que haber podido combatirme. —Miles se aclaro la garganta, seca de preocupacion—. Me estaba preguntando si los hombres de Brun buscaron dentro de esos trajes cuando indagaban el paradero de Solian, el primer dia de su desaparicion. Y, hum… en que estado podria estar ahora su cuerpo.
Roic hizo un ruidito y emitio un quejumbroso susurro de protesta. «?Milord!» Miles no estaba seguro de la interpretacion exacta, pero le parecio que tenia algo que ver con el hecho de que Roic queria conservar su ultima comida en el estomago, y no esparcirla por todo el interior de su casco.
Tras una breve y tensa pausa, Venn dijo:
—Entonces sera mejor que vayamos a echar un vistazo. Selladora, magistrado…, esperen aqui.
Los dos funcionarios no discutieron.
—?Quiere quedarse con ellos, milord? —sugirio Roic.
—Llevamos semanas buscando a ese pobre hombre —replico Miles con firmeza—. Si es el, quiero ser el primero en saberlo.
Pero permitio que Venn y Roic fueran delante de el al entrar en ingenieria y atravesar las compuertas de la cabina del generador de campo Necklin.
En la compuerta, Venn desenvaino su aturdidor y se preparo. Roic se asomo a la portilla de la puerta interior. Luego bajo la mano hasta el control del cierre, la puerta se abrio y entro. Regreso un momento despues, arrastrando el pesado traje de faena. Lo coloco boca arriba en el suelo del pasillo.
Miles se acerco y contemplo el visor.
El traje estaba vacio.
15
—?No lo abra! —exclamo Venn, alarmado.
—No pensaba hacerlo —repuso suavemente Miles. Ni por todo el oro del mundo.
Venn se acerco flotando, observo por encima del hombro de Miles y maldijo.
—?El bastardo ya se habia escapado! ?Pero fue a la Estacion o a una nave?
Retrocedio, guardo el aturdidor en un bolsillo de su traje verde, y empezo a manipular el comunicador de su casco. Alerto a Seguridad de la Estacion y la milicia cuadri de que se localizara, detuviera y registrara cualquier cosa (nave, capsula o lanzadera) que hubiera cambiado de zona de atraque en los costados de la Estacion en las tres ultimas horas.
Miles trato de imaginar la huida. ?Podria el ba haber llegado en el traje de reparaciones a la Estacion antes de que Greenlaw declarara la cuarentena? Si, tal vez. El margen de tiempo era estrecho, pero resultaba factible. En ese caso, sin embargo, ?como habia regresado el traje al escondite en el exterior de la
Pero la
A Miles le picaban las palmas de las manos, enloquecedoramente por dentro de los guantes, y se las froto en un inutil intento de conseguir algo de alivio. Habria dado sangre a cambio de poder rascarse la nariz.
—Roic —dijo lentamente—, ?recuerdas lo que llevaba esto en la mano cuando salio por la compuerta? —Dio un golpecito con el pie al traje de reparaciones.
—Hum… Nada, milord. —Roic se retorcio ligeramente y dirigio a Miles una mirada intrigada a traves de su visor.
—Eso es lo que pensaba. —«Bien.»
Si Miles no se equivocaba, el ba habia descartado el inminente asesinato de Gupta para aprovechar la oportunidad de utilizar a Bel para volver a bordo de la
—El ba ha tenido mas de dos horas para llevar a cabo su huida. Sin duda no se entretendria… —murmuro Miles. Pero lo decia sin conviccion. Roic, al menos, capto la vacilacion de inmediato: su casco se volvio hacia Miles, y fruncio el ceno.
Tenian que contar los trajes de presion, y comprobar todas las compuertas para ver si alguno de los monitores vid habia sido desconectado manualmente. No, demasiado lento… Aquel era un trabajo de recopilacion de pruebas bueno para delegar en alguien de haber tenido en quien, pero Miles estaba dolorosamente escaso de subordinados en aquellos momentos. Y en cualquier caso, ?que mas daba si descubrian que faltaba otro traje? Perseguir trajes sueltos era algo a lo que ya se estaban dedicando los cuadris de la Estacion, por orden de Venn. Pero si no faltaba ningun otro traje.
Y el propio Miles acababa de convertir la
Trago saliva.
—Estaba a punto de decir que tenemos que contar los trajes, pero tengo una idea mejor. Creo que deberiamos regresar al puente de mando y aislar la nave por secciones desde alli. Recoger todas las armas que haya a nuestra disposicion, y llevar a cabo una busqueda sistematica.
Venn se agito en su silla flotante.
—?Que, cree que ese agente cetagandes podria estar todavia a bordo?
—Milord —dijo Roic con voz extranamente aguda—, ?que les pasa a sus guantes?
Miles se miro las manos. La respiracion se le congelo en el pecho. El fino y resistente tejido de los guantes de su traje de bioproteccion estaba cayendose a tiras; bajo el entramado, sus palmas se veian rojas. El picor parecio redoblarse.
—?Mierda! —Dejo escapar el aire contenido con una mueca feroz.
Venn se acerco, advirtio el dano con unos ojos como platos, y retrocedio.
Miles alzo las manos y las separo.
—Venn. Vaya a recoger a Greenlaw y Leutwyn y llevelos al puente. Ponganse a salvo ustedes y pongan a salvo la enfermeria, por ese orden. Roic. Adelantate hasta la enfermeria. Ve abriendome las puertas.
Sofoco un innecesario grito de «?Corre!»; Roic, con un jadeo audible por el comunicador del traje, ya se habia puesto en marcha.
Recorrio la nave medio a oscuras siguiendo las largas zancadas de Roic, sin tocar nada, esperando que cada latido de su corazon se quebrara dentro de el. ?Donde habia pillado esta contaminacion infernal? ?Habia alguien mas afectado? ?Todos los demas?
No. Tenian que haber sido los mandos de control del traje de energia. Los habia notado resbaladizos bajo las manos. Los habia aferrado con fuerza, concentrado en la tarea de traer el traje a bordo. Habia mordido el anzuelo… Ahora, mas que nunca, estaba seguro de que el ba habia sacado por la compuerta un traje vacio. Y luego habia preparado una trampa para cualquier listillo que lo descubriera demasiado pronto.
Atraveso la puerta de la enfermeria, dejo atras a Roic, quien se hizo a un lado, y se fue derecho a la puerta interna iluminada de azul, al pabellon biosellado. Un tecnomed con traje aislante dio un respingo, sorprendido. Miles llamo por el canal trece y gimio:
—Que alguien, por favor…
Entonces se detuvo. Iba a gritar «?Que alguien me abra el agua!» y a meter las manos bajo el chorro del grifo, ?pero adonde iba entonces el agua?