– Presumo que necesitas discutir algun tema serio conmigo. El asintio y dijo:

– Debo saber si puedo confiar en ti, Philippa, aunque se que todavia eres una nina en muchos sentidos.

– Soy una persona discreta, milord. Si necesitas que permanezca en silencio, no tienes mas que pedirmelo, y no dire una palabra.

– Es preciso que nos casemos cuanto antes -le espeto; no se sorprendio al ver los ojos asombrados de su prometida.

– ?Por que? -pregunto perturbada.

El conde le explico sus razones y concluyo:

– De ese modo, podre acompanarte en el viaje a Francia.

– Como agente del cardenal, supongo -acoto la joven.

– Si. Wolsey busca a alguien leal y atento a todos los movimientos de la corte. No me lo dijo, pero lo conozco muy bien despues de tantos anos de servicio. El cardenal percibe algun tipo de intriga y, aunque todavia no sepa exactamente de que se trata, sus instintos son infalibles. Pero, por supuesto, nadie debe saber que soy uno de sus hombres. Ademas, nadie creera que el prometido de la doncella favorita de la reina esta en Francia por algo mas que un verano de amor.

Philippa no pudo evitar reir.

– ?Un verano de amor, milord? ?Por Dios! Lo dices de un modo lascivo. Pero no te preocupes, en esta corte se escuchan todo tipo de cosas. Crispin le devolvio una sonrisa.

– Quiza no me exprese con propiedad.

– Sin embargo, me gusto la manera en que lo dijiste, milord, 'un verano de amor' -repuso en tono burlon.

El hombre se sintio tentado de besar su adorable boca, pero se contuvo.

– El cardenal mismo oficiaria nuestra boda.

– ?Thomas Wolsey estaria a cargo de la ceremonia? No, milord, no creo que sea una buena idea. Su presencia hara que toda la atencion de la corte se centre en nosotros. Y, si quieres pasar inadvertido, lo mejor sera que el gran cardenal no muestre interes en dos personas insignificantes como nosotros, pues la gente comenzara a hacer preguntas. Estoy segura de que uno de los sacerdotes de la reina podra unirnos en el altar.

– Tienes razon -admitio el conde sorprendido. Y luego noto que la joven no habia protestado ante la idea de una pronta boda-. Entonces, ?aceptas?

Philippa asintio.

– Milord, necesito un tiempo para reflexionar sobre todo lo que ocurrio en estos dias. Nuestra union es evidentemente una buena idea. Solo quiero pedirte un favor.

– ?Que puedo hacer por ti, querida?

– Milord, todavia no tuve la oportunidad de conocerte. Aunque reconozco las ventajas de esta boda, soy muy inexperta en los asuntos amorosos. No puedo entregarme a ti simplemente porque seamos marido y mujer. No es que quiera privarte de tus derechos, milord. Solo necesito un poco mas de tiempo para conocerte antes de unir nuestros cuerpos. ?Me entiendes? -Philippa lo miraba a los ojos mientras le hablaba.

– Entiendo perfectamente. Te cortejare y consumaremos nuestro amor en la noche de bodas.

– Lo que no entiendo es lo del cortejo -dijo la joven. -Tiene que ver con besarse y acariciarse.

– Eso ya lo oi, pero que mas implica el cortejo -insistio. La muchacha trataba de ignorar a proposito su comentario sobre la consumacion del matrimonio.

– Ni siquiera yo lo se bien -reconocio el conde-. Nunca corteje seriamente a ninguna mujer. Deberemos aprender juntos. Entonces, ?cuando sera la fecha de nuestra boda? Quiero que tu elijas el dia.

– El sobrino de la reina, el emperador Carlos V, viene a Inglaterra a fines de mayo y luego, a principios de junio, partiremos a Francia. MI cumpleanos es el 29 de abril. Casemonos al dia siguiente, milord. Asi tendre tiempo para prepararme como corresponde. ?Te parece bien?

– Tom asegura que tu madre no podra venir. ?Preferirias casarte en Cumbria?

– No, no hay tiempo. Mama pronto dara a luz y conociendo a mi padrastro no la dejara viajar con el recien nacido ni siquiera a Friarsgate. Ella suele amamantar a sus ninos -aclaro Philippa-. Si estas de acuerdo, me gustaria ir al norte para la boda de mi hermana Banon en el otono. ?Estas conforme con estos planes?

– Estoy muy conforme.

– Antes debo decirte una cosa mas: soy la heredera de Friarsgate, pero le dije a mi madre que no queria ser la duena de esa propiedad. Aunque sus tierras y sus rebanos sean magnificos no quiero asumir esa responsabilidad. Debes saberlo antes de que se formalice nuestro compromiso.

– Me parece muy bien. No podria ocuparme de una propiedad en el norte. Ya veras que Brierewode es mas que suficiente para mi.

– ?Tienes ovejas?

– Solo vacas y caballos.

– ?Gracias a Dios! Porque no puedo soportar el hedor de las ovejas.

CAPITULO 09

Antes del almuerzo, lord Cambridge habia logrado ver a la reina para comunicarle el inminente compromiso de Philippa Meredith y pedirle su bendicion. Catalina se habia alegrado por la noticia y le habia dicho que anunciara al rey el feliz acontecimiento.

Thomas Bolton pudo entrevistarse con Enrique mientras el rey cenaba. De pie, frente a uno de los extremos de la mesa real, le conto la buena nueva.

– ?Rosamund estara de acuerdo? -pregunto el soberano.

– Si, milord, ella me dio su permiso para hallarle un esposo a Philippa.

– ?Como logro conseguir un candidato tan interesante, sir? Un conde soltero lo bastante joven y vigoroso para engendrar hijos saludables. Me sorprende; es usted tan inteligente como afirma Wolsey. -El rey dio un mordiscon a la pata de venado que aferraba con el puno.

Thomas le relato el plan estrategico que habia ideado para lograr el compromiso.

– Wolsey siempre tiene razon -opino el rey y tomo un trago de la fastuosa copa de vino-. ?Y la reina aprueba el compromiso?

– Si, milord.

– Entonces, yo tambien lo apruebo. ?Cuando se celebrara la boda?

– Cuanto antes, Su Majestad.

– Sere testigo de la ceremonia, como lo fui del compromiso de su madre con nuestro leal sirviente, sir Owein Meredith.

– Philippa y el conde de Witton se sentiran muy honrados por su presencia -agradecio Thomas Bolton, y se retiro para ir en busca de su sobrina y de Crispin St. Claire. Los encontro caminando por la galeria, cerca de la capilla real.

– Hemos coincidido en todo, tio Tom -manifesto Philippa.

– ?Y que es todo? -pregunto lord Cambridge tras besarla en ambas mejillas.

– ?Pues, nuestro matrimonio! Decidimos casarnos el 30 de abril, un dia despues de mi cumpleanos. Debes preparar los papeles de inmediato.

– ?Entonces no iran a Francia?

– Si que hemos. Catalina necesita que la acompane y estoy segura de que permitira que mi esposo viaje conmigo. Ella tiene un gran corazon y no querra separar a una pareja de recien casados. Sera el verano mas glorioso de mi vida. Al regresar, viajaremos al norte para asistir a la boda de Bannie con Neville.

Lord Cambridge miro al conde.

– ?Estas de acuerdo, milord?

– No me atrevo a disentir. Philippa ha planificado todo hasta el ultimo detalle y con una eficiencia asombrosa. Sus habilidades seran muy utiles en Brierewode cuando se convierta en mi esposa. Sera una perfecta castellana.

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