criaturas estupidas. Cailin paseo entre la multitud de vecinos que llenaban los jardines de la villa. Nadie le prestaba mucha atencion, pues no era su dia sino el de sus hermanos. Cailin percibia la primavera en el aire. La tierra volvia a estar calida y la brisa leve, aunque el dia no era tan soleado como ellos habrian deseado. Entonces vio a Antonia Porcio, y antes de poder volverse en otra direccion Antonia la detuvo con gran alharaca y no hubo modo de eludirla.

– ?Como estas, Antonia? -pregunto Cailin haciendo un esfuerzo para que le salieran las palabras, pues Antonia Porcio no sabia responder la pregunta mas sencilla sin entrar en exasperantes detalles.

– Me he divorciado de Sexto -anuncio Antonia melodramaticamente.

– ?Que? -pregunto Cailin asombrada.

Era la primera noticia que tenia de ello.

Antonia cogio a Cailin del brazo y le conto con tono confidencial:

– Bueno, en realidad se fugo con esa pequena esclava egipcia. Papa se puso furioso. Dijo que no debia seguir casada con Sexto Escipion en esas circunstancias. ?Y me concedio el divorcio! -Solto una risilla tonta. -A veces, tener al magistrado jefe de Corinio por padre no es mala cosa. Me lo he quedado todo, claro, porque Sexto me deshonro en publico. Padre dice que ningun magistrado honrado permitiria que una buena esposa y sus hijos sufrieran en esas circunstancias. Si Sexto vuelve alguna vez, encontrara que ha vuelto para nada, pero me han dicho que se han fugado a Galia. ?Imaginate! ?El dijo que estaba enamorado de ella! ?Que necio!

Entrecerro sus ojos azules un momento.

– Me he enterado de que ha venido tu primo de Roma, y que tu padre le ha regalado la antigua propiedad de Agricola. Me han dicho que es divinamente bello. Mi propiedad esta junto a esas tierras. Mi padre queria comprarlas para mi, pero tu padre se las ofrecio antes a los herederos de Glevum. ?Como se llama? Tu primo, quiero decir. ?Me lo presentaras, Cailin? Corre el rumor de que esta buscando esposa. Una mujer rica como soy yo ahora no seria mala pareja, ?no crees? -Volvio a soltar una risilla. -?No seria agradable que fueramos primas, Cailin? Siempre me has caido bien. No dices cosas crueles de mi a mis espaldas. ?Creo que eres la unica amiga que tengo, Cailin Druso!

Cailin estaba atonita. Apenas si eran amigas; con diecisiete anos, Antonia era mayor que ella y raras veces le habia hecho caso. Hasta ese dia.

«Vaya, que interesada -penso Cailin. -Lo que realmente quiere es conocer a Quinto. Supongo que quitarselo a las demas seria una doble victoria para ella.» Superaria a las que hablaban mal de ella y demostraria al mundo que aun era una mujer deseable. Sexto Escipion era un bribon y un tonto.

– ?Que amable eres, querida Antonia! -se oyo decir Cailin mientras pensaba atropelladamente en deliciosas posibilidades.

Antonia era un poco rolliza, pero tambien algo que bonita. Si se casaba con ella, Quinto obtendria mujer rica en tierras y dinero. Era hija unica y heredaria todo lo que su padre poseia.

Tambien era tonta y egoista. Sexto Escipion debio de ser absolutamente desdichado con ella para haber abandonado todo lo que su familia habia construido en el transcurso de los ultimos siglos. Antonia Porcio sin duda merecia al primo de Cailin, y con toda seguridad Quinto Druso merecia a la hija del magistrado jefe de Corinio.

– Claro que te presentare a mi primo Quinto, Antonia. Pero has de prometerme que no te desmayes -bromeo Cailin. -Es bello como un dios, ?te lo aseguro! Ojala me encontrara atractiva, pero no es asi. Seria verdaderamente estupendo que tu y yo fueramos primas. -La empujo levemente hacia adelante. -?Vamos ahora mismo! Mi madre ya ha empezado a presentarles a todas las chicas casaderas de la provincia, no querras que se te adelanten, ?verdad? Pero creo que, vez, cuando Quinto te vea, querida Antonia, vuestras vidas cambiaran. ?Oh, seria maravilloso!

Quinto Druso se hallaba en su elemento, rodea de atractivas jovencitas nubiles que querian congraciarse con el. Vio acercarse a Cailin con una rubita rolliza, pero espero a que ella le hablara para saludarla.

– Primo Quinto, esta es mi buena amiga Antonia Porcio. -Cailin dio un empujoncito a la joven para que se adelantara. -Antonia, este es mi primo Quinto. Estoy segura de que teneis mucho en comun. Antonia es la unica hija del magistrado jefe de Corinio.

«Bien, bien -penso el. -La primita Cailin esta siendo de lo mas util. Me pregunto que travesura esta preparando ahora.» Si, tenia curiosidad. Ella le habia indicado claramente que la rubia muchacha era hija de un hombre poderoso y ademas su heredera. No entendia por que Cailin queria hacerle un favor a el. No era un secreto que le desagradaba desde que le habia puesto los ojos encima. La candidata que le presentaba debia de tener algun defecto. Miro los ojos azules de Antonia y decidio que cualquiera que fuera el defecto, disfrutaria buscandolo.

Se llevo la mano al corazon y dijo:

– Veros, mi lady Antonia, me permite comprobar por fin por que las mujeres de Britania son tan famosas por su belleza. Me postro a vuestros pies.

La boca de Antonia formo una sonrisa de placer, mientras las otras chicas que rodeaban a Quinto Druso ahogaban una exclamacion de sorpresa. Entonces, el joven y guapo romano cogio a Antonia Porcio del brazo y le pidio que le mostrara los jardines. La pareja se alejo del grupo con paso lento, aparentemente arrebatados el uno por la compania del otro, mientras los que habian quedado atras los contemplaban con asombro.

– ?En tu familia hay antecedentes de locura, Cailin Druso? -pregunto Nona Claudio, con el tono de una joven dama desconcertada.

– ?Que te ha impulsado a presentar a Antonia Porcio un hombre casadero? -pregunto Barbara Julio.

– ?Y que habra visto el en ella? -se maravillo Elisia Octavio. -Nosotras somos mas jovenes y mas bonitas.

– No era mi intencion molestaros -dijo Cailin con aire inocente. -Simplemente senti lastima por la pobre Antonia. Acabo de enterarme de que se ha divorciado. Sexto, su esposo, se fugo con una esclava. Lo unico que pretendia era animarla presentandole a mi primo. No pense en ningun momento que el se sentia atraido hacia ella. Es mayor que todas nosotras y, tienes razon, Elisia, somos mas bonitas. -Cailin se encogio de hombros. -Los gustos de los hombres en cuestion de mujeres son incomprensibles. Quiza Quinto se aburrira pronto de ella y volvera con vosotras.

– Si tu villa no fuera la que esta situada mas lejos de Corinio, Cailin, te habrias enterado antes del divorcio de Antonia -dijo Barbara irritada. -Francamente ninguna de nosotras le reprocha nada a Sexto Escipion. Antonia es egoista a mas no poder. Todo lo que ve y desea ha de tenerlo. Sexto decia que ella le estaba llevando a la pobreza. Si le negaba alguna cosa, su padre le reprendia. Y no es una buena madre, y ademas trata con crueldad a sus esclavos, dice mi padre. Oh, es dulce encantadora cuando consigue lo que quiere, pero de contrario ?cuidado! Queria a Sexto Escipion porque era el hombre mas hermoso y mas rico de por aqui. Pero una vez le tuvo en la trampa, se volvio lo que realmente es: una zorra malcriada. Deberias advertir a tu primo.

– He oido -dijo Nona Claudio bajando la voz- que aunque Antonia se ha quedado con la propiedad de su marido, sus bienes y enseres, Sexto Escipion y su amante escaparon con mucho oro y monedas. Mi padre era su banquero, ya lo sabeis. Dice que Sexto Escipion habia estado enviando fondos al extranjero desde hace meses. Eso Antonia no se lo cuenta a nadie. Se lo ha borrado de la mente. La idea de que su esposo se fugo par vivir felizmente y con comodidad le resulta insoportable.

– Evidentemente, esta lanzando sus redes para pescar otro marido -intervino Barbara con tono de reprobacion- y otra vez es el mas apuesto de la provincia. Supongo que tambien es rico. ?No se porque Antonia tiene tanta suerte!

– No es rico -les informo Cailin, esperando que abandonaran la causa de Antonia. -Es el hijo mas joven del primo que mi padre tiene en Roma. Es una familia muy numerosa. No quedo nada para el pobre Quinto. Padre sintio lastima y le pidio a su primo Manio que lo enviara aqui. Le regalo la villa del rio y todas sus tierras. Por supuesto, tendra esclavos para que trabajen las tierras y cuiden el huerto, pero Quinto posee muy poco mas que su bello rostro.

– Las tierras de Antonia estan junto a la villa del rio -observo Nona. -Cuando tu atractivo primo se entere, aun estara mas interesado en ella. Antonia es una mujer rica. Francamente, Quinto Druso seria un tonto si no se casara con ella. Me temo que no tenemos ninguna esperanza.

– ?De veras lo crees? -pregunto Cailin. -?Oh, querida!

Brenna se reunio con su nieta cuando las otras muchachas se alejaron de ella.

– Intrigas como un druida, Cailin Druso -murmuro.

– Cuanto antes se case -dijo Cailin, -mas tranquila estare. Demos gracias a los dioses de que no le guste

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