El juez miro a Flair.

– ?Senor Hickory?

– Creemos que la senorita Johnson es una consumidora habitual de drogas. Creemos que aquella noche estaba colocada y el jurado deberia tenerlo en cuenta cuando evalue la integridad de su testimonio.

– La senorita Johnson ya ha declarado que no habia tomado ninguna droga esa noche ni ingerido -lo pronuncie con sarcasmo- alcohol.

– Y yo -dijo Flair- tengo derecho a dudar de sus recuerdos. El ponche contenia alcohol, sin ninguna duda. Presentare al senor Flynn, que testificara que la testigo lo sabia cuando bebio. Tambien quiero establecer que esta mujer no dudaria en tomar drogas, ni siquiera mientras amamantaba a su bebe…

– ?Senoria! -grite.

– Ya es suficiente. -El juez dio un golpe de mazo-. ?Podemos seguir, senor Hickory?

– Podemos, senoria.

Me sente. Mi protesta habia sido una estupidez. Parecia que queria despistar y, peor aun, habia dado a Flair la posibilidad de dar mas explicaciones. Mi estrategia hasta entonces habia sido permanecer en silencio. Habia perdido mi disciplina y nos habia costado caro.

– Senorita Johnson, acusa a estos dos chicos de haberla violado, ?correcto?

Me puse de pie.

– Protesto. No es abogada ni conoce la terminologia legal. Les ha contado lo que le hicieron. Es la sala la que debe encontrar la terminologia correcta.

Flair parecia divertido otra vez.

– No le estoy pidiendo una definicion legal. Siento curiosidad por su lenguaje.

– ?Por que? ?Piensa hacerle un examen de vocabulario?

– Senoria -dijo Flair-, ?puedo continuar interrogando a la testigo?

– ?Por que no nos explica adonde quiere ir a parar, senor Hickory?

– Bien, lo reformulare. Senorita Johnson, cuando habla con sus amigos, ?les dice que la han violado?

Ella vacilo.

– Si.

– Ya. Y digame, senorita Johnson, ?conoce a alguien mas que afirme haber sido violada?

Yo otra vez.

– Protesto. ?Relevancia?

– Lo permitire.

Flair estaba de pie junto a Chamique.

– Puede responder -dijo, como si quisiera ayudarla.

– Si.

– ?Quien?

– Un par de chicas con las que trabajo.

– ?Cuantas?

Levanto la cabeza como si intentara recordar.

– Me acuerdo de dos.

– ?Son strippers o prostitutas?

– Las dos cosas.

– Una de cada o…

– No, las dos hacen ambas cosas.

– Ya. ?Esos delitos se produjeron mientras trabajaban o durante su tiempo libre? Volvi a levantarme.

– Senoria, esto es demasiado. ?Que relevancia tiene?

– Mi distinguido colega tiene razon -dijo Flair, gesticulando con todo el brazo en mi direccion-. Cuando tiene razon, tiene razon. Retiro la pregunta.

Me sonrio. Me sente despacio, asqueado hasta la medula.

– Senorita Johnson, ?conoce a algun violador?

Yo otra vez:

– ?Quiere decir aparte de sus clientes?

Flair se limito a mirarme y se volvio hacia el jurado como diciendo «Ay que ver lo bajo que se puede llegar a caer». La verdad es que era cierto.

Por su parte, Chamique dijo:

– No entiendo lo que quiere decir.

– No se preocupe, querida -dijo Flair, como si su respuesta pudiera aburrirle-. Ya volveremos al tema mas tarde.

No soporto cuando Flair dice esto.

– Durante este presunto ataque, mis clientes, el senor Jenrette y el senor Marantz, ?usaban mascaras?

– No.

– ?Llevaban alguna clase de disfraz?

– No.

– ?Intentaron taparse la cara?

– No.

Flair Hickory meneo la cabeza como si fuera la cosa mas incomprensible que hubiera oido en su vida.

– Segun su testimonio, la cogieron contra su voluntad y la arrastraron dentro de la habitacion. ?Es correcto?

– Si.

– ?La habitacion donde vivian el senor Jenrette y el senor Marantz?

– Si.

– No la atacaron fuera, en la oscuridad, o en algun lugar que no pudiera relacionarse con ellos. ?Es correcto?

– Si.

– Es raro, ?no le parece?

Estaba a punto de protestar otra vez, pero lo deje pasar.

– Asi que su testimonio es que la violaron dos hombres que no llevaban mascaras ni hicieron nada por disfrazarse, que le mostraron sus rostros, que lo hicieron en su habitacion con al menos un testigo que vio como la obligaban a entrar. ?Es correcto?

Rece por que Chamique no sonara indecisa. No lo hizo.

– Es correcto, si.

– Sin embargo, por algun motivo -de nuevo Flair parecia el hombre mas perplejo del mundo- ?utilizaron alias?

Ella no contesto. Bien.

Flair Hickory siguio meneando la cabeza como si le hubieran pedido que sumara dos y dos y le diera cinco.

– Sus agresores utilizaron los nombres Cal y Jim en lugar de los suyos propios. Este es su testimonio, ?no es asi, senorita Johnson?

– Si.

– ?Tiene logica para usted?

– Protesto -dije-. Nada en este delito brutal tiene logica para ella.

– Ah, lo comprendo -dijo Flair Hickory-. Solo esperaba, teniendo en cuenta que ella estaba alli, que la senorita Johnson pudiera ofrecer una teoria de por que ellos dejaron que les viera las caras y la atacaron en su propia habitacion, y sin embargo utilizaron alias. -Sonrio amablemente-. ?Tiene usted alguna, senorita Johnson?

– ?Una que?

– ?Una teoria sobre por que dos chicos llamados Edward y Barry se llamarian entre ellos Jim y Cal?

– No.

Flair Hickory camino hacia su mesa.

– Antes le he preguntado si conocia algun violador. ?Se acuerda?

– Si.

– Bien. ?Es asi?

– No lo creo.

Flair asintio y cogio una hoja de papel.

– ?Y que me dice de un hombre actualmente encarcelado en Rahway condenado por delitos sexuales llamado… por favor, preste atencion, senorita Johnson, Jim Broodway?

Chamique abrio mucho los ojos.

– ?Se refiere a James?

– Me refiero a Jim, o James, si prefiere el nombre formal, Broadway, que solia vivir en el 1189 de Central Avenue en la ciudad de Newark, Nueva Jersey. ?Le conoce?

– Si. -Su voz era baja-. Le conoci.

– ?Sabia que estaba en la carcel?

Se encogio de hombros.

– Conozco a muchos tipos que ahora estan en la carcel.

– Estoy seguro de ello -por primera vez, habia mordacidad en la voz de Flair-, pero esa no era mi pregunta. Le he preguntado si sabia que Jim Broodway estaba en la

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