microenclaustrado pasa del entorno no amistoso a la zona amistosa, quimicamente hablando, se abre y libera su carga. No hay perdida, ni desperdicio.
—?Oh! ?Maravilloso! ?Me esta diciendo que ahora tengo la misma mierda que Bel?
—Hum —Clogston miro el crono de la pared—. ?Cuanto tiempo ha pasado desde que quedo expuesto, milord?
Miles siguio su mirada.
—?Media hora, tal vez?
—Ya podrian ser detectables en su torrente sanguineo.
—Compruebelo.
—Tendremos que abrir su traje para acceder a una vena.
—Compruebelo ahora. Rapido.
Clogston tomo una aguja; Miles se quito la venda bioprotectora de la muneca izquierda y apreto los dientes mientras la solucion biocida picaba y la aguja pinchaba. Tuvo que reconocer que, para tratarse de un hombre que llevaba guantes de bioproteccion, Clogston era bastante diestro. Observo ansiosamente como el cirujano introducia con delicadeza la aguja en el analizador.
—?Cuanto tiempo tardara?
—Ahora que tenemos el modelo de esa cosa, nada. Si es positivo, quiero decir. Si esta primera muestra es negativa, me gustaria volver a probar cada treinta minutos o asi para estar seguro. —Clogston callo y estudio la muestra—. Bueno. Hum. No sera necesario volver a hacer ninguna comprobacion.
—Bien —rugio Miles. Se abrio el casco y se subio la manga del traje. Se llevo el comunicador de muneca a la boca y ordeno—: ?Vorpatril!
—?Si!
La voz de Vorpatril respondio al instante. Controlaba sus canales de comunicacion: debia de estar de guardia o bien en el puente de mando de la
—Espere, ?que esta haciendo en este canal? Crei que no tenia acceso.
—La situacion ha cambiado. Eso no importa ahora. ?Que esta pasando ahi fuera?
—?Que esta pasando ahi dentro?
—El equipo medico, el practico Thorne y yo nos hemos hecho fuertes en la enfermeria. Por el momento, seguimos controlando nuestro entorno. Creo que Venn, Greenlaw y Leutwyn estan atrapados en la Cabina de Carga Numero Dos. Roic puede estar en alguna parte de ingenieria. Y el ba, creo, se ha apoderado del puente. ?Puede confirmar eso ultimo?
—Oh, si —gruno Vorpatril—. Ahora mismo esta hablando con los cuadris de la Estacion Graf. Profiriendo amenazas y haciendo exigencias. Al jefe Watts le ha tocado la papeleta. Estoy preparando un grupo de asalto.
—Paselo aqui. Quiero oirlo.
Unos segundos y sono la voz del ba. El acento betano habia desaparecido; la frialdad academica se iba perdiendo.
—… nombre no importa. Si quieren recuperar con vida a la Selladora, al Auditor Imperial y a los demas, estas son mis exigencias. Un piloto de salto para esta nave, enviado inmediatamente. Paso libre y sin impedimentos por su sistema. Si ustedes o los barrayareses intentan lanzar un ataque militar contra la
—Si intenta embestir la Estacion —contesto la voz del jefe Watts, cargada de tension—, la volaremos nosotros mismos.
—Como quieran —contesto secamente la voz del ba.
?Sabia el ba como volar una nave? No era precisamente facil. Demonios, si el cetagandes tenia cien anos de edad, ?quien sabia todo lo que sabia hacer? Pero dar en un blanco tan grande y tan cercano, cualquier profano podria hacerlo.
La tensa voz de Greenlaw intervino; su enlace al parecer estaba conectado con Watts de la misma manera que Miles con Vorpatril.
—No lo haga, Watts. El Cuadrispacio no puede dejar que un transmisor de plagas como este pase a nuestros vecinos. Un punado de vidas no justifica arriesgar miles.
—En efecto —continuo el ba tras una breve vacilacion, todavia en el mismo tono frio—. Si consiguen matarme, me temo que se encontraran con otro dilema. He dejado un regalito a bordo de la Estacion. Las experiencias de Gupta y el practico Thorne deberian darles una idea de que tipo de paquetito es. Puede que lo encuentren antes de que se abra, aunque diria que sus posibilidades son escasas. ?Donde estan ahora sus miles? Mucho mas cerca de casa.
?Era una verdadera amenaza o un farol?, se pregunto Miles freneticamente. Desde luego encajaba con el estilo que el ba habia demostrado hasta el momento: Bel en la unicapsula, la trampa con los mandos del control del traje… Rompecabezas horribles y mortiferos que el ba dejaba tras de si para perturbar y distraer a sus perseguidores. «Desde luego, funciono bien conmigo.»
—?Cree que el hijo de puta se esta tirando un farol, senor? —pregunto Vorpatril por el comunicador de muneca, en un innecesario susurro, apagando la conversacion entre el ba y Watts.
—No importa si es un farol o no. Lo quiero vivo. ?Dios, como lo quiero vivo! Considerelo de maxima prioridad y una orden de la Voz del Emperador, almirante.
—Entendido, milord Auditor —contesto Vorpatril tras una pequena y reflexiva pausa.
—Prepare su equipo de asalto, si… —El mejor equipo de asalto de Vorpatril estaba detenido en la carcel cuadri. ?Como seria el segundo mejor? El corazon de Miles vacilo—. Pero espere. Esta situacion es extremadamente inestable. Todavia no tengo claro como saldra. Vuelva a poner el canal del ba.
Miles devolvio su atencion a la negociacion en curso… No, ?a su cierre?
—Un piloto de salto —parecia estar repitiendo el ba—. Solo, en una capsula personal, a la Compuerta Numero Cinco B. Y, ah… desnudo. —Dio la horrible impresion de que decia esto ultimo sonriendo—. Por razones obvias.
El ba corto la comunicacion.
16
«?Ahora que?»
Dilaciones, supuso Miles, mientras los cuadris de la Estacion Graf preparaban a un piloto o corrian el riesgo de perder el tiempo discutiendo si enviar a uno a un peligro semejante, y nadie se ofrecia voluntario. Mientras Vorpatril preparaba su equipo de asalto, mientras los tres cargos cuadris estaban atrapados en la cabina de carga (bueno, no estaban cruzados de manos, aposto Miles). «Mientras esta infeccion se apodera de mi.» Mientras el ba hacia… ?que?
«Las dilaciones no son de mi gusto.»
Pero eran su fuerte. ?Que hora era, por cierto? Por la tarde… ?todavia del mismo dia que habia empezado tan temprano con la noticia de la desaparicion de Bel?
Si, aunque parecia casi imposible. Sin duda habia entrado en alguna distorsion temporal. Miles miro su comunicador de muneca, inspiro profundamente, aterrado, y marco el codigo de Ekaterin. ?Le habia contado Vorpatril algo de lo que estaba pasando, o la habia mantenido comodamente ignorante?
—?Miles! —respondio ella de inmediato.
—Ekaterin, amor. ?Donde, hum… estas?
—En la sala de tacticas, con el almirante Vorpatril.
Ah. Eso respondia a la pregunta. En cierto modo, se sintio aliviado por no tener que contar toda la letania de malas noticias.
—Has estado siguiendo todo esto, entonces.
—Mas o menos. Ha sido muy confuso.
—Apuesto a que si. Yo… —No podia decirlo, no de aquella forma. Se fue por las ramas, mientras hacia