pregunto:
—?Cuantos hombres tiene Stahl alla?
El muchacho reviso las hojas.
—Turnos de guardia, personal… ?Aqui esta! —Saco una de las hojas del manojo—. Segun esta lista, hay treinta y cinco hombres… no, treinta y tres. Hay dos en la enfermeria.
—?Cuantas mujeres hay? —pregunto el muchacho que tenia la taza de cafe en la mano.
—Unas diez, aproximadamente.
—Ellas no lucharan.
—?Eso es lo que crees! Dales una pistola y dispararan como cualquier otro hombre. —Ellas luchan, como Kinsman sabia, y tambien mueren.
El otro joven que estaba de pie parecio recobrarse.
—La provision de armas pequenas esta en el Nivel Cuatro, ?verdad? Tendran ametralladoras.
Comenzaban a mostrarse preocupados. La seriedad de la situacion empezo a hacerseles evidente.
—Si Stahl esta en el Nivel Cuatro, entonces hemos quedado aislados del centro de comunicaciones, y…
—Y ellos separados de nosotros y de la plataforma de descarga.
Kinsman asintio con la cabeza. Lo que significa que la mitad de nuestros hombres no pueden llegar hasta nuestra via de escape a Selene.
—Oh, Senor…
Giro a medias sobre el banco y apreto el boton del telefono.
—Centro de Comunicaciones —pidio.
Rapidamente describio la situacion a los hombres de Comunicaciones.
—Si, senor, podemos verlos en las pantallas visoras desde aqui. Tienen armas, efectivamente, y estan comenzando a abrir algunos de los trajes presurizados de emergencia.
—Muy bien —dijo Kinsman—. Corten el suministro de aire en esa seccion.
—?Que?
—Digale a nuestros muchachos en el generador que cierren las bombas de aire del Nivel Cuatro. En quince minutos estaran todos inconscientes.
—Siempre que no tengan trajes presurizados.
—Solo hay unos pocos trajes ahi. No son suficientes para treinta y tres hombres —replico Kinsman.
—Pero tienen a tres de nuestros muchachos. Uno de ellos parece bastante mal herido. Tenemos que tratar de llevarlo a la enfermeria.
Kinsman dudo.
—Conecteme con el sistema de altoparlantes, solo para el Nivel Cuatro. Envie las respuestas solo a este telefono.
—Si, senor.
La portezuela del otro extremo del gimnasio se abrio, y un joven oficial entro abruptamente. Su ropa estaba manchada por la transpiracion, y pugnaba enloquecido por acercarse a Kinsman corriendo en la baja gravedad.
—Senor… llegue… lo mas rapido que pude.
Kinsman reconocio la voz; el miedo tambien se dibujaba en sus ojos.
—Esta bien, esta bien. Tranquilicese. Con calma. ?Que paso en el Nivel Cuatro?
—Yo… Es dificil decirlo, senor. Todo ocurrio muy rapido. Estabamos de guardia junto a la portezuela que comunica el salon de oficiales y sus habitaciones. Simplemente, atravesaron la portezuela. Hicieron explotar las trabas. Caimos al suelo. No tuvimos la menor posibilidad… Dispararon contra Polanski mientras estaba ahi…, en el pecho.
—?Como pudo escapar usted?
Uno de los jovenes le alcanzo una taza de cafe. Otro buscaba algo en el botiquin de primeros auxilios que habia abierto sobre la mesa.
—La explosion de la portezuela me arrojo detras de una mesa —dijo el muchacho. Tomo la taza de cafe, que salpico su temblorosa mano—. En el primer momento no me vieron. Me levante y vacie mi pistola de dardos sobre ellos. Se produjo una confusion entonces. Comenzaron a agacharse y caer, unos sobre otros. Me arrastre hasta la cocina y luego subi la escalera que lleva al Nivel Cinco.
—Muy bien, excelente. Eso era lo que habia que hacer —dijo Kinsman, tranquilizandolo.
El muchacho trago el cafe.
—Vi morir a Polanski. Le dispararon… No le dieron la menor posibilidad…
Su cara estaba congestionada. El oficial que estaba con el botiquin de primeros auxilios saco una hipodermica pulverizadora.
—Esta bien, todo esta bajo control —mintio Kinsman, y dirigiendose al oficial mas cercano, ordeno—: Busque rapido otro telefono. Digale a los muchachos que estan custodiando las portezuelas que desarmen los explosivos de las trabas.
—Si, senor. —El joven ya estaba corriendo antes de que Kinsman terminara de hablar.
El otro terminaba de beber el cafe justo en el momento en que el oficial le apoyo contra la manga la hipodermica pulverizadora.
—Solo es un tranquilizante —le dijo—. Te hara bien a los nervios.
—Le dispararon —murmuraba—. El mismisimo coronel Stahl… apunto su arma a Polanski y le disparo mientras estaba en el suelo.
El guerrero de la semana. Stahl conseguira una medalla de heroismo por disparar contra los muchachos.
El telefono llamo.
—Senor, las bombas del Nivel Cuatro tambien proveen de aire a algunas secciones del Nivel Tres. Entre ellas, el centro de comunicaciones donde estamos nosotros.
?Mierda!
—Sera mejor que se pongan los trajes presurizados, de prisa.
—Si, senor. —La voz sono claramente descontenta.
—?Que pasa con mi comunicacion con los altoparlantes del Nivel Cuatro?
—Esta todo listo, senor. Cuando usted quiera.
—?Estan cerradas las bombas?
Se produjo un silencio y se oyo el murmullo de una conversacion alejada del telefono.
—Si, senor. Acaban de cerrarlas en este momento.
—Muy bien —dijo Kinsman—. Conecteme con los altoparlantes.
—Conectando… Ahora.
Kinsman vacilo un momento. Luego comenzo:
—Coronel Stahl, habla Kinsman. Sera mejor que se detenga ahora, antes de que alguien sufra algun dano.
Durante un momento nada, salvo un zumbido, salio del enrejado del telefono. Luego se oyo claramente la voz de Stahl:
—?Kinsman, el juego ha terminado! Tienes cinco minutos para entregarte o recapturaremos la estacion, nivel por nivel. ?Tengo los hombres y las armas para hacerlo!
—Stahl, escucheme. No puede salir del Nivel Cuatro. Todas las portezuelas estan cerradas.
—Eso es lo que usted dice.
—Hemos desarmado las trabas explosivas.
—Tenemos mechas y explosivos de la seccion de ingenieros. Atravesaremos las portezuelas. Vamos. Kinsman, esta derrotado. Entreguese.
Siempre pasa lo mismo.