pequeno y rectangular con cuatro ruedas desiguales, y la palabra «papa» escrita debajo. Lo habia pintado su hija Becky hacia unos diez anos largos, cuando Rye trabajaba en Trafico; la nina debia de tener unos nueve anos. Era extrano lo que hacia el cansancio, penso. Seguramente no habia mirado ese dibujo durante buena parte de la ultima decada.

– ?Otro motivo? -dijo Jon Rye-. Si, si quisieras enviar o recibir mensajes y dificultar al maximo que alguien pudiera rastrear tu actividad.

– Gracias -dijo Grace-. Me has ayudado mucho.

– De nada. Esa informacion sobre las rutas del portatil que me dieron, el del senor Bryce, ?les ha servido?

– Muchisimo, si.

– Bien, seguimos trabajando en ello.

– Puede que hablemos mas tarde a lo largo del dia.

– Le llamare si encontramos algo mas.

Percibio inquietud en el tono del comisario, como si el inspector jefe quisiera concluir la llamada, que ahora le impedia seguir con otro asunto del que queria ocuparse. Algo aun mas urgente que aquella llamada, que habia despertado a toda su casa en mitad de la puta noche.

Capitulo 70

Grace, sentado en el area de trabajo del MIR Uno, colgo el telefono y bebio un sorbo del cafe con leche fuerte y dulce que acababa de prepararse. Habian pasado los limpiadores desde que se habia marchado; el lugar estaba impecable, el aroma ligeramente metalico a limpiametales habia reemplazado al olor a comida, y las papeleras estaban vacias. Nick Nicholl, sentado a su lado, tambien colgo su telefono.

– No hay noticias del hospital -anuncio el detective.

En estos momentos, penso Grace, que no hubiera noticias era una buena noticia. Implicaba que Emma-Jane aun vivia.

– De acuerdo -dijo, y senalo con la cabeza el portatil que Nick Nicholl habia cogido de la furgoneta y que ahora tenia delante dentro de una bolsa de plastico-. Quiero comprobar la bandeja de entrada y los mensajes enviados.

Miro el ordenador y echo un vistazo rapido a los incidentes registrados hasta el momento aquella noche. Aparte del trajin que rodeaba sus propias actividades, era una noche tranquila, tipica de domingo. Una noche de jueves o viernes, habria diez veces mas actividad.

El detective se puso unos guantes de latex, saco el portatil de la bolsa y levanto la tapa. Aun estaba encendido, pero se habia suspendido. Durante unos momentos, el procesador realizo las comprobaciones rutinarias, luego se abrio en el programa de correo electronico Entourage, que debia de estar funcionando cuando se acercaron al vehiculo, comprendio Nicholl.

– ?Te ha ayudado Jon Rye? -pregunto Branson, que estaba sentado delante de ellos.

– Mas que la mayoria de la gente a estas horas de la madrugada -contesto Grace, soplando el cafe para enfriarlo.

– Si, bueno, antes estaba en Trafico. Se merece que nos venguemos de el. Una patrulla me paro hace unos diez anos. Pudo ser el.

Grace sonrio.

– ?Ibas pedo? ?Te hicieron soplar?

– No, fue por exceso de velocidad. La carretera estaba vacia y yo no iba tan rapido. El muy cabron me puso una multa.

– Si, a mi me pararon por exceso de velocidad hace tres anos -dijo Grace-. Un coche camuflado en la A 23. Le dije que era poli y solo empeoro las cosas. Parece que les da un placer sadico empapelar a uno de los suyos.

– ?Te sabes ese chiste viejo? -dijo Branson-. ?En que se parecen una rosa y un coche de la patrulla de trafico?

Grace asintio.

– Yo no -dijo Nicholl.

– En que los capullos van dentro -dijo Branson.

Nicholl fruncio el ceno un momento como si su cerebro cansado no lo hubiera pillado. Luego sonrio.

– ?Vale! Que bueno -dijo, y movio el portatil para que Grace pudiera ver bien la pantalla.

– Comienza por la bandeja de entrada -dijo Grace-. Los mensajes que hayan entrado desde… -consulto sus notas para comprobar la hora del registro de Jon Rye-, desde las seis y media de la tarde de ayer.

Solo habia un e-mail en la bandeja de entrada y tenia un archivo adjunto muy pesado titulado «SC5wl2». Un simbolo mostraba que el e-mail y el archivo adjunto habian sido enviados a alguien. La direccion del remitente era [email protected]. Grace sintio una descarga de adrenalina al ver la palabra «escarabajo».

– ?Nos ha tocado la loteria!

– «Punto al»-se sorprendio Branson, que ahora estaba de pie detras de ellos, leyendo por encima de sus hombros-. ?Que pais es «al»?

– Albania -dijo Nick Nicholl.

Grace le miro.

– ?Estas seguro?

– Si.

– ?Eres una especie de freak de los ordenadores o que? -le pregunto Branson con admiracion-. ?Como lo sabes?

El detective se volvio hacia Branson y sonrio timidamente.

– Era la respuesta a una pregunta del concurso que organizaron en nuestro pub hace unas semanas.

– Nunca he participado en ninguno -dijo Branson-. Quiza deberia ir con Ari, para mejorar nuestra cultura general. -«Y lo que es mas importante, podria mejorar nuestro matrimonio. Intentar encontrar algo que hacer juntos, aparte de discutir», penso.

Grace estaba mirando la direccion otra vez.

– Tisana -dijo-. ?Tambien salio eso en el concurso?

Nicholl nego con la cabeza.

– Vamos a buscarlo en Google.

Realizo la busqueda, pero solo les devolvio una pagina web italiana con una opcion de traduccion. Nicholl entro en ella. Al cabo de unos momentos, estaban viendo una lista larga y detallada de patologias y plantas. «Acne», leyo Grace. «Zanahoria, vitaminas solubles de tisana, germen de trigo, aceite de borraja, lampazo». Luego, mas interesante para el a esta hora tardia -o temprana-, leyo: «Fatiga. Ginsen, guarana, eleuterococo, vitaminas y minerales de tisana. Lecitina de soja».

– Quiza sea un fanatico de la salud -bromeo el sargento Branson.

Nicholl no le hizo caso, estaba demasiado cansado para chistes ahora mismo.

– Ve a la bandeja de mensajes enviados -dijo Grace.

Nicholl hizo clic en ella. Solo contenia un mensaje: el mismo, con el mismo archivo adjunto.

– ?Puedes ver a quien se envio? -pregunto Grace.

– Que raro -dijo Nick Nicholl-. No aparece ningun destinatario.

Hizo doble clic y al cabo de un momento, se hizo evidente por que. Habia cientos y cientos de destinatarios, todos ocultos. Y todos tenian direcciones electronicas que eran secuencias de numeros combinados con «tisana».

Grace leyo la primera: [email protected]. Luego la siguiente: [email protected].

– La primera parte parece el nombre. En clave, claro -dijoNick Nicholl-. Tisana debe de ser el proveedor de acceso a Internet.

– Entonces, ?por que no ha aparecido «tisana» en la busqueda? -pregunto Grace.

– Porque alguien no quiere que aparezca, diria yo.

– ?Se puede esconder algo de buscadores como Google?

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