sucedio.

—Supongo que estara deseoso de abandonar todo esto. ?Piensa presentarse a la reeleccion?

Me miro sorprendido.

—Hermano, hasta que no haya estado metido en politica no puede decir que haya vivido.

—Pero antes dijo que…

—Ya se lo que dije. Es duro y a veces sucio y siempre un trabajo pesado y lleno de detalles aburridos. Pero es el unico deporte para personas mayores. Todo lo demas es para chicos. Todos ellos —se puso en pie—. Tengo que marcharme.

—?Oh, quedese un rato!

—No puedo. La Asamblea Interplanetaria se reune manana y tengo que ayudar a Roger. No debi haber venido aqui a pasar este rato.

—?Es cierto? No lo sabia.

Conocia que la Asamblea, la Asamblea saliente, desde luego, debia reunirse por ultima vez para aceptar el Gobierno regente. Pero no habia pensado en ello. Era una cuestion de rutina, tan sencilla como presentar la lista al Emperador.

—?Cree que el podra presentarse?

—No. Pero no se preocupe por eso. Roger presentara sus excusas a la Asamblea por su ausencia… quiero decir la de el… y pedira que se le conceda la representacion in absentis, mediante el procedimiento de no ha lugar. Luego leera el discurso del Ministro Supremo entrante… Bill esta trabajando en eso en este momento. Despues, con su propia personalidad, presentara una mocion para que el Gobierno quede confirmado. Se le apoyara. No habra debate. La mocion quedara aprobada. Se levanta la sesion… y todo el mundo sale corriendo para sus casas y a empezar a prometer a los votantes dos mujeres para cada uno y cien imperiales cada lunes por la manana. Un asunto de rutina —luego anadio—: ?Oh, si! Algun miembro del Partido de la Humanidad presentara una propuesta de simpatia y para que se le envie una cesta de flores, lo cual sera aprobado en medio de muchos aplausos hipocritas. Preferirian enviarla al funeral de Bonforte.

Hizo una mueca.

—?Es algo tan sencillo? ?Que sucedera si se niegan a aceptar la representacion in absentis? Tenia entendido que la Asamblea no aceptaba los votos por delegacion.

—Es cierto, en todos los asuntos corrientes. O no se cuenta o uno tiene que presentarse para votar. Pero esta vez se trata de parar la maquinaria parlamentaria. Si no permiten que aparezca por delegacion manana, tendran que esperar por aqui hasta que se ponga bueno antes de que puedan levantar la sesion y dedicarse al asunto mucho mas importante de hipnotizar a los votantes. En realidad la Asamblea se ha estado reuniendo cada dia y levantando la sesion por falta de quorum, desde la dimision de Quiroga. Esta Asamblea esta mas muerta que el fantasma de Hamlet, pero tenemos que enterrarla de acuerdo con la Constitucion.

—De acuerdo…, pero supongamos que algun idiota se opone.

—Nadie lo hara. ?Oh! podria forzar una crisis de Gobierno. Pero no sucedera.

Ninguno de los dos dijo nada mas. Dak no hizo ningun movimiento para marcharse.

—Dak, ?las cosas serian mas sencillas si yo me presentase y pronunciase ese discurso?

—?Caramba! Creia que ya habiamos discutido ese punto. Usted mismo ha decidido que no debiamos arriesgarnos a otra actuacion a menos que se declarase fuego en la casa. En general, estoy de acuerdo con usted. Ya sabe aquello del cantaro y la fuente.

—Si. Pero eso no sera mas que un paseo, ?no es asi? ?Con los movimientos tan concretos como en el teatro? ?Hay alguna posibilidad de que alguien se presente con alguna sorpresa que no sepa como contestar?

—Pues, no. De ordinario se esperaria que hablase con los chicos de la prensa, despues de la reunion, pero su reciente enfermedad nos servira de excusa. Podemos hacerle pasar por un tunel reservado y evitar el encontrarnos con los periodistas —sonrio e hizo un gesto—. Bien, siempre existe la posibilidad de que algun loco en las galerias del publico haya conseguido entrar una pistola… Bonforte siempre se referia a ese lugar como la galeria de tiro al blanco, despues de que le hirieron la pierna desde alli.

La pierna empezo a dolerme de repente.

—?Es que trata de asustarme?

—No.

—Pues tiene un modo raro de darme animos. ?Quiere que haga ese trabajo manana? ?O no?

—Naturalmente que quiero. ?Por que demonios piensa que he venido aqui en un dia tan ajetreado como hoy? ?Para charlar un rato?

El Presidente pro tempore golpeo con su martillo, el Capellan pronuncio una oracion que evitaba cuidadosamente cualquier diferencia entre una y otra religion… y todo el mundo callo. Los escanos estaban medio vacios pero la galeria estaba atestada de turistas.

Escuchamos la llamada ceremonial amplificada por los altavoces; el Sargento de Armas corrio con su maza hasta la puerta. Tres veces el Emperador exigio que se le franquease la entrada y tres veces se le nego. Luego solicito que se le concediera este privilegio y le fue concedido por aclamacion. Nos pusimos en pie mientras Willem ocupaba su asiento detras y un poco mas arriba del Presidente. Llevaba el uniforme de Almirante General y no le acompanaba su sequito, excepto el Presidente y el Sargento de Armas.

Entonces coloque mi varilla marciana debajo del brazo y me puse en pie en mi asiento del primer banco, dirigiendome al Presidente de la Asamblea como si el Soberano no estuviese presente. Pronuncie mi discurso, que no era el mismo que Corpsman habia escrito; aquel habia ido a la papelera tan pronto como le puse la vista encima. Bill habia preparado un discurso con vistas a la campana electoral; y aquel no era el momento ni el lugar para ello.

El mio era mucho mas corto, imparcial y escogido de las obras de Bonforte, era en realidad una parafrasis del discurso que pronuncio Bonforte en otra ocasion en que formo Gobierno regente. Me mostre partidario decidido de buenas carreteras y buenos puentes y desee que todos se amasen los unos a los otros del mismo modo que nosotros, los buenos democratas, amamos a nuestro soberano y el nos quiere a nosotros. Era un poema en verso de unas quinientas palabras, y si me aparte del discurso original de Bonforte, es que me equivoque al recitar mi papel.

Tuvieron que imponer orden en la sala.

Roger se levanto y presento una mocion para que se confirmaran los nombres que yo habia mencionado en mi discurso… Fue apoyado sin objeciones y el secretario saco una bola blanca. Mientras atravesaba el pasillo central, seguido por un miembro de mi partido y otro de la oposicion, pude ver como muchos de los asistentes miraban sus relojes como si se preguntasen si tendrian tiempo de alcanzar el cohete de enlace del mediodia.

Jure lealtad a mi Soberano, sujeto a las limitaciones constitucionales, jurando defender y continuar los derechos y privilegios de la Asamblea Interplanetaria, proteger las libertades de los ciudadanos del Imperio en cualquier lugar en que se hallasen… e incidentalmente cumplir con mis deberes como Ministro Supremo de Su Majestad. El Capellan se equivoco una vez al leer el juramento, pero yo le corregi.

Pense que lo estaba haciendo en forma excelente para ser una funcion de despedida… cuando me di cuenta de que estaba llorando de tal forma que casi no veia nada. Cuando termine, Willem me dijo en voz baja:

—Un buen discurso, Joseph.

No se si se referia a mi o a su viejo amigo… pero no me importo. No quise ocultar mis lagrimas; deje que corriesen por mis mejillas mientras me volvia a la Asamblea. Espere que Willem se marchase y luego levante la sesion.

La Compania de Transportes Diana Ltd, puso en servicio cuatro cohetes de enlace aquella tarde. New Batavia quedo desierta… es decir, desierta excepto por la Corte y un millon mas o menos de carniceros, panaderos, fabricantes de cirios y empleados del Estado… y ademas un Gobierno provisional.

Como ya estaba repuesto de mi resfriado, despues de aparecer publicamente ante la Asamblea Interplanetaria, ya no parecia logico que siguiera escondiendome. Como Ministro Supremo no era posible, sin causar muchos comentarios el que no se me viese nunca; como jefe nominal de un partido politico a punto de entrar en una campana electoral, me veia obligado a recibir a muchas personas… por lo menos a bastantes. De modo que hice lo que tenia que hacer y todos los dias recibia un informe de los progresos de Bonforte hacia su recuperacion. Sus progresos eran alentadores, aunque lentos. Capek me informo que ya era posible, si resultaba absolutamente necesario, el que se presentara en publico en cualquier momento… pero aconsejo que no se hiciera; habia perdido casi diez kilos y su coordinacion era pobre.

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