la atestada y pequena habitacion.

— Me alegro de que vosotros hayais venido — dijo mientras nos quitabamos los abrigos y los dejabamos en una silla -. Queria explicaros esta idea antes de contarsela a Weis.

Barney y yo ocupamos el maltrecho sofa.

— Somos todo oidos — dijo.

Ted le sonrio.

— Esta bien — murmuro, sin dejar de pasear -, alla va. Hay dos formas de detener un huracan: disolverlo o mantenerlo en el mar, lejos de la costa. Hasta ahora, todos los investigadores de huracanes han tratado de romper las tempestades… disiparias, destruyendo sus equilibrios energeticos…

— Trataron de sembrar las tormentas, ?verdad? — pregunte.

— Cierto. Pero es como echar bolas de nieve a un iceberg. Toda la siembra del mundo no haria mella en un huracan adulto.

— Incluso hay pruebas de que el huracan absorbe las energias de la siembra — afirmo Barney.

Tuli asintio.

— Y las emplea para aumentar tambien el poder total de sus vientos.

— Entonces no se puede disipar los huracanes — dije.

— Correcto. Son excesivamente grandes para nosotros, tienen demasiada energia. Seguiran soplando hasta que las fuerzas naturales los destruyan… y no podemos competir con los recursos de energia naturales, ni sonarlo. Asi que, como no podemos utilizar los musculos, tendremos que emplear nuestros cerebros.

Hizo una pausa; luego…

— Si supiesemos bastante sobre huracanes… sus senderos exactos, las distribuciones de su energia, y otras cosas… podriamos preparar sistemas de tiempo que mantendrian a las tormentas mar adentro. Es un asunto pejiguero y no sabemos todavia como hacerlo. Predecir el camino que seguira una tormenta es duro… hay una gran cantidad de efectos secundarios, terciarios e incluso cuaternarios. Una caida de presion sobre Chicago podria ser la diferencia que existe entre un impacto directo en Hatteras o un fallo completo en toda la costa marina.

— Pero nos acercamos al punto en donde podremos predecir los rumbos de la tormenta — objeto Barney.

— Si, pero aun no hemos llegado alli. Asi que intentaremos otro truquito. Disipar la tormenta antes de que se convierta en huracan. Incluso antes de que sea una verdadera tormenta… Estrangularia en su nacimiento, mientras es todavia una perturbacion tropical.

— ?Puedes hacerlo? Ted asintio.

— Creo que Tul y yo hemos calculado su posibilidad.

— Cuenta a Jerry toda la historia — indico Tuli -. Hay docenas de perturbaciones tropicales para cada huracan que llega a desarrollarse. Debemos destruir cada perturbacion o arriesgarnos a dejar que alguna de ellas se conviertan en huracan…

— Podemos predecir cual de estas perturbaciones progresara — dijo Ted.

— ?Con cuanta exactitud? ?Cincuenta por ciento? Aun asi habria de modificarse el doble de perturbaciones que de tormentas. Los costos serian una cifra astronomica.

— ?Sin comparacion con el dano que un huracan causa cuando azota!.

— Si — dije -, contra ese coste teneis que luchar.

— Ese es el nucleo de la idea: atacar la perturbacion tropical, impedir que se convierta en huracan. Pero unicamente atacar a las que pueden convertirse en grandes tormentas y solo si su camino tormentoso parece que se acercara a la costa.

'Mientras, aprenderemos como preparar los sistemas del tiempo que impidan que los huracanes se acerquen a las costas. Cuando terminemos, deberemos molestarnos con acabar con las perturbaciones… — y entonces ya sabremos como controlar el tiempo lo bastante bien para mantener los huracanes en el mar.

Permanecimos sentados durante un momento, dirigiendo la idea en total silencio, mientras Ted se quedaba plantado en mitad del piso, los punos clavados firmemente en las caderas, con el aspecto del campeon mundial que se atreve a desafiar a quien levante la cabeza.

Discutimos hasta que el cielo empezo a iluminarse. So nos presento un millon de problemas, un millon de preguntas sin respuesta. Pero todo estaba decidido y todos los esfuerzos que hicimos para obligarle a darnos las soluciones sirvieron para reforzar su punto de vista, cosa que utilizaria mas tarde con el doctor Weis.

Lleve a Barney a su apartamento.

— Me intriga esta idea — dijo -. Tiene mas valor de publicidad que de ciencia.

— ?A que te refieres?

— A acabar con las perturbaciones tropicales… se trata de una fuerza bruta. Es solo lo que Ted ideo para dejar que el doctor Weis empiece un proyecto civil sobre el control del tiempo, en lugar de permitir que el comandante Vincent consiga poner en marcha su proyecto militar. ?Asi se escribe la historia? ?Preparando proyectos de ensueno?

— No conteste. La historia la hacen los hombres y las mujeres en particular que realizan hechos. A veces tienen razon y otras se equivocan. Pero son los hechos los que constituyen la historia.

* * *

Los bancos de nieve se amontonaren altos en las ciudades y tomaren un color parduzco y se pudrieron, hasta que la nieve reciente volvio a blanquearlos. La primera semana de enero dio unos dias de calor temporal, pero luego las masas de aire del norte, las altas presiones, entraron en silencio en Nueva Inglaterra. Senalado solo por una breve nevada, el Anticiclon del norte era apenas mas frio que el aire que desplazo. Pero era seco y sin nubes, denso e inmovil. Aquella noche las estrellas contemplaron un panorama medie congelado mientras que el calor del dia se irradiaba del suelo y se alejaba perdiendose en el espacio, obligando a los termometros a bajar por debajo de cero. Al llegar la manana habia hielo en donde surgiera escarcha el dia anterior y la gente, que sonrio al pensar en la venida de la proxima primavera, sacudio la cabeza y se dio prisa en volver a reaprevisionarse para combatir las nieves.

* * *

Ted era como un tigre enjaulado cuando empezaron las sesiones del Congreso. El doctor Weis habia aceptado la idea de acabar con los huracanes sin demasiados comentarios, apenas diciendo que 'la hare revisar por mis comites-consejeros'. Mientras, el y Jim Dennis aconsejaron a Ted previniendole que no se presentase en las sesiones.

— La mayor parte de los miembros del comite — nos dijo Jim — se mostrarian recelosos ante un joven y brillante genio. Resulta dificil admitir que alguien que es mas joven que uno mismo, pueda ser mucho mas listo.

Ted acepto de mala gana, pero yo decidi vigilarlo con atencion y solicite la ayuda de Barney y Tuli.

Las sesiones del Comite empezaron con el comandante Vincent y su personal explicando la necesidad de un proyecto de control del tiempo militar. La prensa les dio una tremenda publicidad y las sesiones aparecieron cada manana en television. Mientras, el doctor Weiss dio la noticia de que la idea de acabar con los huracanes habla recibido el visto bueno de sus consejeros con las notas mas favorables. Sugirio que el doctor Barneveldt atestiguara ante el Comite Congresional sobre el asunto. Y asi Ted no tuvo mas remedio que instruir brevemente al doctor Barneveldt sobre THUNDER ('TRUENO').

Es un misterio quien bautizo la idea con el nombre de THUNDER, un misterio que probablemente jamas resolveremos. Alguien, en el laberinto de personas de Washington, metido en los comites, tuvo la gran idea; esas palabras eran las letras. Iniciales de 'Threatening Hurricane Neutralization, Destruction and Recording' (Destruccion, Neutralizacion y Registro de la Amenaza de los Huracanes). Ted murmuro algo ininteligible cuando oyo ese titulo por primera vez, pero 'Proyecto THUNDER' se convirtio en el nombre oficial.

El dia en que estaba senalado para la aparicion del doctor Rossman ante el Comite, por casualidad, Tuli y yo visitamos a Ted en su cubil de Climatologia. Y fue una suerte.

Barney vino para ver la sesion en el televisor de Ted. El doctor Rossman, con expresion amarga e infeliz, prefirio estar de acuerdo con el comandante Vincent en toda la linea. Las necesidades militares para el control del tiempo eran en extremo importantes, dijo. Posiblemente tan importantes como la necesidad militar de poseer proyectiles dirigidos y estaciones espaciales. La Division de Climatologia, dijo con la maxima claridad, estaba dispuesta a satisfacer los deseos del Pentagono.

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