listas de candidatos.

Cuando Dak y Roger entraron en mi despacho, yo estaba trabajando en un discurso y le habia dicho a Penny que no dejase pasar a nadie a menos que llevara la camisa incendiada. La noche anterior, Quiroga habia pronunciado un discurso absurdo en Sidney, Australia, y era tal la naturaleza de sus manifestaciones, que no me seria dificil hacer que se tragase sus palabras. Estaba intentando redactar el discurso sin ayuda de nadie, y tenia muchas esperanzas de que resultaria aprobado por los demas.

Cuando entraron, me recline en la silla y les dije:

—Oigan esto —y les lei un par de los parrafos principales—. ?Que les parece?

—Con eso podremos arrancarle la piel y clavarla en la puerta —admitio Roger—. Aqui tiene la lista de los “incondicionales”, Jefe. ?Quiere repasarla? Tenemos que asistir a la reunion dentro de veinte minutos.

—?Oh, esa maldita reunion! No veo la necesidad de que yo repase la lista. ?Hay algo de particular que quieran explicarme?

Sin embargo, cogi la lista de las manos de Roger y le di una ojeada. Los conocia a todos por sus fichas y a unos cuantos por haberme visitado; conocia la razon por la cual uno de ellos tenia que ser elegido.

Luego un nombre me salto ante los ojos: Corpsman, William J.

Trate de dominar lo que creia que era una irritacion justificada y dije en voz baja:

—Veo que Bill esta en la lista, Roger.

—?Oh, si! Queria hablarle de eso. Mire, Jefe, como todos sabemos, han habido ciertas discusiones entre usted y Bill. No es que le eche la culpa a usted, ha sido Bill el causante. Pero siempre existen dos lados en una discusion. Lo que quiza usted no sabe es que Bill tiene un tremendo complejo de inferioridad; eso le hace muy suspicaz. Ahora lo arreglaremos.

—?Bien?

—Si. Es lo que el siempre ha deseado. Mire, todos nosotros tenemos categoria oficial, somos miembros de la Asamblea, quiero decir. Hablo de los que trabajamos cerca de… ?uh! de usted. Bill se resiente. Le he oido decir, despues de unas cuantas copas, que el no es mas que un empleado. Esta amargado por eso. No le importa, ?no es cierto? El Partido puede hacerlo y creemos que vale la pena, a cambio de eliminar fracciones en nuestro Cuartel General.

Yo habia conseguido dominarme por completo.

—Todo esto no me atane a mi. ?Por que tiene que importarme, si eso es lo que Bonforte quiere?

Capte una mirada entre Dak y Roger. Anadi:

—?Es eso lo que Bonforte quiere? ?No es asi, Dak?

Dak respondio bruscamente:

—Diselo, Roger.

Roger dijo lentamente:

—Dak y yo lo hemos arreglado entre los dos. Creemos que es lo mejor.

—?Entonces Bonforte no ha aprobado la designacion? Se lo habran consultado, desde luego.

—No. No lo hemos hecho.

—?Por que no?

—Jefe, este no es un asunto para molestar a Bonforte. Esta enfermo y muy cansado. No quiero preocuparle con nada que no sea una decision politica importante… y esto no lo es. Se trata de un distrito que tenemos ganado sea quien sea el que se presente a la eleccion.

—Entonces, ?por que me lo preguntan a mi?

—Bien; creimos que deberia saberlo… y la razon del porque lo hacemos. Creemos que deberia aprobarlo.

—?Yo? Me piden que tome una decision como si yo fuese Bonforte. Yo no soy Bonforte —golpee la mesa con un gesto nervioso acostumbrado en el—. O bien esta decision debe tomarla Bonforte y entonces tienen que consultarle a el o no lo es y entonces no tienen por que consultarme a mi.

Roger mordio la punta de su cigarro y luego dijo:

—De acuerdo. Hagase cuenta de que no le he dicho nada.

—?No!

—?Que quiere decir?

—Quiero decir ?no! Ya me lo han preguntado; por lo tanto, es que no estan seguros de ello. De modo que si esperan que yo presente esta lista a la Comision como si yo fuese Bonforte, entonces entren ahi dentro y se lo preguntan a el.

Los dos se sentaron y se quedaron silenciosos por un momento. Por fin Dak suspiro y dijo:

—Dile todo lo demas, Roger. O se lo dire yo.

Espere. Clifton se quito el cigarro de la boca y dijo:

—Jefe, Bonforte ha tenido un ataque hace cuatro dias. No se encuentra en condiciones de ser molestado.

Me quede inmovil y empece a contar hasta cien. Cuando me hube repuesto de la sorpresa, pregunte:

—?Como esta su mente?

—Su mente parece bastante despejada, pero se encuentra terriblemente fatigado. Aquella semana que paso prisionero fue una tortura mayor de lo que pensamos. El ataque lo ha tenido inconsciente durante veinticuatro horas. Ahora se ha repuesto, pero el lado izquierdo de su cara esta paralizado y todo su costado izquierdo completamente inmovil.

—?Uh!… ?Que es lo que dice el doctor Capek?

—Cree que cuando el coagulo se disuelva, la paralisis desaparecera. Aunque tendra que llevar una vida reposada. Pero Jefe, en estos momentos esta enfermo. Tenemos que seguir adelante durante el resto de la campana sin contar con su ayuda.

Senti la misma impresion que cuando habia perdido a mi padre. Nunca habia visto a Bonforte y no tenia otra ayuda de el que unas cuantas correcciones en un papel hechas con una mano temblorosa. Pero aquello me servia de sosten moral. El simple hecho de que se encontrara en aquella habitacion cercana habia hecho que todo fuese posible.

Respire profundamente, como un boxeador antes de entrar en combate, y dije:

—De acuerdo, Roger. Tendremos que hacerlo solos.

—En efecto, Jefe —se puso en pie—. Tenemos que marcharnos a la reunion. ?Que hay de eso?

Hizo un gesto hacia la lista de “incondicionales”.

—?Oh!

Trate de pensar con rapidez.

Era posible que Bonforte quisiera recompensar a Bill con el privilegio de poder llamarse Muy Honorable, para hacerle feliz. Bonforte no era tacano con esas cosas; no era del tipo que ata la boca de los caballos que muelen el grano. En uno de sus ensayos politicos habia dicho: “Yo no soy un intelectual. Si poseo algun talento especial es el de escoger colaboradores de gran capacidad y dejarles trabajar tranquilos”.

—?Cuanto tiempo ha trabajado Bill con el? —pregunte de repente.

—?Eh? Cosa de cuatro anos. Un poco mas.

No habia duda de que a Bonforte le gustaba su trabajo.

—En ese tiempo, ?ha habido unas elecciones generales, no es cierto? ?Por que no le hizo Representante en aquella ocasion?

—Pues, no lo se. Nunca se presento la ocasion.

—?Cuando hizo nombrar a Penny?

—Hace tres anos. En una eleccion secundaria.

—Ahi tiene su respuesta, Roger.

—No le comprendo.

—Bonforte podia haber hecho nombrar Representante a Bill en cualquier momento. No quiso hacerlo. Quite su nombre y pongan en su lugar a uno de los que estan dispuestos a dimitir cuando queramos. Si luego… si es que se siente dispuesto a ello.

Clifton no hizo comentarios. Simplemente recogio la lista y dijo:

—De acuerdo, Jefe.

Aquella misma noche Bill presento su dimision. Supongo que Roger se veria obligado a decirle que su

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