emplear mas de veinte segundos en toda la transformacion… Podia hacerlo dormido;
Me volvi hacia Broadbent y este se quedo sin aliento.
—?Dios santo! Casi no puedo creerlo.
Segui en mi papel de Benny Grey y ni siquiera sonrei. Lo que Broadbent no sabia era que en realidad el maquillaje no era necesario. Desde luego, la pintura ayuda al actor, y yo la habia usado principalmente porque el esperaba que lo hiciese: como todos los no iniciados, creia que las transformaciones se lograban con pintura y polvos.
Dak seguia mirandome.
—Es increible —dijo con admiracion—. Oiga, ?podria hacer algo parecido conmigo? ?Algo rapido?
Estaba a punto de admitir que no, cuando me di cuenta de que su pregunta desafiaba mi orgullo profesional. Me senti tentado de decirle que si mi padre le hubiese tomado bajo su tutela a la edad de cinco anos, ahora posiblemente estaria capacitado para vender entradas en una barraca de feria, pero luego lo pense mejor.
—?Solo quiere estar seguro de que no le reconoceran?—pregunte.
—Si, si. ?No podria maquillarme, o ponerme una nariz falsa, o algo por el estilo?
Menee la cabeza.
—No importa como le maquillase, siempre pareceria un nino disfrazado para el carnaval. Usted no puede actuar, y nunca aprendera a su edad. No tocaremos su rostro.
—?Eh? Pero con esta nariz que tengo. . .
—Escucheme. Cualquier cosa que hagamos con esa nariz solo servira para que la gente se fije en ella, puedo asegurarselo. Sin embargo, creo que bastara con que si nos encontramos con un conocido suyo, este le mire y se diga: “Caramba, ese tipo alto me recuerda a Dak Broadbent. No es Dak, desde luego, pero se le parece mucho”. ?Que opina de eso?
—Pues… creo que es lo que necesito. Mientras esa persona este segura de que no soy yo, todo ira bien. Se supone que ahora me encuentro en… Bien, en estos momentos no deberia estar en la Tierra.
—Su amigo estara completamente seguro de que no es usted, porque cambiaremos su manera de andar. Ese es su rasgo mas distintivo. Si su modo de caminar no es el mismo, entonces no puede ser usted… debe de tratarse de algun otro hombre alto y musculoso que se le parece.
—Bien, enseneme como debo andar.
—No, nunca lo aprenderia. Yo le obligare a que camine tal como yo quiero que lo haga.
—?Como?
—Pondremos un punado de piedrecitas o algo equivalente en la puntera de sus zapatos. Eso hara que encoja los dedos de los pies y le obligara a caminar erguido. Le sera imposible deslizarse sobre el suelo con ese paso felino propio de un piloto. Mmmm… Ademas, le pondre una tira de cinta adhesiva de un hombro al otro para que no se olvide de sacar el pecho. Con eso bastara.
—?Cree que nadie podra reconocerme solo porque camine de manera distinta?
—Desde luego. Un conocido suyo no sabra explicar por que se siente seguro de que no es usted, pero el mismo hecho de que su conviccion sea subconsciente y sin explicacion no le dejara la menor duda sobre ello. Bueno, le maquillare un poco, para que se sienta mas tranquilo, pero en realidad no es necesario.
Regresamos juntos al salon de la suite que ocupaban. Yo seguia en mi papel de Benny Grey; una vez que adopto cualquier papel, necesito un esfuerzo consciente de la voluntad para volver a asumir mi propia personalidad. Dubois estaba hablando por el videofono; levanto la vista, me miro un momento y se quedo con la boca abierta. Salio corriendo de su rincon y exclamo:
—?Quien es ese? ?Y donde esta nuestro actor?
Despues de su primera mirada, se dirigia a Broadbent, sin molestarse en examinarme con detenimiento. Benny Grey es un tipo de aspecto tan insignificante y vulgar que no hay necesidad de mirarle dos veces.
—?Que actor? —conteste, con el murmullo opaco y descolorido de Benny.
Aquello hizo que Dubois se volviera hacia mi. Me miro, y luego sus ojos se clavaron en mis ropas. Broadbent estallo en una risotada y le palmeo la espalda.
—?Y tu decias que no podia actuar? —Luego anadio, cortante—: ?Has hablado con todos, Jock?
—Si.
Dubois me contemplo perplejo y luego aparto la vista.
—Bien. Tenemos que salir de aqui dentro de cuatro minutos. Veamos con que rapidez puede transformarme, Lorenzo.
Dak se habia quitado un zapato, y se levanto la camisa a fin de que yo pudiera colocarle la cinta adhesiva en los hombros. De pronto se encendio la luz que habia sobre la puerta y el zumbador de llamada empezo a sonar. Dak se quedo inmovil.
—Jock, ?esperamos a alguien?
—Probablemente es Langston. Me dijo que trataria de ponerse en contacto con nosotros antes de marcharnos.
Dubois se dirigio hacia la puerta.
—Quiza no sea el —apunto Broadbent—. Puede que…
No llegue a saber quien pensaba Broadbent que podia ser, porque Dubois ya abria la puerta. Encuadrado en el dintel, semejante a un espectro de pesadilla, aparecio un marciano.
Por un segundo que parecio toda una vida de agonia, no pude ver mas que al marciano. No me fije en el humano que le seguia, ni vi la varita mortal que el marciano llevaba en uno de sus seudomiembros.
Luego el marciano se deslizo dentro de la habitacion, el humano que iba con el le siguio, y la puerta volvio a cerrarse automaticamente. El marciano grazno:
—Buenas tardes, caballeros. ?Acaso piensan marcharse?
Me quede helado, sin poder pensar en nada, bajo los efectos de un agudo ataque de xenofobia. Dak estaba en desventaja por hallarse a medio vestir. Pero el pequeno Jacques Dubois actuo con un sencillo heroismo que le convirtio en mi hermano aun en el mismo momento de morir… Se lanzo de cabeza contra aquella varita mortal. De frente… sin intentar esquivar su destructor disparo.
Debio de morir, con un agujero en el vientre por el que se podia pasar el brazo, antes de llegar al suelo. Pero no solto su presa, y el seudomiembro se estiro como si fuese de goma y luego se partio a unos centimetros del cuello del monstruo. El pobre Jock aun tenia la varita entre las manos.
El terrestre que habia seguido a aquella cosa maloliente y maligna al interior de la habitacion tuvo que hacerse a un lado para poder disparar… pero cometio un error. Debio atacar primero a Dak y luego a mi. En vez de eso, desperdicio su primer tiro sobre Jock, y ya no tuvo tiempo de volver a disparar, porque Broadbent le deshizo el rostro de un solo tiro. Hasta entonces no supe que Dak iba armado.
Privado de su arma, el marciano no intento la huida. Dak se le acerco de un salto y dijo:
—?Ah, Rrringriil, te saludo!
—Te saludo, capitan Dak Broadbent —grazno el marciano, y luego anadio—: ?Avisaras a mi nido?
—Avisare a tu nido, Rrringriil.
—Te doy las gracias, capitan Dak Broadbent.
Dak estiro el brazo, con el largo y huesudo indice extendido, e introdujo este en el ojo del marciano, empujando con todas sus fuerzas hasta que los nudillos presionaron contra la caja craneana del monstruo. Luego retiro la mano y su dedo aparecio banado en un liquido verdoso. Los miembros nudosos del extrano ser se replegaron hasta el interior del tronco en un espasmo reflejo, pero aun despues de su rapida agonia el marciano siguio erguido sobre su base. Dak se retiro con rapidez hacia el lavabo, y oi como se lavaba las manos. Yo me quede alli plantado, casi tan inmovil como el ya difunto Rrringriil.
Broadbent aparecio de nuevo, secandose las manos con el faldon de la camisa, y se dirigio hacia mi.
—Tenemos que limpiar todo esto. No nos queda mucho tiempo.
Parecia que hablaba de un vaso de agua derramada.
Barbote una frase incomprensible, tratando de hacerle entender que yo no queria saber nada de todo aquello, que lo mejor seria llamar a la policia, que mi mayor deseo era salir de alli antes de que esta llegase, que