una excelente condesa de Witton. Entro en el palacio en busca de algunos caballeros con quienes jugar a las cartas y, para su sorpresa, se encontro con su hermana mayor deambulando por la galeria.
– ?Marjorie! ?Que estas haciendo aqui?
– Me entere de que por fin contraeras matrimonio. Vine a Londres lo antes posible. ?Quien es la muchacha y por que diablos no me lo contaste? ?Susanna sabe la noticia?
Crispin tomo las manos de su hermana y las beso.
– No tuve un minuto libre desde que tome la decision. Todo sucedio muy rapido.
– ?Y quien es ella? Me dijeron que es una de las damas de honor de la reina.
– Se llama Philippa Meredith.
– ?Meredith? ?Meredith? No reconozco el nombre. ?Como es su familia?
– Es mejor que nos sentemos -propuso el conde, y la condujo a un rincon de la galeria donde habia dos sillas-. Su padre era sir Owein Meredith; sirvio a los Tudor desde que era un nino hasta que la Venerable Margarita arreglo su boda con la heredera de Friarsgate, Rosamund Bolton.
– ?Bolton? Es un apellido del norte, Crispin. Son unos salvajes. ?No podrias haber hallado algo mejor? -Lady Brent miro a su hermano con recelo. Era una mujer bellisima, de ojos celestes y cabello castano-. Supongo que ofrecera una dote extraordinaria para compensar sus falencias.
Crispin se echo a reir.
– Te sorprenderas cuando conozcas a Philippa. Su Alteza la adora y, en cuanto a la dote, es en extremo generosa, casi demasiado, e incluye Melville, hermana querida.
– ?Oh! ?Ese es el cebo con el que te atrajo la muchacha? No te culpo por querer ser dueno de Melville, pero ?no podrias haberlo adquirido de otra manera y conseguirte una esposa mejor?
– No soy tan rico, Marjorie -le recordo el conde-. Ademas, no existe otra manera de conseguir esas tierras.
– ?Ya veo! -rio Marjorie-. ?Las estas pagando con creces, hermanito!
– Era hora de casarme, querida, y Philippa es adorable. Te agradara. Es refinada y se comporta como una perfecta dama de la corte.
– Me reservo mi opinion, Crispin. He pedido a Susanna que venga de Wiltshire. No puedes casarte hasta que las dos conozcamos a la novia.
– Te dije que la fecha de la boda es el 30 de este mes.
– ?Y a que se debe tanta prisa? ?Acaso ya has dejado prenada a la jovencita? ?Recurrio a esa sucia artimana para atraparte?
Crispin lanzo una carcajada.
– Philippa es pura y casta, Marjorie. Decidimos contraer matrimonio con tanta prisa porque ella debe viajar con la reina a Francia este verano y la condicion para que yo pudiera acompanarla era que nos casaramos. Recuerda que solo los mas altos funcionarios pueden integrar la comitiva real. La reina acepto porque es buena y generosa y detesta separar a una pareja de recien casados. Con suerte, estara encinta cuando regresemos y dentro de un ano tendre un heredero. ?Acaso no es eso lo que desean Susanna y tu?
– Desde luego que es mi deseo. Pero Susanna pensaba que, en caso de permanecer soltero, elegirias como heredero a su segundo hijo. Y, a decir verdad, tenia grandes esperanzas de que asi lo hicieras.
– ?Tu no querias que cediera mi titulo a tu hijo? -la provoco.
– Mi muchacho ya posee su propio titulo, no necesita otro. ?Estas seguro de que la joven es fertil?
– Su madre ha tenido cinco varones y tres mujeres con dos de sus maridos.
– ?Esa es una excelente noticia! Me siento un poco mas tranquila ahora, querido Crispin.
– El rey sera testigo del compromiso -agrego el conde para impresionarla aun mas.
– ??De veras?! Entonces es una muchacha muy importante.
– En realidad, no. Pero tanto el rey como la reina conocen a su madre desde la infancia y esa amistad se ha mantenido intacta a lo largo de los anos. El tio de Philippa pidio su bendicion a Sus Majestades y se la concedieron sin titubear.
– Bien, veo que no era necesario que viajara desde Devon, pero ya que estoy aqui me quedare hasta la boda.
– ?Donde te hospedaras?
– Pensaba solicitar alojamiento en el palacio, Crispin.
– No me parece conveniente. Estan todos alborotados por los preparativos del viaje a Francia y por la visita de Carlos V a fines de mayo. Te quedaras conmigo en la casa de lord Cambridge, el tio de Philippa. Es un caballero sumamente hospitalario, Marjorie. Susanna tambien se alojara alli.
– ?Hay suficiente espacio para las dos?
– Hay espacio de sobra, y conociendo tu aficion a la comida, hermanita, me complace informarte que el cocinero de Tom Bolton es una maravilla. Su amo siempre lo lleva a sus casas de Cumbria, Londres o Greenwich.
– Cuanto mas me cuentas sobre esta jovencita, mas me simpatiza. ?Sus padres asistiran a la boda? Siento curiosidad por conocerlos.
– Sir Owein murio y la madre de Philippa acaba de dar a luz a gemelos. Pero te presentare a una de sus hermanas, es la heredera de lord Cambridge y tambien se casara muy pronto con Robert Neville.
– Tal vez no resulte tan malo tu matrimonio, Crispin. Perdoname, debi confiar en tu juicio. Pero ahora que estoy aqui tratare de aprovechar al maximo mi estancia en Londres.
– Hoy a la noche le presentaras tus respetos a la reina y conoceras a Philippa. Despues, te llevare a la casa de Thomas Bolton. No se si lord Cambridge vendra hoy a la corte o no.
Thomas Bolton si acudio a la corte ese dia. En la antecamara de la reina se encontro con el conde de Witton y una mujer mayor. Lady Marjorie quedo fascinada con lord Cambridge cuando fueron presentados y el beso su mano con gracia.
– Es usted muy amable, milord.
– ?Ya conocio a mi sobrina Philippa? -pregunto Tom sin soltar su mano.
– La vere en unos instantes -respondio con una expresion radiante en el rostro y atenta a su mano atrapada en la de lord Cambridge. ?Que hombre exquisito!
– Es una joven adorable, senora, y me atrevo a decir que sera una excelente condesa.
– Lo se, me lo conto mi hermano Crispin.
La puerta se abrio y Philippa aparecio agitada.
– ?Sucede algo? Uno de los pajes me aviso que querias verme, milord -dijo, dirigiendose al conde.
– Te presento a mi hermana, lady Marjorie Brent. Acaba de sorprenderme con su visita. Viajo a Londres desde Devon. Una amiga que regresaba de la corte le conto de nuestro compromiso.
– ?Como? ?No habias avisado a tus hermanas, faltando tan pocos dias para la boda? ?Eso esta muy mal, milord! -lo regano carinosamente e hizo una reverencia.
– ?No te preocupes, Philippa querida! Mi hermano es asi; en cambio, veo que tu tienes buenos modales - repuso Marjorie y luego abrazo a la joven con calidez-. ?Puedo darte la bienvenida a mi familia?
– ?Gracias, senora! Lamento no poder dedicarle mas tiempo porque, ?ay, el deber me reclama!
– Comprendo perfectamente, dulce Philippa.
– Con su permiso, senora -se despidio con un reverencia y giro para regresar a la camara de la reina.
– ?Espera un momento! -grito Tom Bolton-. Manana a la tarde ven a visitarme. ?Y trae a Banon, querida!
Philippa asintio y desaparecio.
– Usted se hospedara en mi residencia, lady Marjorie -invito lord Cambridge.
– ?Muy amable, milord! -accedio. La dama se cuido de no mencionar que ya la habia invitado su hermano, aunque el no era el dueno de casa.
– No podria sino ser amable con usted, milady -murmuro, y ella, alborozada, rio timidamente-. Si ha concluido sus asuntos, mi querida, le ruego me acompane a mi hogar en la barcaza. Crispin, uno de los remeros vendra a buscarte en la pequena barca.
Tomo el brazo de lady Marjorie y se retiraron.
Al verlos partir, Crispin St. Claire contuvo la risa. No sabia exactamente que clase de hombre era Thomas Bolton, aunque tenia sus sospechas. Sin embargo, habia logrado conquistar a su hermana y sabia como manejarla. Se pregunto si era cierto que habia conocido a su cunado, pero decidio no indagar en ese tema. La