gente, ya que parece ser un lugr industrialmente atrasado, sino que han contratado a una flota mercenaria. ?Y por que este cargamento ha estado pudriendose en un deposito tanto tiempo? Porque ninguna de las grandes companias navieras lo va a llevar a una zona de guerra; los seguros no cubren tales casos. Lo que vale tambien para la mayor parte de los pequenos independientes; pero como yo no estoy asegurado, eso no va conmigo. — Sonrio afectadamente.

Elena parecia indecisa.

— ?Es peligroso cruzar el bloqueo? Si cooperas cuando te paran y registran…

— En este caso, creo que si. Sucede que el cargamento esta dirigido a la otra parte en pugna.

— ?Podrian apoderarse de el los mercenarios? Quiero decir, unidades roboticas o lo que sean no podrian ser clasificadas como contrabando; ?no tienen que atenerse a convenciones interestelares? — Sus dudas se convirtieron en desconfianza.

Miles se estiro, todavia sonriendo.

— Casi lo tienes. ?Cual es la exportacion mas famosa de Colonia Beta?

— Bueno, tecnologia de vanguardia, por supuesto. Armas y sistemas de armamentos… — Su desconfianza se convirtio en desaliento —. Oh, Miles…

— «Equipamiento agricola» — sonrio despectivamente —, ?apuesto a que si! De todas formas, esta este feliciano que afirma ser el agente de la compania compradora del equipo; esa es otra insinuacion, que deberian tener un hombre vigilando personalmente el cargamento. Lo primero que hare manana sera ir a verle, tan pronto como el sargento se levante. Y Mayhew; sera mejor que lleve a Mayhew tambien…

7

En el hotel, Miles paso revista a sus tropas antes de golpear la puerta de la habitacion. Aun en traje de civil, no podia confundirse al sargento con nada que no fuera un soldado. Mayhew — aseado, afeitado, descansado, comido y vestido con ropa limpia y nueva — parecia infinitamente mejor que ayer, pero todavia…

— Enderezate, Arde — aconsejo Miles — y trata de parecer profesional. Necesitamos conseguir este encargo. Creia que la medicina betana era lo suficientemente avanzada para curar cualquier resaca. Le vas a causar una mala impresion a este sujeto si te paseas agarrandote el estomago.

— Grm — mascullo Mayhew. Pero volvio a poner las manos a los lados y, mas o menos, compuso la postura —. Lo conseguiras, chico — dijo en tono de amarga clarividencia.

— Y vas a tener que dejar de Ilamarme «chico» — agrego Miles. Tu eres mi hombre de armas ahora, se supone que has de dirigirte a mi como «mi senor».

— ?Tomas realmente en serio ese asunto?

Paso a paso.

— Es como un saludo — explico Miles —. Saludas al uniforme, no al hombre. Ser Vor es… como usar un uniforme invisible que uno jamas puede quitarse. Mira al sargento Bothari, el me ha llamado «mi senor» desde que naci. Si el puede, tu puedes; eres su hermano-de-armas ahora.

Mayhew miro al sargento. Bothari le devolvio la mirada, con su rostro seno en extremo. Miles tuvo la impresibn de que si Bothari hubiera sido una persona mas expresiva, habria hecho un ruido grosero ante la idea de que Mayhew fuera su hermano-de-armas. Mayhew, evidentemente, recibio la misma impresion, porque se enderezo un poco mas y respondio:

— Si, mi senor.

Miles hizo un gesto de aprobacion y llamo a la puerta.

El hombre que los recibio tenia ojos almendra oscuro, pomulos altos, piel color cafe con crema y cabello cobre brillante, ensortijado como alambre y muy recortado. Sus ojos examinaron al trio ansiosamente, deteniendose un poco en Miles; solo habia visto el rostro de Miles esa manana, en la pantalla.

— ?Senor Naismith? Soy Carle Daum. Pasen.

Daum cerro la puerta tras ellos, rapidamente, y miro inquieto la cerradura. Miles dedujo que acababan de pasar por un detector de armas y que el feliciano estaba espiando los resultados. El hombre se volvio hacia ellos con un aire de nerviosa suspicacia, tocandose automaticamente el bolsillo derecho. Su mirada no reparaba en ninguna otra parte del pequeno cuarto de hotel, y los labios de Bothari se fruncieron con satisfaccion ante la inconsciente revelacion de Daum del arma que debia vigilar. Un inmovilizador legal, muy probablemente, penso Miles, pero uno nunca sabe.

— ?No desean sentarse? — los invito el feliciano.

Su habla le resultaba a Miles de una suave y curiosa resonancia; ni la llana nasalidad de los betanos, fuerte en las erres, ni la cortante y fria guturalidad de Barrayar. Bothari indico que preferia quedarse de pie y tomo posicion a la diestra de Daum, convenientemente alejado de la vision periferica del feliciano. Miles y Mayhew se sentaron delante de una mesa baja. Daum se sento frente a ellos, con la espalda hacia una «ventana»; en realidad, una pantalla iluminada con un panorama de lago y montanas de algun otro mundo. El viento, que estaba realmente aullando en la superficie, habria reducido esos arboles a palillos en un solo dia. La ventana eclipsaba a Daum, mientras revelaba a toda luz la expresion de sus visitantes. Miles admitio la buena eleccion de la perspectiva.

— Bien, senor Naismith — comenzo Daum — cuenteme algo sobre su nave. ?Cual es su capacidad de carga?

— Es un carguero RG. Puede cargar facilmente el doble del volumen declarado en su manifiesto, suponiendo que las cifras que dio en el sistema de comunicaciones sean las correctas…

Daum no reacciono ante la indirecta. En su lugar, respondio:

— No estoy muy familiarizado con las naves de saltos. ?Es rapida?

— ?Oficial piloto Mayhew? — dijo Miles, invitandole a contestar.

— ?Eh? Oh… ?Usted quiere decir aceleracion? Constante, solo constante. Presionamos un poco mas y al final llegamos aproximadamente igual de rapido.

— ?Es muy maniobrable?

Mayhew le miro fijamente.

— Senor Daum, es un carguero.

Daum apreto los labios con cierto fastidio. — Ya se eso. La pregunta es…

— La pregunta es — le interrumpio Miles —, ?podemos acelerar y dejar atras el bloqueo o evadirlo maniobrando? No. Como ve, ya he hecho mis deberes. La frustracion ensombrecio el rostro de Daum.

— Entonces, me parece que ambos estamos haciendonos perder el tiempo. Demasiado tiempo perdido… — Empezo a levantarse.

— La siguiente pregunta es, ?hay otra manera de hacer que el cargamento llegue a destino? Si, lo creo — dijo Miles firmemente.

Daum volvio a sentarse, tenso, desconfiado, esperanzado.

— Continue.

— Usted ya ha hecho bastante en el sistema de comunicaciones de Beta. Camuflaje; creo que su cargamento puede camuflarse suficientemente bien para pasar la inspeccion del bloqueo. Pero tendremos que trabajar juntos en eso, y con un poco mas de franqueza… — Miles hizo un calculo, basandose en el porte y en la edad del feliciano —. ?Mayor Daum?

El hombre se tenso. ?Aja!, penso Miles, le atrape al primer intento. Reprimio esa jactancia interna y mostro una suave sonrisa.

— Si es usted un espia peliano o un mercenario oserano, juro que le matare… — empezo a decir Daum. Bothari tenia los parpados caidos, en una pose de ficticia tranquilidad.

— No lo soy — dijo Miles —, aunque seria una buena estratagema si lo fuera. Le llevo a usted y a sus armas, le llevo hasta mitad del viaje y le hago salir y que camine. Aprecio su necesidad de cautela.

— ?Que armas? — dijo Daum, tratando tardiamente de recobrar su mascara.

— ?Que armas? — repitio Mayhew, en un nervioso y casi mudo susurro al oido de Miles.

— Sus rejas de arado y segadoras, entonces — dijo Miles condescendiente —. Pero sugiero que terminemos el juego y nos pongamos a trabajar. Soy un profesional (y si compras eso, tengo tambien a la venta

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