Se acerco con el coche al borde de la tumba y se quedo sentado en el vehiculo, esperando, observando. Luego abrio la puerta, se bajo de un salto, se tumbo boca abajo y, sin molestarse en arremangarse la sudadera, hundio las manos en el agua fria. Toco el fondo suave de saten. Noto los laterales acolchados, luego otra vez el fondo. Encontro la linterna y la saco. Ya no funcionaba. Sus manos dieron con algo pequeno, redondo, metalico; lo cogieron, tambien lo saco y lo sostuvo a la luz de los faros. Parecia el tapon de una botella de whisky.

Se volvio y miro asustado al bosque que lo rodeaba. Luego, volvio a hundir los brazos en el ataud y lo repaso de un extremo al otro. La pagina empapada de una revista se le quedo enrollada en la mano. Nada mas. Nada de nada. La puta caja estaba vacia.

Se levanto, volvio a colocar en su sitio la plancha de hierro ondulado, echo cuatro hierbas por encima y, luego, regreso a la seguridad de su coche. Dio un portazo y volvio a pulsar el boton del cierre centralizado. Entonces, dio la vuelta y bajo por el sendero, acelerando mucho, pasando por baches y charcos hasta que cruzo los dos guardaganados y llego a la carretera principal.

Despues, activo el bloqueo del diferencial, volvio a las marchas normales y regreso a Brighton, mirando por el retrovisor, asustandose cada vez que veia unos faros tras el. Se moria por llamar a Ashley, pero estaba demasiado confuso como para saber que decirle.

?Donde cono estaba Michael?

?Donde?

?Donde?

Volvio a pasar por delante de las coronas y miro el resplandor naranja del salpicadero, luego la carretera, luego el retrovisor. ?Habian sido imaginaciones suyas? ?Una alucinacion? «Vamos, chicos, ?cual es vuestro secreto? ?Que sabeis que yo no sepa? ?Enterrasteis un ataud vacio? Vale, entonces, ?que hicisteis con Michael?»

Mientras seguia conduciendo, comenzo a calmarse un poquito, a pensar con mayor claridad, convenciendose de que ahora aquello no era importante. Michael no estaba alli. No habia ningun cadaver. Nadie llevaba nada encima.

Sujetando el volante con las rodillas, se quito los guantes de goma y los lanzo al suelo del asiento del copiloto. Todo aquello era tipico de Michael, por supuesto. Llevaba su firma. Michael el bromista. ?Lo habia planeado todo el?

?Y se habia perdido su boda?

Pensamientos disparatados le cruzaban ahora por la mente. ?Se habia enterado Michael de lo suyo con Ashley? ?Formaba parte todo esto de su venganza? Se conocian desde hacia mucho tiempo. Desde los trece anos. Michael era un tipo listo, pero tenia su propio modo de enfrentarse a los problemas. Era posible que se hubiera enterado; aunque el y Ashley habian tenido muchisimo cuidado.

Mientras conducia, se puso a recordar el dia en el que Ashley habia ido a la oficina por primera vez en respuesta a un anuncio que publicaron en el Argus buscando una secretaria personal. Habia entrado, tan lista, tan guapa, a anos luz de todas las demas a las que habian entrevistado antes y despues. Jugaba en una liga totalmente distinta.

Mark acababa de romper una relacion larga y era libre, y Ashley le gusto como ninguna otra chica antes. Conectaron desde el primer momento, aunque Michael no parecio enterarse. Cuando hacia dos semanas que trabajaba para ellos, sin que Michael lo supiera, comenzaron a acostarse.

A los dos meses de su relacion en secreto, Ashley le conto que Michael bebia los vientos por ella y que la habia invitado a cenar. ?Que debia hacer?

Mark se enfado, pero no se lo mostro a Ashley. Toda su vida, desde que conocia a Michael, habia vivido a su sombra. Era Michael quien siempre atraia a las chicas mas guapas en las fiestas y quien con sus encantos habia logrado convencer al director de su banco para que le concediera un prestamo y pudiera comprar la primera propiedad abandonada, con la que habia obtenido grandes rendimientos, mientras Mark salia adelante penosamente con un salario exiguo en una pequena teneduria.

Cuando decidieron montar un negocio juntos, Michael era quien tenia el dinero para invertir en el y por eso se llevo dos terceras partes de las acciones. Ahora su negocio valia varios millones de libras. Y Michael era el dueno de la mejor parte.

Cuando Ashley entro en la oficina aquel dia, fue la primera vez que una mujer lo miraba primero a el.

Y entonces ese mierda se atrevio a pedirle salir.

Lo que sucedio luego fue idea de Ashley. Lo unico que tenia que hacer era casarse con Michael y luego urdir el divorcio. Tenderle una trampa con una puta y grabarlo con una camara oculta. Se conformaria con la mitad de sus acciones y con el 33 por ciento de Mark conseguirian la participacion mayoritaria. El control de la empresa. Adios, Michael.

Un plan sencillo, en realidad.

El asesinato nunca entro en sus planes.

Capitulo 56

Ashley, envuelta en un albornoz blanco, el pelo suelto sobre los hombros, abrio la puerta de su casa y se quedo mirando la figura salpicada de barro de Mark con una mezcla de incredulidad e ira.

– ?Estas loco? ?Como te presentas aqui? -dijo a modo de saludo-. Y a estas horas. ?Son las doce y veinte, Mark!

– Tenia que venir. No podia arriesgarme a llamarte. Tenemos que hablar.

Asustada por el tono desesperado de su voz, Ashley transigio, despues de salir afuera y mirar detenidamente la calle tranquila a ambos lados.

– ?No te han seguido?

– No.

Le miro los pies.

– Mark, ?que diablos estas haciendo? ?Mirate las botas!

Mark bajo la vista a las botas mas que sucias, se las quito y las entro. Aun con ellas en la mano, se quedo en el salon abierto, observando las luces que parpadeaban en el equipo de musica silencioso colgado en la pared.

Tras cerrar la puerta, Ashley se quedo mirandolo asustada.

– Que mal aspecto tienes.

– Necesito un trago.

– Creo que hoy ya has bebido suficiente.

– Ahora estoy demasiado sobrio, joder.

– ?Que quieres? ?Un whisky? -le pregunto mientras le ayudaba a quitarse el anorak.

– Balvenie, si tienes. Si no, lo que sea.

– Tienes que banarte. -Ashley se dirigio a la cocina-. Bueno, cuentame, ?ha sido horrible? ?Tienes la Palm?

– Tenemos un problema.

Ashley se volvio como si le hubieran disparado.

– ?Que clase de problema?

Mark la miro indeciso.

– No estaba.

– ?No estaba?

– No…, no…, no lo se. No…

– ?Quieres decir que Michael no estaba? ?Que el ataud no estaba?

Mark le conto lo que habia pasado. La primera reaccion de Ashley fue ir a cada una de las ventanas y bajar las persianas totalmente, luego le sirvio un whisky y se preparo un cafe para ella. Luego, se sentaron uno frente al otro en los dos sofas.

– ?Es posible que te equivocaras de sitio?

– ?Que quieres decir? ?Que hubiera dos ataudes distintos? No. Fui yo quien sugirio ese lugar. Ibamos a

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