hizo al rey cuando se caso con el.
– Espero que tengas razon -suspiro Varian estrechandola entre sus brazos y besandola.
A partir de aquel dia, y ante el regocijo de la reina, Nyssa se propuso no dejarla sola ni a sol ni a sombra. La joven estaba encantada con su compania y daba gracias al cielo por que hubiera dejado de hablar de sus hijos a todas horas. ?Las conversaciones sobre los hijos de las amistades le resultaban tan aburridas!
La caravana se traslado al puerto de Boston para que el rey pudiera satisfacer otro de sus caprichos y la reina aprovecho para navegar por el rio Witham y divertirse arrojando petalos de flores a las barcas ocupadas por sus acompanantes. Cuando hubieron terminado, el rio estaba cubierto por una espesa alfombra de vivos colores.
Dias despues llegaron a Yorkshire y Northumber-land e iniciaron la marcha hacia Newscastle, la ultima ciudad gobernada por Enrique Tudor. Varian de Winter decidio dejar a Nyssa con el resto de las damas con la esperanza de que conseguiria averiguar algo sobre la supuesta infidelidad de Catherine. Quiza su presencia intimidara a las comadres y les obligara a morderse la lengua.
Aunque Tom Culpeper pertenecia al servicio del rey, se habia aficionado a la compania de Catherine Howard. Sir Cynric Vaughn, uno de sus mejores amigos, se habia fijado en Nyssa y la importunaba sin descanso.
– Ahora que tu marido ha dejado de seguirte a todas partes, los caballeros empiezan a revolotear a tu alrededor -dijo Cat a su amiga una tarde en que ambas se encontraban charlando con Kate Carey y Bessie Fitzgerald y recordando los viejos tiempos.
– No me gusta que me mire con tanto descaro -repuso Nyssa-. Deberia recordar que soy una mujer casada. Apuesto a que un hombre apodado Sin1 se ha ganado el nombre a pulso.
1. Sin, pecado en ingles. Cyn (diminutivo de Cynric) se pronuncia igual (N. de la T.).
– He oido decir que es un mal bicho -sonrio Cat bajando la voz-. Tom asegura que su aficion favorita es enamorar y seducir a mujeres casadas. Ten cuidado, Nyssa. Le ha dicho a Tom que esta loco por ti.
– ?Como sabeis todo eso? -pregunto Kate Carey-. Todos los caballeros de la corte os desean y en cambio a mi… Se que acabare casada con un tipo aburrido con el que nunca conocere que es abandonarse a la pasion.
– Quiza los hombres empiecen a fijarse en ti cuando seas una mujer casada -intervino Bessie haciendole un guino picaro-. Saben que jugar con una muchacha virgen puede traerles muchos problemas.
– Eso es verdad -asintio la reina-. Pero no es menos cierto que los hombres son tan impacientes que a menudo no se fijan si la mujer con quien acaban de acostarse es virgen o no. ?Es tan facil enganarles!
Nyssa no daba credito a sus oidos. ?Aquella no era su Cat! La dulce muchacha a quien habia conocido un ano y medio antes se habia convertido en una mujer cinica y amargada. Sin embargo, decidio morderse la lengua por miedo a ser acusada de mojigata.
– ?Estais segura de lo que habeis dicho, majestad? -inquirio la curiosa Kate Carey-. Cuando Nyssa se caso con lord De Winter, mi tio, el rey, ordeno que a la manana siguiente le fuera presentada la prueba de que el matrimonio habia sido consumado. Esa prueba era un sabana con las manchas de sangre que probaban que la novia era virgen. ?Que habria ocurrido si no hubiera habido sangre? Su marido habria concluido que Nyssa habia estado con otros hombres antes.
– No seas tonta, Kate -replico Cat-. Conozco a mas de una mujer que ha conseguido enganar a su marido en su noche de bodas con la ayuda de una bolsita llena de sangre de cualquier animal.
– Pero la mujer puede quedar embarazada si permite que su amante se tome demasiadas libertades -insistio Bessie.
– Os aseguro que existen maneras de estar con un hombre sin quedar embarazada -afirmo Catherine bajando la voz y esbozando una sonrisa traviesa.
Nyssa la miraba boquiabierta y se preguntaba si la reina habia adquirido todos aquellos conocimientos durante el ultimo ano o habia puesto en practica aquellas artimanas antes de casarse con Enrique Tudor.
– ?Vamos a bailar! -exclamo Catherine poniendose en pie-. Kate, ve a buscar a los musicos -ordeno-. Di a todos los caballeros que encuentres en el campamento que deseo que se unan a nosotras.
Minutos despues, los musicos tocaban alegres melodias, las damas bailaban y los criados servian vino dulce y barquillos. Sir Vaughn, que observaba con atencion las evoluciones de las damas, se dijo que la condesa de March era la mujer mas hermosa que habia visto nunca. Su frialdad para con los extranos y su ac titud de mujer orgullosa y respetable la hacian todavia mas atractiva a sus ojos. Cynric Vaughn era un joven alto y delgado a quien todas las damas tenian por un caballero encantador. Cada vez que se sumia en sus pensamientos entornaba sus ojos grises hasta casi borrarlos de su rostro y su abundante y rizado cabello castano estaba salpicado de hebras doradas que brillaban bajo el sol. Un gracioso hoyuelo adornaba su barbilla cuadrada y hacia sonreir a las damas cuando estas le hablaban.
Cuando el baile hubo terminado, tomo una copa de vino y se acerco a Nyssa. Su companero de baile olio el peligro y se apresuro a desaparecer.
– Senora… – dijo tendiendole la copa. Nyssa tenia las mejillas arreboladas y respiraba con dificultad.
– Gracias, sir Vaughn – sonrio ella tomando la copa. Sabia que no tenia mas remedio que ser amable con el. Era amigo de Tora Culpeper y este compartia con el todos sus secretos. Nyssa habia advertido que el joven musico aprovechaba las frecuentes ausencias del rey para rondar a Catherine. Tanto el como la reina se comportaban correctamente, pero habria jurado que se traian algo entre manos. ?Eran imaginaciones suyas o alguien mas se habia dado cuenta? -. ?No os gusta bailar, senor? – pregunto.
– No se me da muy bien – contesto el tomando una mano de Nyssa entre las suyas -. Pero se hacer otras cosas…
– ?Estais coqueteando conmigo?
Cynric Vaughn enarco las cejas, sorprendido. La mayoria de las mujeres solian derretirse ante sus atenciones en lugar de replicarle con mordacidad.
– Me temo que si -contesto -. ?Os molesta?
– Soy una mujer casada.
– Entonces sera mejor que pida permiso a vuestro marido.
Nyssa se echo a reir. Tenia que admitir que era una respuesta muy aguda y que el joven tenia sentido del humor.
– Varian tiene muchas admiradoras, asi que no creo que le importe que otros caballeros se fijen en mi. ?Por que me mirais asi?
– Sois muy hermosa.
– Y vos muy peligroso -replico Nyssa soltandole la mano y alejandose tras devolverle la copa medio vacia.
Cynric Vaughn estallo en carcajadas. Habia conseguido sacar a la presa de su escondrijo y la caza estaba a punto de empezar. Nyssa era una mujer fascinante y estaba decidido a tenerla.
– Ea miras demasiado, Sin -dijo Tom Culpeper, que habia observado la escena y se habia acercado a su amigo-. Siento desilusionarte, pero pierdes el tiempo. Su majestad dice que lady De Winter es virtuosa hasta el aburrimiento. Te aconsejo que escojas una presa mas facil.
– Ni hablar -replico Vaughn-. Todavia no se como lo conseguire, pero juro que esa mujer sera mia.
– Ten cuidado, amigo -le advirtio Tom Culpeper-. El rey la adora y fue amante de su madre hace quince anos. ?Conoces la historia de su boda con lord De Winter? El conde estaba a punto de seducirla cuando el rey les sorprendio. Se puso furioso y ordeno que se casaran inmediatamente y que a la manana siguiente le fuera mostrada la prueba de que el matrimonio habia sido consumado. Asi se aseguraba de que el conde no repudiara a la joven y se quedara con el dinero de la dote.
– Entonces se casaron obligados y no por amor… -murmuro Cynric, pensativo.
– Parece que se llevan bien -le informo Tom-. Tienen dos hijos de corta edad.
– ?Y como van tus conquistas? -pregunto Cynric Vaughn cambiando de tema.
– No te equivoques conmigo. Soy un hombre ambicioso y deseo llegar a lo mas alto, como hizo Charles Branden hace treinta anos. Ha llovido mucho desde entonces y el rey se ha convertido en un anciano y un calzonazos. He descubierto que la mejor forma de conseguir mis objetivos es ganarme a la reina.
– ?Es la excusa mas original que he oido en mi vida! -rio su amigo-. Deja que te diga algo: si os descubren, la reina nunca confesara que le gustas. Te acusara de haberla violado y te aseguro que el rey no olvidara tan facilmente como cuando tuviste aquel «accidente» con la mujer del guardabosques. Atrevete a poner una mano encima a su rosa sin espinas y seras decapitado. ?Crees que vale la pena?