Capitulo 46

A las dos y veinte, bastante innecesariamente teniendo en cuenta el reducido numero de los presentes, el reverendo Somping subio los peldanos que llevaban al pulpito con todo el esfuerzo de un hombre que escalara el Everest por la cara dificil. Coloco las manos en las barandillas de madera, se inclino hacia delante con una expresion cargada de formalidad y anuncio:

– La novia, la senorita Ashley Harper, y la madre del novio, la senora Gillian Harrison, me han pedido que les informe de que la boda queda aplazada, indefinidamente, hasta que aparezca Michael Harrison. Lo que deberia ser una ocasion dichosa, la union de dos jovenes que se quieren ante nuestro Senor, ha quedado empanada por la ausencia de Michael. Ninguno de nosotros sabe que le ha sucedido, pero nuestros pensamientos y plegarias estan con el, con su familia y con su futura esposa. -Hizo una pausa, mirando desafiantemente al grupo de personas antes de continuar-. La senorita Harper y la senora Harrison han sido tan generosas de sugerir que aunque no se haya celebrado ninguna boda, al menos disfruten del refrigerio que se ha preparado para el banquete, en el salon Queen Mary del Brighton Pavilion. Les agradecerian que las acompanaran despues de rezar una oracion por el bienestar de Michael.

El cura se lanzo a conducir una plegaria breve y apresurada. Luego alguien abrio las puertas de la iglesia.

Grace observo a la gente desfilar en silencio. Parecia un funeral. En algun momento de la semana siguiente, varios de los presentes asistirian a cuatro entierros. Y esperaba que el hecho de que Michael Harrison no hubiera aparecido no significara que iban a ser cinco, pero aquello no era buena senal; en realidad, era muy mala senal. Ahora ya podian descartar cualquier posibilidad de que Michael estuviera gastando una broma.

Y habia algo mas que le preocupaba.

Una hora despues, en el banquete, en el salon Queen Mary del Royal Pavilion, con magnificos oleos en marcos dorados colgados en las paredes rosadas, no dominaba el bullicio alegre de una fiesta, sino que diversas conversaciones forzadas rompian de vez en cuando el silencio. Solo se utilizaban unas pocas de las veinte mesas bellamente arregladas para doscientos invitados y decoradas con orquideas. Dos chefs con uniforme y gorro alto blanco se ocupaban de las mesas del bufe llenas de comida junto con un ejercito de camareros y camareras, y la tarta nupcial de varios pisos descansaba en un espacio reservado, un recordatorio casi desagradable de la razon por la que se encontraban todos alli. De todas formas, parecia que varias personas atacaban la comida y apuraban copas de champan y vino.

Grace, a quien Ashley habia invitado, se habia retrasado al quedarse hablando por telefono con el detective Nicholl y la sargento Moy sobre nuevos refuerzos para el equipo. Habia una joven detective a la que Bella tenia en gran consideracion y que estaba libre, llamada Emma-Jane Boutwood. Grace apoyo la opinion de Bella sugiriendo que incorporaran a Emma-Jane al equipo inmediatamente.

Ahora, en el banquete, observo a Ashley y a Mark minuciosamente. A pesar de tener los ojos llenos de lagrimas y elrimel corrido, mantenia la compostura. Estaba sentada a una mesa, con un joven a un lado y una mujer al otro, a la que Grace no reconocio de la iglesia. Parecia que aqui habia mas personas, a las que Ashley les habia dicho que el banquete seguia en pie para aquellos que quisieran asistir.

– Aparecera -oyo Grace que decia-. Hay una razon para todo esto. -Luego, continuo-: Todo esto es tan raro. ?No se supone que el dia de tu boda tiene que ser el mas feliz de tu vida? -dijo antes de derrumbarse en un mar de lagrimas.

En otra mesa, Grace vio a la madre de Michael y al tio de Ashley sentados juntos. Observo a Bradley Cunningham unos momentos, pensativamente. Entonces, lo interrumpio Mark Warren, que lucia un clavel blanco en el ojal y sostenia una copa de champan vacia y hablaba arrastrando las palabras. Acerco la cara a la de Grace.

– ?Sargento Grace? -le pregunto.

– Comisario -le corrigio Grace.

– Lo sshiento, no sabia que lo habian asshendido.

– Y no es asi, senor Warren.

Mark se aparto un momento, luego se enfrento a el, mirandolo tan desapasionadamente como pudo, aunque el alcohol lo ponia bizco. Era evidente que su presencia incomodaba a Ashley; Grace vio que los miraba desde su mesa.

– ?Esssh que no puede dejar en paz a la sshenoritta? ?Tiene idea de por lo que esshta passhando?

– Por eso estoy aqui -dijo Grace con calma.

– Deberia esshtar ahi fuera, intentando encontrar a Michael, y no aqui, gorroneando.

– ?Mark! -le advirtio Ashley.

– A la mierda -dijo Mark, y le hizo un ademan con la mano para que lo dejara en paz y volvio a mirar a Grace-. ?Que cono esskta haciendo para ressholver esshte cassho?

– Mi equipo esta haciendo todo lo que puede -le contesto Grace irritado por su actitud, pero conservando la calma.

– Puessh a mi no me lo parece. ?Puede beber cuando esshta de sshervicio?

– Es agua.

Mark miro a Grace con los ojos entrecerrados.

Ashley se levanto y se les acerco.

– ?Por que no vas circulando, Mark? -le dijo.

Grace noto el tono de su voz. Sin duda, habia algo que no encajaba, pero no pudo acabar de captar que.

Entonces, Mark Warren le clavo un dedo en el pecho.

– ?Sshabe cual essh sshu problema? Le importa una mierda, ?verdad?

– ?Por que cree eso?

Mark Warren esbozo una sonrisa necia y alzo la voz.

– Vamossh. No le gusshta la gente rica, ?verdad? Podemos irnoss a tomar por el culo, ?verdad? Esshta demasshiado ocupado mirando lass camarass de los radaress de velocidad para pillar a motorisshtas. Por que tendria que importarle una mierda un pobre tipo rico que ha sshido victima de una broma que sshe ha torcido, ?eh? ?Cuando podria estar ahi fuera ganandosshe un buen dinero extra pillando a motorisshtas?

Grace bajo la voz deliberadamente, hablando casi en susurros, lo cual sabia que obligaria a Mark Warren a bajar tambien su tono.

– Senor Warren, no tengo ninguna relacion con Trafico. Estoy aqui para intentar ayudarles.

Mark se inclino sobre el, esforzandose por escucharle.

– Lo sshiento, no le he oido. ?Que ha dicho?

Aun hablando en voz baja deliberadamente, Grace dijo:

– Cuando estaba en la escuela de la policia tuvimos que ponernos en formacion para que nos pasaran revista. Saque brillo a la hebilla de los cinturones hasta que quedaron tan relucientes como un espejo. El jefe me hizo quitar el cinturon que llevaba puesto y levantarlo para que todo el mundo lo viera. Ese no lo habia limpiado y pase mucha verguenza. Aquello me enseno algo: lo importante no es solo lo que se ve -concluyo y miro a Mark socarronamente.

– ?Que ha querido decir con essho esshastamente?

– Dejare que lo piense, para la proxima vez que lave su BMW, senor Warren.

Grace se dio la vuelta y se marcho.

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