que me convenga. Y este no me conviene.
Empezo a hablar, pero yo le interrumpi:
—Eso es todo. Y ahora salga de aqui. Su presencia no me resulta agradable.
Parecio asombrado.
—?Quien se cree que es para poder dar ordenes?
—Nadie. Absolutamente nadie, tal como usted ha dicho. Pero esta es mi cabina particular, que me ha sido destinada por el capitan de la nave. De modo que salga antes de que le eche. No me gustan sus modales.
Clifton anadio en voz baja:
—Sal, Bill. Aparte de todo lo demas, por el momento esta es su cabina privada. De modo que sera mejor que te marches —Clifton vacilo un momento y luego anadio—: Creo que sera mejor que nos marchemos los dos; no parece que podamos llegar a ningun acuerdo. ?Con su permiso…, Jefe?
—Desde luego.
Me sente y reflexione durante unos minutos. Estaba pesaroso de haber permitido a Corpsman provocarme a una escena semejante; era algo a lo que faltaba dignidad. Pero repase mentalmente la conversacion y quede convencido que mis diferencias personales con Corpsman no tenian nada que ver con la decision que habia tomado; estaba ya decidido a no aceptar el trabajo antes de que el entrase en la cabina.
Una llamada resono en la puerta.
—?Quien es?—pregunte.
—El capitan Broadbent.
—Entre, Dak.
Entro y se sento en una silla y durante unos minutos parecio solo interesado en limpiarse las unas. Por fin me miro y dijo:
—?Cambiaria de idea si encadenase a ese estupido en la barra?
—?Como? ?Esta nave tiene mazmorras?
—No. Pero no me seria dificil el preparar una si es necesario.
Lo mire atentamente, tratando de adivinar lo que sucedia dentro de aquella dura cabeza.
—?Encerraria de verdad a Bill en una celda si yo se lo pidiera ?
Me miro a los ojos, hizo una mueca y sonrio.
—No. Nadie llega a capitan si opera en esa forma. No aceptaria semejante orden ni siquiera de el —hizo un gesto con la cabeza hacia la cabina en la que estaba Bonforte—. Ciertas decisiones uno debe tomarlas solo.
—Estamos de acuerdo.
—?Mmmm!… he oido que usted ha tomado una de estas.
—Es verdad.
—Bien. He llegado a tomarle aprecio y a respetarle, amigo. Cuando le conoci por primera vez, crei que no era mas que un maniqui y un actor, sin nada dentro. Estaba equivocado.
—Gracias.
—No quiero pedirle favores. Solo quiero preguntarle una cosa: ?cree que vale la pena el que discutamos las circunstancias? ?Lo ha pensado bien?
—Ya he tomado una decision, Dak. Creo que este asunto no me corresponde.
—Bien, quiza tenga razon. Lo siento. Entonces no nos queda otro remedio que esperar que se ponga bueno antes de que lleguemos a destino —se levanto—. ?Ah!, de paso, tengo que decirle que Penny quiere verle, si es que no va a meterse en la cama en seguida.
Me eche a reir sin alegria.
—Solo de paso, ?eh? ?Es este el orden convenido? ?Quiza no le toca ahora al doctor Capek el venir a retorcerme el brazo hasta que ceda?
—No quiso venir; esta muy ocupado con Bonforte. Sin embargo, me dio un mensaje para usted.
—?Eh?
—Me dijo que podia irse al infierno. Lo adorno un poco, pero era eso lo que queria decir.
—Conque eso, ?eh? Bien, digale que le guardo un asiento al lado del fuego.
—?Puede pasar Penny?
—?Oh, claro! Pero digale que va a perder el tiempo. Mi respuesta sigue siendo: no.
De modo que cambie de idea. ?Caramba!, ?por que los argumentos parecen mucho mas logicos cuando van acompanados con un poco de perfume de
La preparacion que realice en el viaje a Marte no fue nada comparada con el duro estudio que hice en el viaje a New Batavia. Ya contaba con el caracter basico; ahora resultaba necesario rodearlo del ambiente adecuado, prepararme para ser Bonforte bajo cualquier circunstancia. Mientras mi pensamiento estaba fijo en la audiencia real, cuando me hallase en New Batavia era posible que me encontrase con cualquiera de cientos o miles de personas. Roger planeo el proporcionarme una defensa en profundidad del tipo acostumbrado para cualquier personaje que tiene trabajo que despachar; a pesar de todo, no podria evitar el encontrarme con mucha gente… una figura publica es propiedad del publico, eso es inevitable.
El numero en la cuerda floja que iba a intentar solo fue posible gracias al archivo Farley que llevaba Bonforte, quiza uno de los mejores existentes. Farley, un secretario politico del siglo veinte, creo que de Eisenhower, y el metodo que invento para manejar las relaciones personales de los politicos fue tan revolucionario como la invencion alemana de Estado Unificado lo fue para la guerra. Sin embargo, nunca habia oido hablar de aquel sistema hasta que Penny me lo explico.
No era mas que un archivo de personas. Sin embargo, el arte de la politica, no trata de otra cosa que de personas. Ese archivo contenia a todos, o a casi todos, de los miles y miles de personas que Bonforte habia conocido durante el curso de su larga vida politica; cada ficha consistia en lo que el sabia de aquella persona desde el punto de vista de sus relaciones con Bonforte. Cualquier cosa, no importa cuan trivial fuese… en realidad, las primeras anotaciones eran siempre trivialidades: nombres y apodos de las esposas, hijos, aficiones, gustos en la comida o en la bebida, prejuicios, excentricidades. Despues de esto seguia una lista de las fechas, lugares y comentarios para cada ocasion en que Bonforte se habia encontrado con aquella persona particular.
Cuando era posible, se incluia una fotografia. Podia existir o no informacion suplementaria, es decir, datos que habian sido investigados en lugar de conocidos directamente en sus encuentros con Bonforte. Eso dependia de la importancia politica de la persona en cuestion. A veces la informacion suplementaria llegaba a ser una biografia formal formada por miles de palabras.
Tanto Penny como Bonforte llevaban siempre consigo micro-registros operados por la temperatura de su cuerpo. Si Bonforte se encontraba solo podia dictar en su aparato siempre que se le presentaba una oportunidad… en las antesalas, mientras viajaba en coche, etcetera. Si Penny iba con el, ella misma registraba la informacion en el suyo, que aparentaba la forma de un reloj de pulsera. No era posible que Penny realizase todo el trabajo de transcripcion y microfilmado; dos de las muchachas en la oficina de Jimmy Washington no se ocupaban de otra cosa.
Cuando Penny me mostro su archivo Farley y vi su gran volumen… no habia duda que era voluminoso, aun a diez mil palabras para cada carrete… y me dijo que eso representaba unicamente informacion personal sobre los amigos y conocidos del senor Bonforte, gemi:
—?Dios santo, criatura! Ya le dije que este trabajo era imposible. ?Como voy a recordar todo esto?
—Naturalmente que no podra.
—Pero me acaba de decir que eso es lo que el recuerda de todas sus amistades y conocidos.
—No exactamente. Dije que esto es lo que el quisiera recordar. Pero ya que ello no es humanamente posible, esta es la forma en que lo hace. No se preocupe, no tendra que aprender nada de memoria. Solo quiero que sepa que tenemos toda esta informacion disponible para cuando sea necesaria. Mi trabajo consiste en que disponga por lo menos de uno o dos minutos para repasar la ficha Farley correspondiente antes de que nadie entre a verle. Si tenemos necesidad de ello puedo prestarle el mismo servicio a usted.
Mire a una ficha tipica que habia proyectado sobre la pantalla de sobremesa. Una cierta senora Saunders de Pretoria, Sudafrica, creo que era. Tenia un bulldog llamado Snuffles Bullyboy, varios descendientes surtidos y le gustaba un poco de limon y soda con su whisky.