sobre el Tratado con los Nidos marcianos, que se llamo el Concordato de Tycho. Fue este Tratado la causa de que Bonforte fuese derribado del Poder. Consiguio que fuese declarado Ley, pero el esfuerzo a que sometio a su Partido le hizo perder el proximo voto de confianza. Sin embargo, Quiroga no se atrevio a denunciar el Tratado. Escuche la grabacion de este discurso con especial interes porque yo habia sido uno de los que no les parecia bien el Tratado con los marcianos; la idea de que los marcianos tendrian los mismos derechos en la Tierra que los humanos en Marte era algo que me repugnaba… hasta que hice la visita al Nido de Kkkah.
—Mi oponente —dijo Bonforte en aquella ocasion, con un tono cortante— desea que ustedes crean que el lema del asi llamado Partido Imperialista:
“Pero, dice mi oponente, tenemos una mision ordenada por Dios para extender la Cultura entre las estrellas, dandoles nuestra propia clase de Civilizacion a esos salvajes. Eso no es mas que la escuela de sociologia de tipo esclavista paternal… los buenos morenos cantando blues y spirituals mientras el Amo les abraza. ?Es un cuadro muy hermoso, pero el marco es demasiado pequeno; no deja que se vea el latigo, ni el mercado de esclavos, ni las cadenas en los tobillos!”
Poco a poco me converti, si no en un Expansionista, por lo menos en un Bonfortista. No estoy del todo seguro de que me convenciera la logica de sus palabras… En realidad, no creo estar seguro de que fuesen del todo logicas. Pero mi mente asimilaba facilmente todas sus ideas. Deseaba comprender sus palabras con tanta intensidad que ahora era capaz de repetir sus discursos textualmente si fuese necesario.
No obstante, habia que admitir que aqui teniamos un hombre que sabia lo que queria y, lo que es mucho mas dificil, por que lo queria. No pude evitar el sentirme impresionado, y aquello me obligo a revisar mis propias ideas. ?Para que vivia yo?
?Para mi profesion, desde luego! Me habia criado en aquel ambiente, me gustaba, tenia una profunda aunque poco logica idea de que el arte era algo que valia la pena de sacrificarse por el… y ademas, era lo unico que sabia hacer para poder ganarme la vida. Pero ?que mas?
Nunca me habia sentido influido por las profundas teorias de la etica filosofica. Habia leido algo sobre ellas, desde luego… ya que las bibliotecas publicas son una comoda diversion para un actor que no tiene mucho dinero… pero las habia encontrado tan pobres de vitaminas como el beso de una suegra. Con tiempo y papel suficiente, un filosofo puede demostrar cualquier cosa.
Sentia el mismo desprecio por la clase de educacion moral que se dispensaba a la mayor parte de los ninos. Mucho de sus elaboradas normas y lo que en el fondo significan no son mas que las bases para establecer la sagrada norma de que un nino bueno es el que no molesta la siesta de su madre y que un hombre bueno es el que consigue una robusta cuenta corriente sin que le pillen infraganti. ?No, muchas gracias!
Pero hasta los perros tienen reglas de conducta. ?Cuales eran las mias? ?Como me comportaba yo?… o por lo menos, ?como me gustaba creer que era mi conducta?
El espectaculo debe continuar. Siempre habia creido y vivido en y para eso. Pero ?por que debe continuar el espectaculo?… sobre todo teniendo en cuenta que algunas de las obras son sencillamente horribles. Pues bien, porque uno habia aceptado realizar su trabajo, porque el publico espera alli fuera; han pagado su entrada y tienen derecho a lo mejor que se les pueda dar. Uno se lo debe. Se lo debe tambien a los tramoyistas, al director y al empresario y a todos los demas miembros de la compania… y a aquellos que le han ensenado su profesion y a cientos y cientos de artistas que se alinean en el pasado, hasta los teatros al aire libre y graderias de piedra, y hasta los narradores de leyendas en los bazares morunos.
Comprendi que la misma idea podia aplicarse a cualquier clase de profesion. Debemos dar tanto como recibimos. Construir con escuadra y nivel. El juramento de Hipocrates. No dejemos perder al equipo. Trabajo honrado para una paga honrada. Tales cosas no necesitan ser probadas; constituyen una parte esencial de la vida… ciertas por toda la eternidad, verdaderas en los mas lejanos limites de la Galaxia.
De repente comprendi la idea basica del pensamiento de Bonforte. Si era cierto que existian bases eticas que transcendian el tiempo y el espacio, entonces se aplicaban tanto a los hombres como a los marcianos. Eran ciertas en cualquier planeta que girase en derredor de no importa que estrella… y si la raza humana no se portaba de acuerdo con ellas, entonces no podrian conquistar las estrellas porque alguna otra raza mejor los echaria de la mesa por jugar con cartas marcadas.
El precio de la expansion era la virtud.
Pero Bonforte tampoco predicaba la dulzura y la flojedad: “Yo no soy un pacifista. El pacifismo es una tortuosa doctrina con la cual un hombre acepta los beneficios de la sociedad sin querer dar nada a cambio… y quiere que se le considere un santo por su falta de honradez. ?Senor Presidente, la vida es de aquellos que no tienen miedo de perderla! ?Esta Ley debe ser aprobada!”. Con aquellas palabras se habia levantado sentandose en los escanos de la oposicion, que defendia un presupuesto militar que su propio partido rechazaba.
En otra ocasion: “?Demos nuestra opinion! ?Tomemos partido! A veces podemos estar equivocados… pero el hombre que no quiere decidirse por uno u otro lado siempre estara equivocado! El cielo nos libre de los cobardes que temen decidirse por algo. ?Los que no estan conmigo estan contra mi!”. Estas ultimas palabras fueron pronunciadas en una reunion del Directorio del Partido, pero Penny las habia grabado en su microregistro y Bonforte las habia archivado… Bonforte tenia el sentido de la historia; le gustaba guardar todos los documentos de alguna importancia. Si no lo hubiera hecho, ahora yo no habria podido tener tanto material para estudiar.
Decidi que Bonforte era de mi propia clase. O, por lo menos, era de la clase que yo preferia creer que era. La suya era una personalidad de la que me sentia satisfecho.
No puedo recordar que durmiera durante aquel viaje despues que prometi a Penny que me presentaria en la audiencia real si Bonforte no se encontraba en condiciones de hacerlo personalmente. Trate de dormir… no hay necesidad de presentarse en escena con unas bolsas debajo de los ojos que parezcan las orejas de un perro de caza… pero me sentia fascinado por lo que estaba estudiando, y tenia abundantes pildoras de pimienta en el escritorio de Bonforte. Es sorprendente cuantas cosas se pueden hacer trabajando veinticuatro horas al dia, libre de interrupciones y contando con toda la ayuda necesaria.
Pero poco antes de que llegasemos a New Batavia, el doctor Capek entro en la cabina y me dijo:
—Desnudese el brazo izquierdo.
—?Por que? —pregunte.
—Porque cuando se presente ante el Emperador no queremos que se caiga al suelo de fatiga. Esta inyeccion le hara dormir hasta que aterricemos. Entonces le dare un antidoto.
—?Eh? ?Tengo que creer que usted no piensa que Bonforte estara dispuesto para la audiencia?
Capek no contesto, pero me dio la inyeccion de todas maneras. Trate de terminar de escuchar el discurso que tenia en el proyector estereoscopico, pero debi quedarme dormido en cuestion de segundos. No me di cuenta de nada hasta que escuche a Dak que decia con tono deferente:
—Despiertese, senor. Le ruego que se despierte. Estamos en el espaciopuerto de Lippershey.
8
Como nuestra Luna es un satelite desprovisto de aire, las espacionaves pueden aterrizar directamente en su superficie. Pero el
Pero ni siquiera pude ver al