bien.

Apreto el cigarro entre los dientes, en plan agresivo, y entro en la sala principal de maquinas.

Miles reunio a toda la tripulacion de la nave en la sala de reuniones y ocupo el centro de la escena. Bothari, Elena, Jesek y Daum se colocaron por parejas en cada salida, fuertemente armados.

— Mi nombre es Miles Naismith. Represento a la Flota Mercenaria Dendarii.

— Nunca la he oido — respondio algun osado de entre la nube de rostros que rodeaba a Miles.

Miles sonrio causticamente.

— Si la hubieras oido, habrian rodado cabezas en mi departamento de seguridad. No hacemos publicidad. El reclutamiento se efectua unicamente por invitacion. Francamente — miro entonces uno por uno los rostros, relacionando las caras con sus nombres y pertenencias personales —, si lo que he visto hasta ahora representa el nivel general, ninguno de vosotros hubiera oido nunca nada de nosotros, a no ser por nuestra tarea aqui.

Auson, Thorne y el jefe de maquinas, sumisos y agotados tras catorce horas de haber sido arrastrados y rastreados acerca de cada herramienta, arma, soldadura, banco de datos y cuarto de suministros, de una punta a otra de la nave, apenas podian reaccionar. Pero Auson parecia nostalgico ante la idea.

Miles se paseo delante de su audiencia, irradiando energia como una comadreja enjaulada.

— Normalmente, no hacemos conscripcion de reclutas, y menos de entre materia prima tan tetrica como esta. Despues del rendimiento que mostrasteis ayer, personalmente yo no tendria ningun remordimiento en disponer de todos vosotros de la manera mas rapida, tan solo para mejorar el tono militar de esta nave. — Miro a todos con fiereza. Parecian nerviosos, inseguros; ?acaso habia por alli el mas leve rumor? Adelante —. Pero un soldado, mucho mejor de lo que la mayoria de vosotros podeis aspirar a ser, ha suplicado por vuestras vidas, en un gesto que la honra… — Senalo entonces con la mirada a Elena quien, ya sobre aviso, alzo el menton y adopto una especie de pose militar, y les presento a todos la fuente de esa inusual misericordia.

En realidad, Miles se preguntaba si ella no hubiera preferido empujar personalmente a Auson por la esclusa de aire mas cercana. Pero al asignarle el rol de «Comandante Elena Bothari, mi oficial ejecutiva e instructora de combate sin armas», se le ocurrio que tenia el montaje perfecto para un rapido asalto de buen tipo-mal tipo.

— Por eso es por lo que acepto el experimento. Para ponerlo en terminos que os sean mas familiares, el ex capitan Auson me ha cedido a mi sus contratos.

Esto suscito un murmullo de indignacion. Un par de hombres se levantaron de sus asientos; un precedente peligroso. Afortunadamente, vacilaron, como si no supiesen si acogotar primero a Miles o a Auson. Antes de que la agitacion pudiera convertirse en una marea irrefrenable, Bothari alzo apuntando su inhibidor con un sonoro movimiento. Tenia los labios retraidos en un gesto canino y sus ojos descoloridos resplandecian.

Los mercenarios perdieron su momento. La agitacion ceso. Los que se habian levantado volvieron a sentarse cuidadosamente, con las manos apoyadas discreta y torpemente en las rodillas.

Maldito, pensaba Miles, desearia provocar yo tambien ese temor… El truco de eso era, ay, que no habia ningun truco en absoluto: la ferocidad de Bothari era palpablemente sincera.

Elena apunto su inhibidor aferrandolo nerviosamente, los ojos engrandecidos; pero una persona obviamente nerviosa con un arma letal tambien tiene su sello de amenaza, y mas de un mercenario desvio la mirada hacia la otra posible fuente de fuego cruzado. Uno de ellos ensayo una prudente sonrisa de apaciguamiento, mostrando las palmas de las manos. Elena gruno en voz baja, y la sonrisa del hombre se evaporo rapidamente. Miles alzo la voz tapando los persistentes murmullos de confusion.

— De acuerdo con el reglamento Dendarii, empezareis todos con el mismo rango: el mas bajo, el de recluta en adiestramiento. Esto no es un insulto; todo Dendarii, y me incluyo, ha empezado asi. Los ascensos y promociones seran por capacidad demostrada… demostrada ante mi. Por la experiencia previa que teneis y por las necesidades del momento, las promociones seran probablemente mucho mas rapidas que lo usual. Esto quiere decir, de hecho, que cualquiera de vosotros podria acceder en semanas al cargo de capitan de esta nave.

De repente, el murmullo se troco en atencion. Esto queria decir, de hecho, penso Miles, que acababa de tener exito al separar a los mercenarios de bajo rango de sus antiguos superiores. Casi sonrio al ver la ambicion que iluminaba visiblemente los rostros diseminados. E incluso habia encendido una pequena mecha entre los superiores; Auson y Thorne se miraban el uno al otro con nerviosa especulacion.

— El nuevo adiestramiento comenzara de inmediato. Aquellos que no sean asignados a los grupos de entrenamiento en esta tanda, retomaran provisionalmente sus anteriores funciones. ?Alguna pregunta? — Contuvo el aliento; su plan se balanceaba en la punta de un alfiler. En un minuto mas, sabria…

— ?Cual es su rango? — pregunto un mercenario.

Miles decidio mantenerse flexible.

— Podeis dirigiros a mi como senor Naismith. — Eso es, dejalos que saquen sus teorias sobre el asunto.

— Entonces, ?como sabremos a quien obedecer? — pregunto el tipo de mirada penetrante que habia hecho la primera interrupcion.

Miles dejo ver sus dientes, en una sonrisa que parecia una cimitarra.

— Bueno, si desobedeces una de mis ordenes, te disparo en el acto. Decide tu mismo a quien obedecer. — Hizo tamborilear los dedos ligeramente sobre su inhibidor enfundado. Algo del aura de Bothari debio de haberse asentado en el, porque el hombre languidecio.

Un mercenario levanto la mano, serio como un nino en la escuela.

— ?Si, recluta Quinn?

— ?Cuando tendremos copias del reglamento Dendarii?

El corazon de Miles parecio detenerse; no habia pensado en eso. Era una pregunta tan razonable… Sonrio, con la boca seca, y grazno audazmente:

— Manana. Distribuire copias para todo el mundo. — ?Copias de que? Algo se me ocurrira

Hubo un silencio. Luego otra voz pregunto desde atras:

— ?Que clase de seguro tienen los…, los Dendarii? ?Tenemos vacaciones pagadas?

Y otra:

— ?Tenemos algun tipo de gratificacion? ?Cual es el sueldo establecido?

Y otra mas:

— ?Nuestros contratos anteriores cuentan para la pension? ?Hay algun plan de jubilacion?

Miles casi echa a correr de la sala, confundido por este torrente de preguntas practicas. Se habia estado preparando para los desafios, para la incredulidad, para una acometida sin armas… Tuvo una subita vision enajenada de Vorthalia el Audaz exigiendo un seguro de vida a todo riesgo a su emperador, a punta de espada.

Trago en seco, absolutamente aturdido, y aventuro con esfuerzo:

— Distribuire un folleto — prometio; tenia una vaga idea de la clase de informacion que traian los folletos — mas tarde. En cuanto a los beneficios suplementarios… — apenas se las arreglo para devolverle una mirada glacial a un gelido mercenario —, os estoy permitiendo vivir; cualquier otro privilegio hay que ganarselo.

Examino sus rostros. Confusion, si; era eso lo que el queria. Desaliento, division y, mas que nada, distraccion. Perfecto. Dejalos, arremolinados patas arriba en este chorro de incoherencias y enganos, que se olviden de que su primer deber era recuperar la propia nave. Que lo olviden durante una semana, mantenerlos muy ocupados solo durante una semana; una semana es todo lo que hacia falta. Despues, seria un problema de Daum. Habia algo mas en sus rostros, sin embargo; Miles no podia decir a ciencia cierta que era. No importa… La siguiente tarea era abandonar la escena con gallardia y dejarlos a todos en movimiento. Y hablar un minuto a solas con Bothari…

— La comandante Elena Bothari tiene una lista de las funciones de cada uno de vosotros, consultadla antes de salir. ?Atencion! — Pronuncio la orden con un chasquido en la voz. Se irguieron con descuido, como si la posicion la recordaran solo vagamente —. ?Disuelvanse!

Si, antes de que vinieran con mas preguntas extranas y su inventiva empezara a fallarle.

Escucho parte de una conversacion sotto voce mientras salia de alli:

— … enano homicida lunatico…

— Si, pero con un jefe como este, tengo probabilidades de sobrevivir a mi proxima batalla…

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