Conocia todas las caras. Ian Steel y Verity Smart, de la Unidad de Investigaciones Especiales; David Davison, de la Unidad de Politica y Revision Criminal; Will Graham y Christopher Derricott, de la Unidad Cientifica; James Simpson, de la Unidad de Operaciones e Inteligencia; Terrina Clifton-Moore, de la Unidad de Relaciones Familiares, y un par de docenas mas.

Luego cruzo una zona amplia y abierta llena de mesas, pocas estaban ocupadas hoy, y de despachos a cada lado con los nombres de sus ocupantes y la insignia de la policia de Sussex en la puerta.

Paso por delante del gran despacho del inspector jefe Gary Weston, que era el director del Departamento de Investigacion Criminal de Sussex. Al llegar a otra puerta, sostuvo la tarjeta frente al panel de seguridad y entro en un pasillo largo de color crema, flanqueado por tablones de anuncios rojos a cada lado, en los que habia colgados procedimientos de deteccion de delitos graves. Uno titulado «Diagrama: moviles comunes posibles»; otro, «Modelo de investigacion de homicidios»; otro, «Evaluacion de la escena del crimen».

El lugar tenia un aire moderno, de vanguardia, que le gustaba. Habia pasado gran parte de su carrera en edificios viejos e ineficientes que eran como madrigueras; resultaba refrescante que su amado cuerpo de policia, al que habia dedicado su vida, abrazara de verdad el siglo xxi. Aunque tenia un unico defecto del que todo el mundo se quejaba: no habia cafeteria.

Siguio caminando, paso por delante de una puerta tras otra, marcadas todas con abreviaturas. La primera correspondia a la Unidad de Investigaciones Principales, que albergaba el centro de operaciones para delitos graves. Lo seguia la sala de investigadores de la fiscalia, la sala de visionado de cintas de seguridad, el despacho de inteligencia, el despacho del equipo de investigacion externo; luego, recibio el impacto del hedor, primero despacio, pero mas intenso a cada paso.

Era la fetidez densa, empalagosa, nauseabunda, de putrefaccion de cuerpo humano, a la que se habia acostumbrado a lo largo de los anos. Demasiado. No habia otro hedor como ese; te envolvia como una niebla invisible, se filtraba por los poros de la piel, te penetraba por la nariz hasta los pulmones y el estomago y te impregnaba las fibras del pelo y de la ropa, de forma que te lo llevabas contigo y seguias oliendolo durante horas.

Al empujar la puerta del pequeno y pristino despacho de escenas del crimen, vio por que: el estudio fotografico de los investigadores de la escena del crimen estaba en plena accion. Una camisa hawaiana, rasgada y cubierta de sangre, descansaba debajo del resplandor de luces brillantes encima de una mesa, sobre un papel marron. Cerca, en bolsas de plastico, vio unos pantalones y un par de mocasines beis.

Grace miro al fondo de la sala y vio a un hombre con bata blanca, al que por un momento no reconocio, que miraba atentamente a traves del objetivo de una Hasselblad colocada sobre un tripode. Luego, se dio cuenta de que Joe Tindall habia cambiado de imagen desde la ultima vez que lo habia visto hacia unos meses. El peinado de profesor chiflado y las grandes gafas de culo de botella habian desaparecido. Ahora llevaba la cabeza totalmente rapada, le salia una fina tira de vello del centro del labio inferior hasta el centro de la barbilla y lucia unas gafas rectangulares a la ultima, con cristales azulados. Parecia mas un modernillo mediatico que un cerebrito cientifico.

– ?Hay una mujer nueva en tu vida? -le pregunto Grace a modo de saludo.

Tindall alzo la vista hacia el, sorprendido.

– ?Roy, me alegro de verte! En realidad, si. ?Quien te lo ha dicho?

Grace sonrio abiertamente, mirandole con mayor atencion, casi esperando ver tambien un pendiente.

– ?Es joven?

– Pues, en realidad, si… ?Como lo sabes?

Grace volvio a sonreir, mirando su calva recien afeitada y sus gafas modernas.

– Te ha rejuvenecido, ?verdad?

Entonces Tindall comprendio y sonrio con timidez.

– Va a matarme, Roy. Tres veces por noche todas y cada una de las noches.

– ?Lo intentas tres veces todas las noches o consumas?

– ?Vete a la mierda! -Miro a Grace de arriba a abajo-. Vas muy elegante para ser sabado. ?Tu tambien tienes una cita con polvo seguro?

– En realidad, voy de boda.

– Felicidades. ?Quien es la afortunada?

– Me da la sensacion de que no es tan afortunada -replico Grace.

A continuacion, dejo sobre la mesa, junto a la camisa, una pequena bolsa de plastico que contenia la tierra que habia cogido del BMW de Mark Warren.

– Necesito que eches mano de algunos recursos.

– Siempre necesitas que eche mano de algunos recursos. Todo el mundo lo necesita siempre.

– Eso no es verdad, Joe. Te di el material de Tommy Lytle y te dije que disponias de todo el tiempo que necesitaras. Esto es diferente. Tengo a una persona desaparecida. La rapidez con la que analices este material podria determinar si vive o muere.

Joe Tindall levanto la bolsa y la miro. La agito ligeramente, sin dejar de mirarla.

– Bastante arenosa -dijo.

– ?Que te dice eso?

– ?Por telefono has mencionado Ashdown Forest?

– Si.

– Podria ser el tipo de tierra que encontrarias alli.

– ?Podria?

– El Reino Unido esta lleno de tierra arenosa, Roy. Hay tierra arenosa en Ashdown Forest, pero tambien hay tierra arenosa en un millon de sitios mas.

– Necesito una zona que medira unos dos metros de largo por uno de ancho.

– Parece una tumba.

– Es una tumba.

Joe Tindall asintio con la cabeza, mirando de nuevo la bolsa atentamente.

– ?Quieres que localice una tumba en medio de Ashdown Forest a partir de esta bolsita de tierra?

– Lo vas pillando.

El agente del SOCO se quito las gafas unos momentos, como si aquello fuera a proporcionarle claridad de vision. Luego, volvio a ponerselas.

– Este es el trato, Roy. Tu localiza la tumba y yo te hare un analisis para ver si esta tierra coincide o no.

– En realidad, necesito que sea al reves.

Tindall levanto la bolsa de plastico.

– Entiendo. ?Quien te crees que soy? ?David Blaine? ?Derren Brown? Agito esto en el aire y me saco por arte de magia el paradero de una tumba en medio de un bosque de diez hectareas.

– ?Tienes algun problema?

– Pues, si. Si que tengo un problema.

Capitulo 45

Unas horas despues, Grace subia despacio por una colina empinada hacia la iglesia de Todos los Santos en Patcham Village, donde estaba programado que se celebrara cierta boda a las dos de la tarde; dentro de exactamente tres cuartos de hora.

Era su iglesia preferida en aquella zona. Era una iglesia parroquial clasica del gotico primitivo ingles: intima, sencilla, de canteria gris sin adornos, con una pequena torre, una bella vidriera tras el altar y tumbas que se remontaban siglos en el cementerio abandonado de la parte delantera y los laterales.

La lluvia torrencial se convirtio en llovizna mientras permanecia sentado en su Alfa, aparcado cerca de la entrada, en un terraplen de hierba frente a la iglesia, lo que le proporcionaba una vista privilegiada de todas las llegadas. Aun no habia rastro de nadie. Tan solo habia trocitos de confeti empapado en el asfalto mojado, de una boda anterior, seguramente de aquella manana.

Vio a una anciana, cubierta con un impermeable de PVC con capucha, que tiraba de un carro de la compra

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