A Grace, la cabeza le iba a mil por hora. Pensaba en todos los hombres jovenes entre veinte y treinta anos cuya desaparicion se habia denunciado en las ultimas dos semanas. Conocia demasiado bien las estadisticas, de todos los anos que habia pasado buscando a Sandy. Solo en Inglaterra desaparecian doscientas cincuenta mil personas al ano. De estas, a una tercera parte nadie volvia a verlas. Algunas estaban muertas y sus asesinos se habian deshecho de los cuerpos de un modo tan eficiente que jamas las encontrarian. Otras habian huido, mas alla de lo que podian abarcar los mayores esfuerzos de la policia. Y, si no, se habian marchado al extranjero y habian cambiado de identidad.
A las manos de Grace solo llegaba una minima parte de los casos de personas desaparecidas: aquellas que se habian esfumado en circunstancias sospechosas; aquellos casos que la policia investigaba y el minusculo porcentaje que le pedian que revisara.
La cronologia de los hechos encajaba. El fisico encajaba, mas o menos. Mas o menos. Solo habia un modo de averiguarlo.
– Llevemoslo al deposito -dijo-. A ver si alguien puede identificarlo.
Capitulo 59
Desnudo excepto por la toalla que llevaba alrededor de la cintura, Mark salio de la ducha y entro en el vestuario del gimnasio. Habia sudado la gota gorda haciendo ejercicio, pero habia sido un partido de tenis pesimo. Habia jugado muy mal contra su oponente habitual de los domingos por la manana, un banquero de inversiones mitad danes mitad americano de piel olivacea y determinacion nervuda llamado Tobias Kormind. No solia vencer a Tobias, pero normalmente le ganaba un set. Hoy, distraido e incapaz de concentrarse, solo habia conseguido aranar un par de juegos en todo el partido.
A Mark le gustaba Tobias porque nunca habia formado parte del reducido circulo de viejos amigos de Michael. Y Tobias, que tenia una mente creativa y buenos contactos en el mundo bancario de Londres, le habia dado a Mark ideas inteligentes para ampliar Inmobiliaria Doble M mas alla de los limites de Brighton y convertirla en un imperio inmobiliario internacional; pero Michael nunca habia querido ni oir hablar del tema. Nunca vio motivo para arriesgarse. El solo queria continuar por el camino lento y pesado por el que avanzaban: urbanizacion tras urbanizacion, vendian una y luego pasaban a la siguiente.
Tobias le dio una palmadita amistosa en la espalda.
– Supongo que no tenias la cabeza para partidos esta manana, ?eh?
– Supongo que no, lo siento.
– Bueno, esta semana te han pasado cosas terribles. Has perdido a cuatro de tus mejores amigos y tu socio ha desaparecido. -Tobias, que estaba en pie y desnudo, se seco el pelo con la toalla energicamente-. ?Que esta haciendo la policia? Tienes que estarles encima, ?sabes? Insistirles, como hace todo el mundo. Seguramente, estaran hasta arriba de trabajo y reaccionaran mejor con la gente que los presiona.
Mark sonrio.
– Ashley es una chica muy tenaz. Les esta haciendo pasar las de Cain.
– ?Como esta?
– Va tirando, mas o menos. Ayer fue dificil para ella. Algunas personas a las que no habia podido localizar fueron a la boda.
Tobias no conocia ni a Michael ni a Ashley, asi que no pudo anadir mucho mas.
– Pinta mal, si no se presento a la boda.
Mark asintio e introdujo la llave en la puerta de la taquilla. Al abrirla, su movil, que habia guardado dentro, sono dos veces. La pantalla le informo de que tenia cuatro mensajes de voz.
Tras disculparse con Tobias y alejarse de el unos pasos, los escucho. El primero era de su madre. Le preguntaba si habia novedades y le recordaba que no se retrasara para la comida de hoy domingo, ya que por la tarde iba a un concierto. El siguiente era de Ashley, y parecia preocupada: «?Mark? ?Mark? Bueno, supongo que estaras jugando. Llamame en cuanto escuches el mensaje». Luego, otro de Ashley: «Soy yo, otra vez». El cuarto tambien era de Ashley: «Mark…, por favor, llamame. Es muy urgente».
Alejandose aun mas de Tobias, sintio que se ponia palido. ?Habia aparecido Michael?
Se habia pasado toda la noche pensando, intentando imaginar como habia salido Michael del ataud y que le diria si se encaraba con el. ?Se creeria Michael que el no sabia nada del plan? Lo unico que hacia falta era un mensaje en la Palm de Michael. Mark -y los otros- le habian mandado varios, en los que le tomaban el pelo sobre la despedida de soltero.
Llamo a Ashley, temiendose lo peor. Parecia afligida y, al mismo tiempo, extranamente formal -supuso que por si alguien habia pinchado los telefonos.
– Yo… No se exactamente que esta pasando -dijo-. Hace una media hora me ha telefoneado una detective joven llamada Emma-Jane no se que, eh… -Se quedo callada un momento. Mark oyo un movimiento de papeles y luego su voz otra vez-. La detective Boutwood. Me ha preguntado si Michael llevaba un pendiente. Le he dicho que llevaba uno cuando empezamos a salir, pero que hice que se lo quitara porque creia que perjudicaba su imagen.
– Y tenias razon -contesto Mark.
– ?Crees que se lo podria haber puesto para la despedida de soltero?
– Es posible. Ya sabes que siempre le ha gustado vestirse un poco macarra cuando sale. ?Por que?
– Acaba de llamarme otra vez esa detective. Han encontrado un cadaver que encaja con la descripcion de Michael en el bosque que hay cerca de Crowborough.
Se echo a llorar. Era una gran actuacion si alguien estaba escuchando su conversacion.
– Dios santo -dijo Mark-. ?Estan seguros de que es el?
– No lo se -dijo entre sollozos profundos y entrecortados-. Le han pedido a la madre de Michael que vaya al deposito a identificar el cadaver. Acaba de llamarme para pedirme que la acompane. Quiere que vayamos en cuanto podamos.
– ?Quieres que vaya? Podria llevaros a las dos.
– ?No te importa? Yo… No creo que pueda conducir y Gill tampoco, esta destrozada. Dios mio, Mark, esto es horrible -dijo y se echo a llorar otra vez.
– Ashley, llegare en cuanto pueda. Pasare a recoger primero a Gill, vive mas cerca, y luego a ti. Estare contigo dentro de media hora.
Ashley lloraba tan desesperadamente que Mark no estaba seguro de si le habia oido.
Capitulo 60
De vuelta a Brighton, Grace llamo a Jaye y se disculpo por haber tenido que acortar su salida.
– ?Como se llama el chico perdido? -le pregunto ella.
Grace dudo, luego vio que no pasaba nada por decirselo. -Michael.
– ?Por que se esconde, tio Roy? ?Ha sido malo?
Grace sonrio. Los ninos tenian una vision del mundo mucho mas simple que los adultos; no obstante, aquella era una buena pregunta. Habia aprendido hacia mucho tiempo que en el trabajo policial no habia que fiarse nunca de nada; no dejar piedra por mover, abrir todas las puertas, no pensar de manera convencional. Tan importante era considerar a Michael Harrison un participante activo en su propia desaparicion como un participante pasivo. A pesar del cadaver que ahora ya estaria en el deposito.
– No estoy seguro -contesto.
– ?Que pasa si no encuentras nunca a Michael?
Era una pregunta inocente, pero toco la fibra sensible de sus emociones.
– Creo que lo encontraremos -respondio sin querer decirle nada sobre el cadaver.
– Pero si no, ?que pasa? -insistio la nina-. ?Hasta cuando lo buscareis?
Grace sonrio con tristeza al ver su inocencia. Habia nacido un ano despues de que desapareciera Sandy y no