— No es nada de eso — estallo Vordrozda —. No tenemos ninguna conexion salvo nuestro interes comun en el bien del Imperio.

— Ninguna conexion, almirante Hessman, ?lo ha oido? ?Como se siente uno al ser apunalado por la espalda con tanta suavidad, eximia suavidad? Apuesto a que apenas puede sentir el punal atravesandole. Sera exactamente igual hasta el final, ?sabe?

Los ojos de Hessman se inflamaron. Se incorporo de un salto.

— ?No, no lo sera! — refunfuno —. Usted empezo esto, Vordrozda. ?Si yo voy a hundirme, le arrastrare conmigo! — Senalo a Vordrozda —. Vino a mi en la Feria Invernal, pidiendome que le pasara los ultimos datos de Seguridad Imperial acerca del hijo de Vorkosigan…

— ?Callese! — grito desesperadamente Vordrozda, con la furia quemandole la vista al ser tan innecesariamente atacado por la espalda —. ?Callese!

Su mano se escurrio bajo su toga escarlata y emergio con un destello. Apunto la pistola de agujas hacia el balbuceante almirante. Se detuvo. Vordrozda miro entonces el arma en su mano como si esta fuera un escorpion.

— ?Quien esta fuera de orden ahora? — se burlo entonces Miles.

La aristocracia de Barrayar todavia conservaba su caracter militar. Ver extraer un arma letal en presencia del emperador provoco un fuerte reflejo. Veinte o treinta hombres saltaron de sus bancos.

Solo en Barrayar, penso Miles, un arma cargada podia provocar una estampida hacia alguien que la esgrimiera. Otros corrieron a interponerse entre Vordrozda y el estrado del emperador. Vordrozda se olvido de Hessman y giro para apuntar a su verdadero tormento, mientras alzaba el arma. Miles se quedo completamente rigido, traspasado por el oscuro ojo de la pistola. Era fascinante que el pozo del infierno tuviera una entrada tan estrecha…

Vordrozda quedo enterrado en una avalancha de cuerpos que le derribaron, sus rojas togas flameando. Ivan tuvo el honor de ser el primero, al sujetarle las rodillas.

Miles estaba de pie delante de su emperador. La camara se habia calmado, sus anteriores acusadores habian sido llevados detenidos. Ahora se enfrentaba a su verdadero tribunal.

Gregor suspiro incomodo y llamo a su lado al Lord Guardian del Circulo. Consultaron un instante.

— Le emperador solicita y demanda una hora de receso, para examinar el nuevo testimonio. Como testigos, conde Vorvolk, conde Vorhalas.

Entraron en la camara privada que estaba detras del estrado; Gregor, el conde Vorkosigan, Miles, Ivan y los testigos curiosamente elegidos por Gregor.

Henri Vorvolk era uno de los pocos condes de edad similar a la de Gregor, y amigo personal del mismo. El nucleo de una nueva generacion de compinches. No sorprendia que Gregor deseara su apoyo. El conde Vorhalas…

Vorhalas era el mas antiguo y el mas implacable enemigo del conde Vorkosigan, desde la muerte de sus dos hijos en el bando equivocado, dieciocho anos atras, con ocasion de la Pretension de Vordarian. Miles le miro y sintio nauseas. El hijo y heredero del conde habia sido quien arrojo una noche la granada de gas soltoxin por la ventana de la Casa Vorkosigan, en un confuso intento de vengar la muerte de su hermano menor, ejecutado a su vez por traicion. ?Veia el conde Vorhalas en la conspiracion de Vordrozda una oportunidad de completar el trabajo, una venganza en perfecta simetria, un hijo por un hijo?

Sin embargo, Vorhalas era conocido como un hombre justo y honesto… Miles muy facilmente podia imaginarselo unido a su padre en el desprecio por el complot arribista urdido por Vordrozda. Los dos habian sido enemigos tanto tiempo y sobrevivido a tantos amigos y adversarios, que su enemistad habia alcanzado casi una especie de armonia. Con todo, nadie osaria acusar a Vorhalas de favoritismo por el antiguo regente. Los dos hombres intercambiaron un seco saludo, como un par de esgrimistas en guardia, y tomaron asientos enfrentados.

— Bien — dijo e conde Vorkosigan, poniendose serio — ?Que es lo que paso realmente alli, Miles? He recibido informes de Illyan hasta no hace mucho; pero en cierta medida parecian generar mas interrogantes de los que ayudaban a responder.

Miles parecio divertido un instante.

— ?No sigue enviando informes su agente? Lo juro, no he interferido en sus deberes…

— El capitan Illyan esta en prision.

— ?Que?

— Esperando juicio. Fue incluido en tus cargos de conspiracion.

— ?Eso es absurdo!

— En absoluto, es de lo mas logico. ?Quien, al actuar en contra mia, no tomaria primero la precaucion de quitarme los ojos y los oidos si pudiera?

— El conde Vorhalas hizo un gesto de acuerdo y aprobacion tacita; como si dijera: Exactamente como yo lo hubiera hecho.

Los ojos del padre de Miles se achicaron con incisivo humor.

— Es una instructiva experiencia para el estar un tiempo en el otro extremo del proceso de la justicia. No hace dano. Aunque admito que esta un poquito molesto conmigo en este momento.

— La cuestion — dijo Gregor con tono distante — era si el capitan me servia a mi o a mi primer ministro. — Una amarga incertidumbre aun se notaba en sus ojos.

— Todo el que me sirve, te sirve, por medio de mi — declaro el conde Vorkosigan —. Es el sistema Vor en pleno funcionamiento: afluentes de experiencia, todos fluyendo juntos, combinados por fin en un rio de enorme fuerza; tuya es la confluencia final. — Era lo mas proximo a una adulacion que jamas habia escuchado en boca de su padre, una medida que le disgustaba —. Cometes una injusticia contra Simon Illyan al sospechar de el. Te ha servido toda tu vida, y a tu abuelo antes que a ti.

Miles se pregunto que clase de afluente constituia al ahora; los Dendarii eran unas fuentes muy extranas, ciertamente.

— ?Que paso? Bien, senor…

Se detuvo, busco a tientas en la cadena de eventos algun punto inicial. En verdad, todo comenzo en un muro a menos de 100 kilometros de Vorbarr Sultana. Pero comenzo su relato narrando el encuentro con Arde Mayhew en Colonia Beta. Se trabo, vacilando temerosamente, tomo aliento, y continuo con una honesta y exacta descripcion de su encuentro con Baz Jesek. Su padre pego un respingo al oir el nombre. El bloqueo, el abordaje, las batallas… Se olvido de si mismo durante su entusiasta descripcion de las mismas; hubo un momento en que alzo la vista para darse cuenta de que tenia al emperador haciendo la parte de la flota oserana, a Henri Vorvolk como el capitan Tung y a su padre como el alto mando peliano. La muerte de Bothari. El rostro de su padre se contrajo y parecio ensimismado ante la noticia.

— Bueno — dijo despues de un momento —, se ha librado de un gran peso. Que pueda hallar la paz al fin.

Miles miro al emperador y evito mencionar las acusaciones de Elena Visconti con respecto al principe Serg. Por la aguda y agradecida mirada que le dirigio el conde Vorkosigan, dedujo que habia hecho lo correcto. Ciertas verdades resultan un torrente demasiado violento para que algunas estructuras lo resistan, y Miles no tenia la deseos de presenciar otra devastacion como la de Elena Bothari.

Para cuando le llego el momento de relatar como habia roto al fin el bloqueo, los labios de Gregor estaban abiertos por la fascinacion y los ojos del conde Vorkosigan brillaban apreciando la estrategia de su hijo. La llegada de Ivan y las deducciones que Miles hizo de la misma… Se acordo la hora que se cumplia y echo mano a la petaca que tenia en su cintura.

— ?Que es eso? — pregunto su padre alarmado.

— Antiacido. ?Quieres un poco? — le ofrecio cortesmente.

— Gracias — dijo el conde Vorkosigan — ?No te importa si lo pruebo?

Dio un trago solemne, con la cara tan tiesa que incluso Miles no estaba seguro de si su padre se estaba riendo.

Miles brindo un breve y escueto relato de los motivos que le habian llevado a decidir volver en secreto para intentar sorprender a Vordrozda y a Hessman. Ivan respaldo todo lo que habia podido testimoniar personalmente, desmintiendo a Hessman. Gregor parecia perturbado al haberse revertido tan bruscamente las suposiciones que

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