Forcejeo, intentando mover los brazos de nuevo, pero el dolor se hizo insoportable. Intento mover las piernas, pero las tenia pegadas. Se le estaba acelerando la respiracion, notaba una presion en el pecho.

Noto una luz que la iluminaba. La oscuridad detras de sus parpados se convirtio en una neblina roja.

Entonces, Kellie emitio un grito apagado de dolor cuando le arrancaron la cinta de los ojos, que parecio llevarse la mitad de su piel. Y pestaneo, deslumbrada momentaneamente por la luz. Inclinado sobre ella estaba un hombre bajito y rechoncho con una sonrisa de suficiencia y el pelo plateado y ondulado recogido en una pequena coleta, muy obeso, con una camisa ancha abierta hasta el ombligo.

Al principio, sintio alivio; creyo que aquel hombre habia venido a ayudarla. Intento hablarle, pero solo pudo emitir un grito sofocado.

El hombre la miro sin decir nada, repasandola de arriba abajo con una expresion de profunda seriedad. Luego, por fin, le sonrio, y a Kellie el corazon le dio un brinco. Habia venido a ayudarla, iba a sacarla de alli, ?a llevarla a casa con Tom, con Jessica, con Max!

De repente, el hombre separo los labios y saco la lengua rapidamente, como una serpiente, lamiendolos, humedeciendolos.

– Me parece que a ti te gusta que te enculen -dijo entonces con acento americano.

El hombre se metio la mano en el bolsillo y Kellie oyo un tintineo metalico. Mientras el miedo la atenazaba, destrozando todas las celulas de su organismo, vio una delicada cadena plateada que se balanceaba entre sus dedos.

– Te he traido un regalo, Kellie -dijo el tipo con una voz que le dijo que el era su nuevo mejor amigo.

El hombre sostuvo la cadena delante de la cara de Kellie; tenia un pequeno colgante, y con la poca luz que habia no podia acabar de distinguir el diseno que llevaba grabado. Parecia una especie de escarabajo.

– Puedes relajarte -le dijo-. ?Solo vamos a sacarte unas fotos para tu album familiar!

– Grnnnngwg -respondio ella.

– Si eres buena chica y haces exactamente lo que te digo, puede que incluso te deje tomar una copa. Vodka Stoli -dijo-. Es tu preferido, ?verdad? -En la otra mano tenia una botella-. No me gustaria que te murieras de sed -anadio-. Eso si seria un desperdicio.

Capitulo 50

– XJueno, ya tengo un nombre apropiado para el -dijo Norman Potting-. D'Eath. -Y lo pronuncio «dez»: en ingles, «muerte».

Grace, Potting y Nicholl estaban sentados en el salon de madera de roble del Black Lion de Rottingdean, con una pinta de cerveza cada uno. Grace bebio un gran trago, manteniendo el ancho borde del vaso pegado a la nariz, inhalando el aroma del lupulo, intentando borrar el hedor a acido sulfurico de su olfato.

Se dio cuenta de que le temblaba la mano. ?Por la resaca? ?Por lo que habia visto esta manana?

Recordo los primeros tiempos de su carrera, cuando patrullaba las calles de noche y lo llamaron para ocuparse de un suicidio en la linea ferrea Londres-Brighton. Un hombre yacia en la via en la entrada de un tunel, las ruedas de un tren le habian pasado por encima del cuello. Grace habia tenido que recorrer la via y recuperar la cabeza.

Nunca olvidaria la imagen surrealista de verla ahi tirada a la luz de su linterna, apenas goteaba sangre; el corte era de una precision practicamente quirurgica. El hombre muerto tenia unos cincuenta anos y la tez rubicunda y curtida. Grace habia cogido la cabeza por la mata grenuda de pelo rojizo y le habia sorprendido lo mucho que pesaba. La cabeza de D'Eath era igual de pesada.

Contemplo como el calidoscopio de luces de una maquina tragaperras, a la que nadie estaba jugando, seguia con su rutina. Podia oir las debiles campanillas que lo acompanaban. Aun era pronto; en el bar habia poca gente. Un hombre de aspecto moderno, un profesional de los medios, estaba sentado junto a la chimenea, bebiendo lo que parecia un Bloody Mary y leyendo el Observer. Una pareja de ancianos sin forma estaba sentada un par de mesas mas alla, repantigada en silencio, como dos sacos de patatas.

Al repasar la agenda del dia -que habia quedado trastocada por el asesinato de D'Eath-, le preocupo la reunion de Nick Nicholl con el inspector jefe de la investigacion del homicidio en Wimbledon, donde hacia dos meses se habia descubierto el cadaver de una joven sin cabeza que llevaba un brazalete con un escarabajo. Quiza seria mejor ir el mismo, un inspector jefe hablando con otro, y no mandar a un miembro de categoria inferior de su equipo.

– ?A que hora tienes la reunion con el inspector jefe del asesinato de Wimbledon?

– Va a llamarme esta tarde. Tiene un hermano en Brighton. Viene a comer con el.

– Informame e ire contigo.

– Si, senor.

A pesar de que Nick tenia casi treinta anos, seguia teniendo una juventud socialmente torpe. Y todavia no se habia acostumbrado a llamarle Roy, que era como a Grace le gustaba que lo llamaran los miembros de su equipo.

Consulto la lista cada vez mas larga de notas en su Blackberry. El olor a carne asada procedente de la cocina se arremolinaba en su estomago ya revuelto. Tardaria un poco en poder probar bocado, penso. Ni siquiera estaba seguro de si era muy inteligente beber con todo el paracetamol que habia tomado. Pero era uno de esos momentos en los que necesitaba un trago. Estuviera de servicio o no.

Saco el telefono de su bolsillo y comprobo que lo tenia encendido, por si se habia apagado por algun motivo y habia perdido una llamada de Cleo.

Se pregunto brevemente como le iria a Glenn Branson. Le preocupaba un poco su amigo. Debajo de su cuerpo fornido, gracias al cual debia de haber sido un formidable segurata de discoteca, se escondia un buen tipo. Demasiado amable y bondadoso, a veces.

– Acido sulfurico -dijo Potting, y levanto el vaso y bebio un trago largo.

Grace se quedo mirandolo. El pobre hombre no habia sido bendecido con un buen fisico, de hecho, rayaba la fealdad. A pesar de los defectos del viejo detective, de repente sintio un poco de pena por su companero; percibio que era un hombre triste que detras de tantas bravatas se encontraba solo.

Potting dejo su pinta sobre un posavasos de Guinness, se metio la mano en el bolsillo y saco su pipa. Se la metio en la boca y saco una caja de cerillas del otro bolsillo. Nick Nicholl lo miraba fascinado.

– ?Has fumado alguna vez, chico? -le pregunto Potting.

El joven detective nego con la cabeza.

– Eso pensaba. No tienes pinta. Supongo que eres un tipo sano, ?verdad?

– Lo intento. -Nicholl bebio un trago de cerveza-. Mi padre fumaba. Murio de cancer de pulmon a los cuarenta y ocho.

Potting se quedo callado un segundo. Luego pregunto:

– ?Fumaba cigarrillos?

– Veinte al dia.

Potting levanto la pipa con aire de suficiencia.

– Esto es diferente, ?sabes?

– Nick es un buen corredor -intervino Grace-. Quiero ficharle este otono para mi equipo de rugby.

– El Sussex necesita buenos corredores en estos momentos -replico Potting-. Hoy tienen que hacer un monton de carreras. ?Que desastre ayer! ?Tres eliminados y diez carreras! ?Contra el puto Surrey! -Encendio una cerilla, prendio la pipa y solto una nube de humo empalagoso que envolvio a Grace.

Potting soplo hasta que la cazoleta de su pipa cogio un color rojo intenso uniforme.

Normalmente, a Grace le gustaba el olor a pipa, pero esta manana no. Aparto el humo con la mano y contemplo como se enroscaba y subia perezosamente hacia el techo decorado con nicotina. El asesinato de Reggie D'Eath podia ser una coincidencia, penso. El hombre era un testigo clave de la acusacion en el juicio contra miembros de una importante red internacional de pederastia. Habia varias personas que tenian buenas razones para querer callarle.

Sin embargo, lo que habian encontrado en los dos ordenadores le parecio que indicaba otra posibilidad. Habian advertido a Bryce que no se pusiera en contacto con la policia. Actuando correctamente, el hombre no

Вы читаете Muerte Prevista
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату