la llegada de lady Ana pero habia valido la pena perderse las celebraciones familiares. En aquellos momentos las novedades de la corte le habian parecido mas emocionantes que las celebraciones tradicionales.

Ahora era una mujer casada, estaba embarazada y vivia en una enorme casa medio deshabitada. Habria dado cualquier cosa por volver a ser Nyssa Wyndham y poder regresar a su casa. El bebe le propino una patada y se movio en su vientre recordandole que aquellos dias nunca volverian. Las lagrimas empezaron a rodar por sus mejillas.

– ?Por que estais triste, senora?

Nyssa nego con la cabeza y se enjugo las lagrimas. Tillie era una mujer joven y libre y no podia entenderla.

– ?Mira este vestido! -se lamento-. Todos los que me presto mama me quedan estrechos.

– Habeis engordado muchisimo -admitio Tillie-. Mi madre tambien engordo mucho y, ante mi sorpresa, el bebe que nacio era pequeno como un gatito. Mientras nazca fuerte y sano, todo saldra bien.

– No deja de moverse -gimio Nyssa-. Apuesto a que sera titiritero. No me ha dejado dormir en toda la noche.

– Solo faltan unas semanas -trato de consolarla Tillie-. La primavera esta a la vuelta de la esquina.

– ?Pero si estamos en Navidad! Faltan meses para la primavera.

Tillie hizo todo lo posible por animar a su senora mientras le cepillaba el cabello y se lo recogia en una larga trenza que ato con un lazo rojo, pero no lo consiguio. Escogio un vestido de terciopelo color verde oscuro y se lo abrocho con dificultad. El contorno de su pecho habia aumentado de tal manera que parecia a punto de salirsele por el escote.

Nyssa contemplo su abultado vientre y estallo en carcajadas.

– Parezco una vaca -rio divertida.

– Una vaca muy bien vestida, desde luego -anadio Tillie uniendose a sus risas. Su senora estaba de un humor de lo mas extrano: tan pronto reia como lloraba.

Cuando estuvo vestida, Nyssa se reunio con su marido en la capilla. Estaban solos y las lagrimas volvieron a acudir a sus ojos. Se preguntaba para que se habia molestado en adornar el comedor con hojas de acebo y velas. Aquellas iban a ser las Navidades mas tristes de su vida. Cuando la misa hubo terminado, Varian de Winter la tomo de la mano.

– Vamos a desayunar -propuso-. La nuera de la senora Browning me ha dicho que las cocineras han preparado un autentico festin. Feliz Navidad -anadio besandola en la mejilla.

– No tengo apetito -correspondio Nyssa con voz debil-. Prefiero acostarme un rato. Esta noche apenas he descansado.

– De eso nada -replico el conde-. No puedes hacer un feo asi a nuestros criados. Han trabajado muy duro para tener todo listo y a tu gusto. A mi tambien tambien me habria gustado pasar estas fechas tan senaladas en Riveredge, pero ?es esa razon suficiente para que nos amargues las Navidades a los demas?

Nyssa miro a su marido sorprendida. Nunca le habia hablado con tanta dureza. Pero el era un hombre y no entendia sus sentimientos. Ademas, Varian era hijo unico y no tenia ni idea de lo que era una celebracion familiar. Sin darle tiempo a protestar, Varian la tomo de la mano y la arrastro hacia el comedor. Olia a pino y a laurel y un extrano rumor llegaba a sus oidos. Cuando entro en la habitacion una amplia sonrisa ilumino su rostro.

– ?Feliz Navidad! -exclamo toda su familia a coro.

– ?Soy tan feliz! -sollozo la joven, que no daba credito a sus ojos-. ?Habeis venido todos! Feliz Navidad, mama. Feliz Navidad, papa y Philip. ?Giles, tu tambien estas aqui! Dadme un beso, Richard, Eduardo y Enrique. ?Cuanto han crecido las gemelas! ?Gracias, Varian, muchas gracias! -gimio apoyando la cabeza en el pecho de su esposo y estallando en sollozos. ?Su marido era un hombre tan bueno! Se arrepentia de haber creido los ofensivos rumores que la envidiosa Adela Marlowe habia extendido por palacio. Un hombre tan tierno y bondadoso con su esposa no podia ser tan malvado como algunos pretendian hacer creer.

– Es igualita que su madre -dijo Anthony Wynd-ham-. Las mujeres de esta familia lloran por cualquier tonteria. No te preocupes, Varian; llorara durante un buen rato pero esta loca de alegria.

– Mi padre tiene razon -hipo Nyssa mientras se enjugaba las lagrimas y se sonaba ruidosamente-. Es el dia mas feliz de mi vida.

– ?Nyssa, has engordado muchisimo! -advirtio BJaze-. ?Estas segura de que no sales de cuentas hasta finales de marzo? Quiza me equivoque al hacer los calculos. Despues de todo, os casasteis a finales de abril y a veces el periodo no se interrumpe desde el principio. Me parece que no voy a regresar a Riveredge -anadio-. Si la intuicion no me falla, este nino esta a punto de nacer. Si estallara una tormenta y no consiguiera llegar a tiempo, no me lo perdonaria nunca. Enrique y las ninas se quedaran aqui conmigo. ?Te importa, Varian?

– Desde luego que no -respondio su yerno-. Sed bienvenida en mi casa, senora. Me temo que no seria de mucha ayuda para una parturienta y os agradezco de corazon que hayais decidido quedaros.

– No direis lo mismo cuando hayais disfrutado de la compania de estos diablillos durante unos dias -bromeo Blaze haciendole un guino mientras seguia con la mirada las evoluciones de las gemelas, que perseguian a uno de los perros de Varian.

La mesa del comedor ofrecia un aspecto inmejorable. Saltaba a la vista que las cocineras habian trabajado dia y noche para cocer un jamon entero y preparar enormes bandejas de huevos con salsa de nata y vino de Marsala espolvoreados con canela. Se sirvieron copos de cereales con manzanas y peras y una enorme trucha cocinada con vino blanco, limon y eneldo hizo las delicias de los hombres. Completaban el festin una bandeja de manzanas asadas con miel caliente, uvas y nueces servidas con nata fresca, queso, hogazas de pan y mantequilla recien hecha, todo ello regado con vino tinto y cerveza. La noche cayo muy pronto y sorprendio a toda la familia reunida alrededor de la mesa.

– ?Como habeis venido? -pregunto Nyssa a sus padres-. ?Cuando habeis llegado?

– Hemos cruzado el rio en la barca de Rumford a primera hora de la manana -contesto Anthony Wyndham-. Aunque todavia no habia amanecido, el cielo estaba despejado y habia luna llena, asi que no hemos tardado en encontrar el camino.

– Hemos llegado cuando estabais en la iglesia -anadio Blaze-. Justo a tiempo.

Nyssa no recordaba un dia de Navidad mas feliz. Despues de haber estado separada de ellos durante un tiempo, volvia a tener a su lado a sus seres mas queridos: sus padres, sus hermanos… y su marido. Varian seguia jurando que la amaba y asi lo demostraba en cada uno de sus actos. En cambio, ella solo sentia un profundo afecto por el.

Celebro su dieciocho cumpleanos con su familia, que habia decidido prolongar su visita hasta el dia de Reyes, y junto a los abuelos Morgan y otros tios y primos que tambien se sumaron a las celebraciones. Cuando todos se marcharon y solo quedaron Varian, su madre y sus hermanos pequenos, Nyssa suspiro aliviada.

Febrero sorprendio a Varian enfrascado en el cuidado de sus rebanos de ovejas, amenazados por el mal tiempo. El abuelo Morgan solia visitarles con frecuencia para ayudar al marido de su nieta mayor en sus quehaceres.

No habian tenido noticias de Enrique Tudor y Ca-therine desde el dia que habian recibido el mensaje en el que el rey les comunicaba que el y su joven esposa se disponian a celebrar las Navidades en Hampton Court y que esperaban su visita.

El embarazo de Nyssa siguio su curso natural pero, a medida que transcurrian los dias, la joven se volvia mas irritable: no estaba comoda ni de pie, ni sentada, ni tumbada. Finalmente, el dia uno de marzo se puso de

Вы читаете El Honor De Una Dama
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату