podernos utilizar mejor que ellos… pero que nos impiden tocar.
— Agua, agua por doquier — murmure para mi.
— Rossman tiene las llaves y estamos encerrados — afirmo Ted -. Lo peor de todo es que no efectuara el trabajo justo. Para cuando tenga el valor suficiente para abordar el problema de manera real y solucionarlo, la sequia se extendera por doquier.
— Pero habra presiones sobre el para obligarle a actuar — dije -. Los agricultores, los periodistas, los gobernadores de Estado y el Congreso…
Ted agito la mano en gesto de disgusto
— ?Que presiones? Ya lo oiste hoy, la Voz Oficial de la Ciencia. El les contara el mismo cuento de hadas que narro a Dennis… dira que protege al publico contra planes alocados. La modificacion del tiempo podria empeorar las cosas, en vez de mejorarlas. Cuando termine de hablar, los periodistas habran caido de rodillas, adorandole por salvarles de los chiflados y de sus ideas absurdas.
Dio media vuelta y miro hacia el puerto. Desde nuestra atalaya en la terraza podiamos ver las embarcaciones de placer entrecruzando las aguas. Un reactor descendio chirriando hasta la pista del aeropuerto y otro se perdio en los cielos.
— ?Por que? — Ted dio un punetazo en la barandilla -. ?Por que nos obstruye el paso? ?Sabe que resultara! ?Por que se muestra tan terminante?
— Porque quiere anotarse los honores de ser el primero — Contesto Barney -, pero no desea correr riesgos. Es muy precavido.
— El caballo de labor que deseaba ganar el Derby de Kentucky — gruno Ted.
— Ansia muchisimo la gloria — continuo Barney -. Ha trabajado toda su vida en el Departamento de Meteorologia y realizo algun trabajo muy bueno, pero jamas se encontro en el palco escenico, recibiendo la luz de los focos.
— Y nunca se encontrara, a menos que se mueva mas deprisa de lo que planea — contesto Ted -. Para cuando este dispuesto a realizar algun verdadero control del tiempo, sera lo bastante viejo para que aparezca en la Enciclopedia Britanica.
— No puede darse mas prisa hasta que haya perfeccionado su version de tus predicciones a largo plazo — dijo Tuli -. Hasta que no consiga eso, tiene que ir despacio.
Ted miro al mongol.
— Tienes razon, Tuli. Necesita… — interrumpio la frase y fruncio el ceno, meditando concentrado.
Por ultimo, Ted dijo:
— ?Y si fuesemos a Rossman y ofrecieramos unir nuestras fuerzas con las de el?
— ?Que?
— Esta bien, se que suena raro, pero, escuchad. Desea la gloria, pero necesita las predicciones. Nosotros queremos realizar nuestro trabajo, pero necesitamos su permiso. ?Unamoslo todo!
— Se te reiria en la cara — dije.
— ?De verdad? ?Dejaria pasar la oportunidad de conseguir la gloria… y tener una cabeza de turco a quien echar las culpas si las cosas iban mal?
— Esto es una locura — repeti.
Tuli dijo:
— Si fuese otra persona, el doctor Rossman sentiria la tentacion de probarlo. Pero no contigo, Ted.
— ?Te das cuenta de lo que dices, Ted? — pregunto Barney, los ojos muy abiertos.
— Claro.
— El doctor Rossman nunca permitiria que nadie que no perteneciese a la Division de Climatologia le ayudara. Aun cuando quisiese trabaja contigo, tendria que ser bajo su control.
Ted se encogio de hombros.
— Entonces le pedire que me vuelva a admitir en la Division.
— ?Que? — grite -. ?Dejar el laboratorio? ?NO puedes!
Esta empresa fue construida para ti, no puedes hacer el equipaje y marcharte… Es… es… traicion! ?Esa es la palabra!
— Tu estas ganando dinero con el laboratorio — contesto -. Aun tendras las predicciones a largo plazo y el personal tecnico de la maxima categoria.
— Tu no eres mi dueno, amigo.
— ?Pero es que careces de sentido de la responsabilidad? ?O de la gratitud? ?O de algo?
— Escucha. Yo no tengo unos cuantos millones de dolares con que jugar, ni una mansion de mis antepasados, ni una docena de diferentes negocios con los que trastear. Todo lo que poseo es el control del tiempo. Iniciamos este laboratorio para efectuar el trabajo de control del tiempo. Si tengo que dejar el laboratorio para conseguir controlar el tiempo, lo dejare. ?Si tengo que caminar por la cornisa de esta terraza para conseguir el control del tiempo, tambien lo hare! No hables de responsabilidad, ni de gratitud, camarada. Yo hice de este laboratorio un negocio rentable. Yo he librado a los dragados de tu padre de todas dificultades. Ahora, cuenta tu dinero y dejame que realice la mision para la que naci.
Paso junto a mi como un tornado y empezo a bajar la escalera, dejandome tembloroso, con impotente furia.
No volvi a ver a Ted durante una semana. Y cuando lo hice, fue solo mediante una breve llamada telefonica por la noche a mi habitacion del hotel.
— Rossman cedio. Manana por la manana empiezo en Climatologia. Aqui estoy, en el laboratorio, para recoger mis cachivaches… Permanecere durante una hora, por si quieres hablarme.
Colgue el telefono con tanta fuerza que lo atasque.
Desde la mayor parte de los puntos de vista, Eolo parecia no haber sufrido cambios. Tuli se fue con Ted, claro. Me dio las mil excusas, a estilo oriental. Pero se fue. Lo mismo hicieron otros cuantos tecnicos.
Permaneci sentado en el despacho y meditando mientras el personal dirigia las cosas. Las predicciones a largo plazo marchaban como sobre ruedas y nuestro trabajo sobre control de la sequia estaba siendo enviado en una serie de informes para nuestros clientes. La unica tarea que ceso fueron los preparativos para las modificaciones actuales de la sequia.
Permaneci en Eolo durante casi un mes. Barney vino un par de veces, pero siempre con poco tiempo. Estaba demasiado atareada con las modificaciones de la sequia, segun dijo.
Dos semanas despues de que Ted se marchara, tuvimos una fuerte tormenta que dejo caer casi cinco centimetros de lluvia en los pantanos vacios. Unos dias mas tarde llovizno durante casi treinta y seis horas seguidas. Nada espectacular, pero todo el mundo se sintio agradecido. Por ultimo, una manana, a finales de septiembre, se nublo y llovio a cantaros, con firmeza, todo el dia. Los ninos volvieron a casa desde sus colegios saltando por los charcos, salpicando y manchando sus pantalones, sus impermeables y sus botas. La gente se acomodo en las ventanas de sus oficinas para contemplar la lluvia, sonriendo. Los hombres y las mujeres adultos desempolvaron los viejos paraguas y los chanclos y salieron a pasear en la primera lluvia prolongado del ano.
Yo no pude aguantar mas. Sali del despacho, conduje mi coche por las calles lluviosas hasta el hotel y empece a hacer el equipaje. Habla terminado con Ted y con Barney y con la idea entera del control del tiempo. Volvi a Hawai.
XII
VIENTOS CAMBIANTES
Arroje las cosas a ciegas en mi maleta de viaje, mientras la lluvia aporreaba la ventana de mi cuarto. Ropas, zapatos, equipo de afeitar, todo lo introduje tan deprisa como lo sacaba de cajones y estanterias.
Sono el timbre de la puerta.
— ?Esta abierta! — grite.
Entro Barney.
— ?Jerry, eso es maravilloso! La lluvia…