—Tenemos a uno de sus pacientes en nuestra sala de terapia intensiva. Un cardiaco.
—Chet, se supone que esto es una instalacion militar. Ya es bastante malo tener que vivir con el enemigo al lado…
—Vamos, hombre, calmate —reacciono Kinsman—. Esas personas no son nuestros enemigos. —Colt sacudio la cabeza cautamente. Kinsman continuo—: No hay aqui actividad militar suficiente como para preocuparse. Tu lo sabes, Frank.
—Suponte que dejaras de proveer alimentos y oxigeno a las estaciones espaciales. ?Que pasaria entonces?
—?Oh, vamos!
—No. Hablo en serio, Chet. —Colt pincho el tenedor en su biftec. Era el primero que comia en muchos meses—. Supongamos que ellos destruyeran Moonbase, o que la tomaran. ?De que vivirian los muchachos de las estaciones espaciales?
— La Tierra se encargaria de eso, por supuesto.
—?Ah, si? ?Sabes el tiempo que demoraria organizarlo? ?Y los costos? Si destruyen Moonbase, arruinan tambien nuestras estaciones espaciales. Y ellos ganan la batalla. Serian los duenos de todo lo que esta por encima de la superficie de la Tierra. ?Y eso significa ser duenos del planeta!
—Eso no ocurrira, Frank.
—Pero
De pronto Kinsman sintio que ya no estaba enojado.
—Me parece que tendria que haber mirado tus ordenes, despues de todo.
—No te hubieras enterado de nada. Murdock me hablo personalmente. Cree que tu eres demasiado blando, y espera que yo evite cualquier desastre. Esa es la razon por la que estoy aqui.
—Fantastico —replico Kinsman. Alejo de si la bandeja—. Y el proximo paso sera prepararse para apoderarnos de Lunagrad.
—Es posible.
—Eso es estupido —reacciono Kinsman.
—?Te parece?
—Frank, ?te acuerdas de Cy Calder?
—?Quien?
—Hace mucho tiempo. En la epoca en que estudiabamos juntos. Cyril Calder. Era un periodista de…
Una expresion de reconocimiento aparecio en la cara de Colt.
—Ah, si, el viejo petimetre. Tendria unos noventa anos.
—No tanto —dijo Kinsman—. Una vez me conto una anecdota… de cuando pilotaba un bombardero en la Primera Guerra.
—No sabia que era piloto.
—Fue uno de los primeros. Al principio de la guerra salia en misiones de bombardeo en una cabina abierta, con la bufanda al viento, en fin, ya conoces eso.
—Si, sin tantas asquerosas complicaciones.
Kinsman sonrio al recordar el relato de Colder.
—Volaba un bombardero de dos plazas. Tenia que hacerlo crujir para obtener la maxima altitud cuando sobrevolaba las trincheras, unos mil quinientos metros. Los soldados de las trincheras disparaban a cualquier aeroplano. Detestaban a los que volaban.
Colt se rio.
—Cy volaba principalmente de noche. Nunca veia otro avion en el cielo. Entonces, una noche, cuando regresaban de una mision, se cruzaron con un enorme Gotha aleman que regresaba de una incursion sobre la zona de los aliados.
—?Y entonces?
—Cy saludo con la mano al piloto aleman, y este le devolvio el saludo. Ambos estaban emocionados de encontrarse con alguien alla arriba.
—Que dias aquellos —murmuro Colt.
—Pues bien, pocos segundos despues de haberse cruzado, el artillero de Cy se volvio hacia el y grito, para poder ser oido entre el ruido de los motores: “Ese era un aleman. ?Por que demonios lo has saludado? ?Volvamos, hay que derribar al bastardo!”
Colt asintio con la cabeza.
—Cy alejo al artillero con la mano y le dijo: “?Estupido cretino, ya es bastante peligroso estar volando aqui arriba como para que ahora comencemos a disparar sobre la gente!”
Colt comenzo a reir, pero nunca llego a ser mas que una risita ahogada.
—Esta bien. Ya veo. Esto es bastante peligroso sin tener que comenzar a disparar sobre la gente. Pero… yo tengo mis ordenes. Y es bastante posible que tus amigos rusos no hayan oido ese relato.
—Cualquiera que haya estado algun tiempo en la Luna conoce ese relato —dijo Kinsman, lentamente—. Han ayudado a nuestros muchachos mil veces, y nosotros hemos hecho lo mismo con ellos. La mayor parte de ellos habla ingles, y muchos de los nuestros hablan ruso. Aqui vivimos juntos, Frank. En paz.
—Y una mierda —Colt exagero su acento deliberadamente—. Si fuera por ti, pronto comenzarian a entonar canticos religiosos en coro. Asi que viven en paz, ?eh? ?Por cuanto tiempo, companero? ?Lo sabes? ?Que ocurrira cuando reciban ordenes desde la Tierra y tengan que hacer otra cosa?
Lentamente, Colt apoyo el pulgar contra la mesa como si estuviera aplastando un insecto. O apretando el boton de FUEGO. Kinsman no dijo nada. Y Colt continuo:
—El gran momento se acerca, mi amigo. Todas estas operaciones con los satelites. Ademas, un imbecil de la Marina consiguio que le dispararan cerca del Polo Sur…
—?Como? —Kinsman sintio como si un rayo de miedo y sorpresa atravesara sus tripas.
Colt movio su cabeza afirmativamente.
—Asi es. Hace un par de dias. La presion esta subiendo.
—?En la Antartida ? ?Se estan disparando unos a otros en una zona internacional?
—?Y por que no? Los yacimientos de carbon mas grandes del mundo se encuentran alli. La lucha comenzara por ese motivo…, o por cualquier otro. Posiblemente sea otra vez el Medio Oriente; todavia queda algo de petroleo por ahi. El momento se acerca, mi amigo. Mucha gente hambrienta, y recursos insuficientes para alimentarlos a todos. Eso provocara la lucha, tarde o temprano. No hay nada que podamos hacer para impedirlo.
Kinsman abrio la boca, pero no encontro palabras para expresarse. Se quedo ahi sentado, derrotado. Luego vio a Pat Kelly que se acercaba, con su cena en una bandeja.
—?Molesto si me siento con ustedes? —pregunto Kelly. No espero una respuesta: coloco su bandeja junto a la de Colt y movio la silla.
—Frank, ya conoces a Pat, ?verdad? —dijo Kinsman.
Mientras Kelly se sentaba, Colt hizo un gesto afirmativo con la cabeza.
—Acabas de ascender a mayor, ?no?
—Aha —respondio Kelly—. Y pronto mi grado sera mas alto que el tuyo, Relampago.
Su habitual cara de conejo estaba tensa, casi enojada, cargada de ansiedad. Colt le lanzo una mirada perezosa.
—No tengo pensado retirarme tan pronto. ?Y que es esa tontera de “Relampago”?
Kelly se encogio de hombros y dijo:
—Tienes fama de ser un intrepido piloto, ?sabias?
—No. No lo sabia. Cuentamelo ahora.
Sentado ahi, Kinsman observo lo que ocurria. Se sentia impotente y fascinado al mismo tiempo. Kelly era un buen hombre, inteligente y dedicado. Frank Colt era igualmente inteligente, posiblemente mas. Y sea lo que fuere lo que ardia en su interior, era mucho mas caliente que la debil llama de Kelly. Kinsman lo sabia por experiencia. Habia algo en Colt que provocaba la inquietud. La gente lo queria como a un hermano… o lo odiaba.