Tuli se encogio de hombros.

— Hay varios compuestos halogenos que reaccionan e. la luz del sol a grandes alturas para producir nubes… podriamos nublar una buena zona de esa manera.

— Y hacer rodar la bola para que aleje el sistema de sequia, gracias a la ruptura, y se consiga una condicion normal.

— Todavia no hemos probado eso — advirtio Tuli -. Nuestros experimentos de laboratorio son en demasiado pequenisima escala para demostrar que reacciones en cadena se producirian…

— Esta bien, esta bien — Ted le hizo callar con un gesto. Los numeros aproximados, sin embargo, parecen buenos Prepararemos la cubierta de nubes en los lugares adecuados del Artico. Trabajaremos en el Anticiclon de sobre los Apalaches, al mismo tiempo… Trataremos de debilitarlo lo bastante para que se rompa naturalmente y t. reconstruya sobre el Oceano. Una vez tengamos las cosas en marcha por el sistema adecuado, la atmosfera volvera a recuperar su equilibrio ordinario y quedara vencida la sequia.

— Lo dices como si fuese facil — comente.

— Seguro. Es como construir la primera bomba atomica. — siguio durante una hora evaluando las cosas que habia que hacer: se incluian modificaciones del tiempo en Canada y Groenlandia, al igual que sobre el Oceano. Esbozo el trabajo que habia que realizar en tierra, mar y aire.

Yo empezaba a sentirme mareado.

Pero necesitaremos la cooperacion de la Marina, la Aviacion, la Comision de Energia Atomica y el Departamento de Estado, ?solo para empezar! ?Y que hay de los canadienses y de los daneses? ?O de las Naciones Unidas…?

Se rio.

— Esos no son problemas tecnicos, viejo amigo. Te digo lo que necesitamos. El como conseguirlo, te corresponde a ti.

— Muchisimas gracias. ?Deseas algo mas?

No debiera haberlo preguntado. Se necesito el resto de la manana para que acabase de decirmelo.

— ?Ted, eso va a costar centenares de millones!.

— ?Cascaras! Solo trabajaremos lo bastante para que la atmosfera vuelva a su equilibrio normal. Luego la dejaremos en paz. Costara tres meses, quiza menos. Y lo que nos gastemos sera una insignificancia comparado con lo que esta costando la sequia.

— ?Y en realidad puedes hacerlo?

Tul contesto:

— Sera algo mas dificil de lo que nuestro optimista jefe cree, pero, esencialmente, no se equivoca. Es posible.

Ted sonrio.

— Gracias por el voto de confianza.

Emocionalmente empezaba yo a darme cuenta de lo que me habian dicho. Hablar del control del tiempo y del alivio de la 'sequia es una cosa, pero ver en la actualidad como el proyecto tomaba forma, contemplar los planos preparados para trasladar la lluvia de un lugar a otro…

Me aparte del escritorio de Ted, acercandome a la gigantesca pantalla, fascinado por sus flechas giratorias y sus simbolos.

— ?Ted… esto… esto es maravilloso!

— Comprendo que te impresione — asenti -. Me hace sentir como el tipo que subio por primera vez al Everest. ?Eh? Oh, te refieres a Hillary.

— O a Tenshing Norkay — dijo Tuli.

Tenshing, ese. El 'sherpa' — Ted se sento en el borde del escritorio, contrayendo los ojos como si tratase de imaginarse la escena -. Nacio alli mismo, bajo la montana — Se paso toda la vida mirandola. Nadie habla llegado a la cumbre. Pero el si, llego por su energia.

El redondo rostro de Tuli mostraba una expresion de solemnidad.

— Algun dia sentiremos lo mismo.

— Algun dia, pronto — anadio Ted -. Nadie ha sido capaz de cambiar el tiempo, pero nosotros lo haremos, amigos. Seguro como que llueve los fines de semana que lo lograremos. ?Asi que… al trabajo!

Y lo hicimos. 'Todos nos lanzamos a la tarea con una ansiedad que yo jamas habia visto. Era como si hubiesemos estado cazando a un artero animal salvaje, siguiendo las huellas durante una eternidad y ahora le tuvieramos cercado y a punto de matarle. La excitacion chisporroteaba por todo el laboratorio. Ted y Tuli empezaron a trabajar elaborando los detalles exactos de las misiones de modificacion que ellos dirigirian: los productos quimicos a utilizar, las cantidades, los aviones necesarios, los dias en que trabajarian, los efectos que obtendrian. El personal administrativo empezo a laborar consiguiendo hombres y materiales que serian necesarios.

Pero por debajo de todo, yo sentia la enfermiza sensacion de que eso nunca tendria lugar. Sonaba mucho en Rossman; a cada giro que dabamos, segun parecia en mis pesadillas, Rossman nos bloqueaba el paso, interponiendose entre nosotros y nuestra meta.

La pesadilla empezo a cobrar realidad.

Llevabamos meses efectuando experimentos de siembra en mar abierto, trabajando en una licencia mensual concedida por ESSA. Sin ella teniamos prohibido efectuar ninguna siembra. Nuestra solicitud para el mes de septiembre nos fue devuelta.

Denegada.

Era una peticion de rutina, exactamente igual que aquellas que enviamos desde principios de primavera. Pero ESSA la rechazo. Tome el tren subterraneo hasta Washington a la manana siguiente.

Hacia un calor brutal en la capital: incluso los taxis con aire acondicionado estaban pegajosos y malolientes. Los arboles aparecian pardos por la falta de agua, las aceras brillaban bajo el calor de fines de agosto.

Parecia ser que todos los miembros de ESSA estaban fuera de la ciudad. Es decir, aquellos a quienes quise ver. Un taxi me llevo por la calcinante urbe hasta el Pentagono. Por lo menos los militares tuvieron la cortesia de recibirme. Pero el personal de Marina se nego llanamente a cooperar con el trabajo modificativo de Eolo y los oficiales de la Aviacion dijeron que trabajarian con el Departamento de Meteorologia, pero no con una empresa particular… a menos que el Gobierno diese su aprobacion para nuestras operaciones de combatir la sequia.

Me vi con las puertas cerradas. Incluso tuve dificultades en encontrar a Jim Dennis. Por ultimo lo localice en el Capitolio: estaba en una sesion del Comite. Pero salio nada mas recibir mi nota.

— Espero no haberle hecho abandonar algo importante.

— No — dijo sonriendo -. Estaba hablando de expropiaciones. Damos vueltas y revueltas a cosas sin importancia antes de efectuar un verdadero trabajo.

Paseamos por el decorado pasillo que quedaba al exterior de la sala del comite y le hable de mi fracaso en ESSA y en el Pentagono.

Sacudio la cabeza. Mirando por una ventana hacia la ardiente ciudad, murmuro:

— Hemos estado hablando de colocar una cupula sobre el Distrito, como la Cupula de Manhattan. Podriamos utilizar el aire acondicionado a gran escala en un dia como hoy para aliviarnos del calor — se volvio a mi -. ?Que le parece que diria Ted de eso?

Me encogi de hombros.

— Creo que preferiria que se colocase una Cupula sobre Rossman… o quien hace que nos den portazos en nuestras narices.

— Es Rossman, no hay duda — dijo Dennis -. La noticia ha circulado. Tiene sus propias ideas sobre el control de la sequia. Ahora esta muy calladito, pero he podido enterarme de que planea empezar una serie de experimentos limitados la proxima primavera. Mientras, hara cuanto pueda por quitarles a ustedes de en medio.

— Pero… eso no es noble. ?No es legal!

— Estoy de acuerdo — dijo el congresista -. Pero ?de que sirve eso? Rossman es conocido y respetado en el Departamento de Meteorologia. Tiene poder.

— Bueno, ?Y usted no puede hacer nada?

— Si yo fuese el presidente del Comite de Ciencia, quizas armaria algo de escandalo Pero solo soy un miembro del Congreso… y bastante novato.

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