—?Con que proposito?
—No se. Para contar mi sueno, creo. Me desperto.
Nafai penso en su propio sueno, pero no podia recordarlo.
—Me alegro mucho de que el Alma Suprema hablara de nuevo. Pero el sueno fue espantoso.
—?Que era?
—?Eres tu a quien debo contarselo?
—?Como he de saberlo? Pero estoy aqui.
—?El Alma Suprema te trajo aqui?
Nafai no pudo eludir esa pregunta tan directa.
—Si, eso creo. Ella asintio.
—Entonces te lo contare. En realidad tiene sentido que sea tu familia. Porque hay mucha gente que odia a tu padre por su vision y por haber tenido el valor de proclamarla.
—Si —admitio Nafai. Y luego sugirio—: El sueno.
—Vi a un hombre solo caminando en linea recta. Caminaba en la nieve. Solo que yo sabia que era esta noche, aunque no hay un solo copo de nieve. ?Entiendes que puedo saber algo, aunque sea diferente de lo que el sueno me muestra?
Recordando la conversacion que habian entablado una semana atras en el portico, Nafai asintio.
—Asi que habia nieve, pero era esta noche. Habia despuntado la luna. Supe que se acercaba el alba. Y mientras el hombre caminaba, dos hombres encapuchados le salian al paso empunando espadas energeticas. El parecia reconocerlos a pesar de las capuchas. Entonces decia: «Aqui teneis mi garganta.
No voy armado. Pudisteis haberme matado en cualquier momento, aunque yo sabia que erais mis enemigos. ?Para que necesitabais hacerme confiar en vosotros? ?Temiais que la muerte me molestara menos si no me sentia traicionado?»
Nafai ya habia hecho la asociacion entre el sueno y la reunion que Padre debia celebrar al cabo de pocas horas.
—Gaballufix —murmuro. Luet asintio.
—Si, ahora lo entiendo… pero no lo entendi hasta comprender que esta casa era de tu padre.
—No… Gaballufix organizo una reunion con Padre y Roptat esta manana, en el cobertizo refrigerado.
—La nieve.
—Si. Siempre hay escarcha en los rincones.
—Y Roptat —susurro Luet—. Eso explica la proxima parte del sueno.
—Cuentame.
—Un hombre encapuchado descubria el rostro del companero. Por un instante me parecio que sonreia, pero luego mi vision se aclaro y comprendi que la sonrisa no estaba en el rostro. Era su garganta, cortada hasta la nuca. Su cabeza caia hacia atras y la herida de la garganta se abria por completo, como si fuera una boca tratando de gritar. Y el hombre, el que era yo en el sueno…
—Entiendo. Padre.
—Si. Pero yo no sabia.
—De acuerdo —dijo Nafai con impaciencia, urgiendola a continuar.
—Tu padre, si era tu padre, dijo: «Supongo que diras que yo le mate.» Y el encapuchado respondia: «Y en verdad lo hiciste, querido pariente.»
—Gaballufix diria eso. Conque Roptat tambien esta condenado a morir.
—Aun no he concluido —lo interrumpio Luet—. Mejor dicho, el sueno no habia concluido. Porque el hombre, tu padre, dijo: «?Y a quien se culpara de mi muerte?» Y el encapuchado replico: «Desde luego, no a mi. Yo jamas alzaria la mano contra ti, pues te amo entranablemente. Simplemente hallare tu cuerpo aqui y a tus desalmados asesinos junto al cadaver.» Se echaba a reir y desaparecia en las sombras.
—Conque el no matara a Padre.
—No. Tu padre se giraba y veia a otros dos encapuchados a sus espaldas. Y aunque ellos no hablaban ni se descubrian, el los reconocia. Senti una agobiante tristeza. «No podias esperar», le decia a uno. «Y tu no podias perdonarme», le decia al otro. Y ambos lo atacaban con sus espadas y lo mataban.
—No, por el Alma Suprema —dijo Nafai—. Ellos no lo harian.
—?Quienes? ?Lo sabes?
—No cuentes a nadie la ultima parte del sueno. Juralo con toda solemnidad.
—No hare tal cosa.
—Mis hermanos estan en casa, no al acecho de Padre.
—?Ellos son los encapuchados, pues? ?Tus hermanos?
—?No! Jamas. Ella asintio.
—No te ofrecere ningun juramento, solo mi promesa. Si tu padre se salva de la muerte gracias a mi presencia en esta casa, entonces no contare a nadie esta parte del sueno.
—Ni siquiera a Hushidh.
—Pero te hare otra promesa. Si tu padre muere, sabre que no le avisaste y que tu te contabas entre los encapuchados del sueno, porque conocer la confabulacion y negarse a advertirle es como empunar la espada energetica con tus propias manos.
—?Crees que no lo se? —dijo Nafai. Por un instante le enfurecio que ella procurase explicarle la etica de la situacion. Pero pronto abandono este pensamiento, pues la advertencia de Luet aclaraba otros sucesos de ese dia—. Por eso Meb fue a orar, y por eso Elya echo llave al porton de dentro. Sabian o sospechaban algo, y tenian miedo de decirlo. Eso significaba el sueno… no que alzarian la mano contra Padre, sino que estaban enterados y tenian miedo de advertirle.
Ella asintio.
—A menudo acontece asi en los suenos. Eso seria un significado verdadero, y no se me vacia la cabeza cuando concibo este pensamiento.
—Quizas hasta el Alma Suprema lo ignore.
Ella le palmeo la mano, haciendolo sentir como un chiquillo, aunque ella era menor y mas menuda que el. Nafai lo tomo a mal.
—El Alma Suprema lo sabe —dijo ella.
—No lo sabe todo.
—Todo lo que se puede saber —replico Luet. Camino hacia la puerta de la habitacion—. No digas a nadie que he venido aqui.
—Excepto a Padre.
—?No puedes decir que fue un sueno tuyo?
—?Por que? El creeria en tu sueno, no en el mio.
—Subestimas a tu padre. Y tambien al Alma Suprema, creo. Y a ti mismo. —Enfilo hacia el patio del frente de la casa, banado por la luna. Iba a doblar a la derecha para encaminarse al Camino del Risco.
—No —susurro Nafai, cogiendole el menudo brazo, reparando en la fragilidad de aquella nina de huesos pequenos—. No pases frente al porton.
Ella lo miro inquisitivamente, la luna reflejada en los ojos.
—Tal vez desperte a alguien cuando lo abri —explico Nafai.
Ella asintio.
—Rodeare la casa por el otro lado.
—Luet.
—?Si?
—?Estaras a salvo al regresar?
—La luna ha despuntado. Y el guardia de la Puerta del Embudo no me causara problemas. El Alma Suprema le hizo dormir cuando pase antes.
—Luet —repitio Nafai.
Ella se detuvo una vez mas, aguardando sus palabras.
—Gracias —dijo Nafai. Las palabras no eran nada en comparacion con lo que sentia en el corazon. Luet habia salvado la vida de su padre y habia demostrado gran valor al recorrer un camino que desconocia a la luz de las estrellas, guiada solo por un sueno.