Kelly tenia los labios apretados.
—Mirate, con ese uniforme. Como si estuvieras en una ceremonia de la Academia. Sabes perfectamente bien que aqui no hacemos esas cosas, pero tu… tienes que ser el superheroe. El eterno e intrepido campeon.
—Y tu guardas tu uniforme en un armario, para que todo el mundo crea que eres el Senor Buen Tipo, ?no? ?Alguna vez te han disparado?
—Eso no tiene nada que ver con…
—?Al demonio que no! ?Sabes por que estas aqui, Senor Buen Tipo? ?Sabes por que puedes pasearte por la Luna y coleccionar rocas y ascender cada tres anos?
—Vamos, un momento…
Colt lo hizo callar con su largo indice apuntandole a la cara.
—Tu estas aqui en la Luna , mayor Kelly, porque es mas barato abastecer las estaciones orbitales desde la Luna que desde la Tierra. Esa es la razon. Me importa un bledo que haya cientificos aqui, o que se salven lisiados. La unica razon por la que los contribuyentes de los Estados Unidos mantienen este palacio de hadas, es que es mas barato que poner en orbita los abastecimientos desde la Tierra. ?Esta claro eso?
Kelly estaba palido ahora.
—No se podia esperar otra cosa de ti. ?Trajiste tambien algunas bombas?
Colt se echo hacia atras y rio.
—Vamos, amigo, sabes muy bien que las bombas estan prohibidas en el espacio. Firmamos un tratado con los rusos hace unos treinta anos. Nada de armas de destruccion masiva. Seguro que si se hiciera una inspeccion en Lunagrad no se encontrarian mas de tres o cuatro granadas.
—Senores, se supone que son ustedes oficiales y caballeros —intervino Kinsman—. ?Por que no tratan de actuar de acuerdo a eso? Estan dando un gran espectaculo.
Kelly miro por sobre su hombro. La gente en casi todas las mesas estaba observandolos. Los rusos tambien. Colt simplemente se echo hacia atras y jugueteo con el tenedor. Con mucha suavidad, Kelly le dijo a Kinsman:
—Chet, casi me habias convencido de que trajera a mi familia. Pero veo que es inutil. Solo hace falta un punado de hombres de Neanderthal para arruinarlo todo, tanto en la Tierra como en la Luna.
Se levanto y salio rapidamente de la cafeteria, dejando su cena intacta sobre la mesa. Colt hizo un gesto con los labios y miro a Kinsman.
—Es demasiado blando para ser un oficial.
—Es un buen hombre, Frank.
—Si, pero los buenos tipos llegan ultimos. Y en una carrera entre dos, solo sobrevive quien llega primero.
Terminaron de comer en silencio. La cena de Kelly se enfriaba junto a ellos, como mudo recuerdo de sus diferencias.
Kinsman llevo a Colt a sus propias habitaciones despues de la cena.
—Tengo una botella de licor casero —dijo, mientras Colt se hundia en el sillon de la salita—. A ver que te parece.
Kinsman abrio la puerta corrediza que separaba la
—Es algo asi como una cruza entre vodka y tequila. Lo hicieron los muchachos del laboratorio de quimica.
Colt estaba estirado comodamente en el sillon.
—?Sabes? —dijo, mientras aceptaba el vaso plastico que Kinsman le alcanzo—. Me habia olvidado de los lujos que tienen ustedes aqui. Una sala, un dormitorio, cocina, toda la energia electrica que quieran, toda clase de pantallas visoras y aparatos… ?Fantastico!
Kinsman acerco la unica silla que habia en la sala. Era un artefacto tejido que habia sido rescatado de un escarabajo destrozado en un accidente.
—Bueno, si… me imagino que esto es bastante comodo, comparado con las estaciones orbitales.
—?Comparado con la Tierra , hombre! —dijo Colt, efusivamente—. Comparado con la misma Tierra.
Levanto su vaso y Kinsman devolvio el saludo. El coronel bebio cuidadosamente, dejando que el ardiente liquido se deslizara por la lengua. Colt lo hizo de un golpe.
—?Aaajjj! —Colt apreto los ojos y sacudio la cabeza—. ?Fiuu! Estupendo laboratorio tienes, hombre.
—Hacen buenas cosas —admitio Kinsman sonriendo.
—En su tiempo libre, por supuesto. No estaran gastando dinero de los contribuyentes en frivolidades…
—En su tiempo libre —confirmo Kinsman—. Y bajo cuidadoso control de la gerencia. No me interesan las operaciones de destilacion clandestina aqui arriba.
Colt bebio un poco mas. Levanto el vaso y lo admiro.
—Puro y autentico combustible para cohetes —dijo, y se bebio el resto.
Kinsman apoyo su vaso sobre la consola de telefonos que estaba junto al sillon. Colt hizo lo mismo.
—Frank… Realmente, no deberias ensanarte con un muchacho como Kelly del modo en que lo hiciste.
—Oh, vamos… El me ataco.
—Lo se. Esta asustado. Su mujer y sus ninos viven cerca de una base militar.
—?Y que quieres que haga yo? ?Que ponga la otra mejilla?
—Me encantaria ver eso —sonrio Kinsman.
Colt extendio sus manos.
—Mira, Chet…, tratare de llevarme bien con estos pacifistas que tienes aqui. Pero yo debo hacer mi trabajo, y lo hare. Si para eso es necesario golpear algunas cabezas o herir egos delicados, no es culpa mia. Hay que preparar esta base para un ataque.
—Lo se —admitio Kinsman—. Pero… evita herir a los demas, si puedes. La mayoria no esta de acuerdo contigo. No esta bien presionarlos tanto.
—Si, mi amo —bromeo Colt, o quizas solo bromeaba a medias. Abandono el sillon y comenzo a arrastrar los pies hacia la puerta—. La gente de color sabemos cual es nuestro lugar, mi amo. No queremos crear problemas.
—Vete al infierno —dijo Kinsman, riendose.
—Hasta manana —dijo Colt, ya en la puerta.
—?Sabes como llegar a tus habitaciones?
—Llegaria aun con los ojos vendados.
—Buenas noches, Frank.
Tan pronto como Colt cerro la puerta, Kinsman se inclino y apreto el boton de la consola telefonica. La pantalla se ilumino, aunque no aparecio ninguna imagen.
—Pat Kelly, por favor.
Durante un momento el telefono murmuro, y luego la voz grabada de la computadora respondio:
—
—Encuentrelo.
Pasaron unos cuantos minutos antes de que la cara de Kelly apareciera en la pantalla. Todavia se lo veia tenso, con los labios apretados.
—?Donde estas? —pregunto Kinsman.
—Corredor C, area veinte. Estaba caminando… calmandome. Pensando.
—Muy bien. Ahora escucha. Quiero que te metas esto en la cabeza: Colt sera el segundo jefe…, pero he creado el cargo de ayudante mio. Y quiero que ocupes ese lugar. No tienes que volver a la Tierra , y puedes traer a tu familia.
La voz de Kelly no tenia ninguna expresion.
—No mientras el este aqui. No serviria de nada.
—Va a servir si
—Yo… no sabia…
—Pero por muy amigos que seamos —continuo Kinsman—, nunca sabre que significa ser negro. Tampoco