anochecer, pero antes de que cesaran las actividades de la casa; Hushidh sabia que se iba y se encargaria de impedir que los demas descubrieran su ausencia. Pero ninguna de las dos habia pensado en facilitar la entrada.

Tia Rasa nunca cerraba con llave la puerta principal. Y una vez que el Alma Suprema hizo dormitar al guardia durante la salida y lo mantuvo alejado de la puerta a su regreso, Luet dio por sentado que el Alma Suprema le allanaba el camino.

Luet penso en pasar la noche en el porche, pero hacia frio. Mientras caminaba habia logrado entrar en calor, pero dormirse ahora seria peligroso. Las mujeres distinguidas de la ciudad no tenian ropa adecuada para dormir a la intemperie. Si imitaba a las mujeres sagradas caeria enferma.

Sin embargo, quizas hubiera otro modo. ?El portico de Tia Rasa, en el lado de la casa que daba al valle, no estaba totalmente abierto? Tal vez hubiera un modo de trepar desde el valle. La zona que estaba al este del portico de Rasa era el paraje mas silvestre y desierto del Bancal. Ni siquiera formaba parte de un barrio, y aunque alli desembocaba la Calle Agria, no habia camino; las mujeres nunca tomaban por alli para llegar al lago.

Pero debia ir por alli si deseaba regresar a casa de Tia Rasa.

El Alma Suprema la estaba guiando de nuevo. La guiaba, pero no le decia nada.

?Por que no?, pregunto Luet por milesima vez. ?Por que no puedes indicarme tu proposito? Si me hubieras dicho que me dirigia a la casa de Wetchik, no habria tenido tanto miedo. ?Acaso mi temor y mi ignorancia te servian de algo? ?Y ahora por que me mandas a ese paraje silvestre al oriente de la casa de Tia Rasa? ?Con que fin? ?Te complace jugar conmigo? ?O soy demasiado tonta para entender tu proposito? Soy tu paloma mensajera: transmito tus recados pero no soy digna de entenderlos.

Pero a pesar de su resentimiento, a los pocos minutos abandonaba los ultimos adoquines de la Calle Agria para internarse en la hierba y en los bosques sin senderos del Bancal.

El terreno era escabroso y las hendiduras de los matorrales parecian conducir hacia abajo, alejandola del portico de Rasa para conducirla hacia los penascos que se erguian sobre la barranca del Camino Sagrado. Con razon ni siquiera las mujeres del Bancal construian alli. Pero Luet rehuso dejarse desorientar por los senderos faciles, sabiendo que desaparecerian en cuanto empezara a seguirlos. Se abrio paso a traves de los matorrales. Las espinas de zarosel la aranaban y le dejarian cardenales que arderian durante dias incluso bajo una capa del balsamo de Tia Rasa. Para colmo, estaba cansada, tenia frio y sueno, y a veces creia despertar de golpe aunque no se habia dormido. Pero se habia fijado un rumbo y pensaba seguirlo.

Llego a un pequeno claro donde un brillante claro de luna se filtraba por la techumbre de hojas. Al cabo de un mes las hojas caerian y esas matas no parecerian tan amenazadoras. Pero ahora un retazo de luz era como un milagro, y Luet parpadeo.

En ese parpadeo, el claro cambio. Habia una mujer alli.

—Tia Rasa —susurro Luet. ? Como supo que debia venir aqui a buscarme? ?El Alma Suprema ha vuelto a hablar con otros?

Pero no era Tia Rasa, sino Hushidh. ?Como podia haber cometido semejante error?

No. No era un error. Pues Hushidh cambiaba de nuevo. Ahora era Eiadh, la bella muchacha de la clase de Hushidh, la muchacha de quien el pobre Nafai estaba enamorado. Y de nuevo se transformo, esta vez en la actriz Dol, quien habia sido tan famosa en su juventud; era una sobrina de Tia Rasa y ultimamente habia herido muchos corazones, pero ahora tenia mas de veinte anos y los rasgos que en su infancia despertaban el afecto maternal de las mujeres y deslumbraban a los hombres no eran tan asombrosos en una mujer. Sin embargo, Luet hubiera dado la mitad de su vida si en la otra mitad hubiera podido tener la dulce y exquisita belleza de Dol.

?Por que el Alma Suprema me muestra a estas mujeres?

Dol se transformo en Shedemei, otra sobrina de Tia Rasa. Pero Shedya era lo contrario de Dol y Eiadh. A los veintiseis anos aun vivia en casa de Tia Rasa, ayudando a ensenar ciencias a los estudiantes mayores a medida que crecia su reputacion de genetista. La mayoria de las noches dormia en su laboratorio, a muchas calles de distancia, y no en su habitacion de la casa de Rasa, pero aun era una presencia vigorosa y serena alli. Shedemei carecia de belleza; no era tan fea como para sobresaltar a quien la mirase, pero su rostro resultaba menos atractivo cuanto mas se lo estudiaba. Su mente, empero, era un iman atraido por la verdad; en cuanto la hallaba, se le adheria con fuerza. Entre las sobrinas de Rasa, era la que Luet mas admiraba; pero Luet sabia que tenia tan pocas luces para emular a Shedemei como belleza para seguir la carrera de Dol. El Alma Suprema habia escogido para sus visiones a alguien que no tenia otra utilidad en el mundo.

La mujer se esfumo. Luet quedo a solas en el claro y de nuevo tuvo la sensacion de haber despertado.

?Era solo un sueno, como los que se tienen cuando ni siquiera sabemos que estamos dormidos?

Detras del sitio donde se habian presentado las apariciones, una luz brillaba en la penumbra de la madrugada. Tenia que ser el portico de Tia Rasa. No podia haber otra luz en esa direccion. Quiza la vision hubiera sido acertada. Tia Rasa estaba despierta, esperandola.

Se interno en el matorral. Las ramillas la azotaban, las espinas le rasgaban las ropas y la piel, y el suelo irregular la confundia, haciendole tropezar y caer. Pero esa luz la guiaba siempre, atrayendola hasta que se perdio de vista cuando Luet quedo debajo del portico.

Formaba una abrupta pared vertical que se erguia desde la base hasta la balaustrada sin ningun peldano. Y eran por lo menos cuatro metros de altura. Aunque Tia Rasa estuviera esperando, no habia manera de subir sin llamar a la servidumbre. Y si iba a causar un alboroto en la casa, bien podia haber tirado del cordel de la campanilla en la puerta principal.

Tras dar tantas vueltas por el tosco terreno del bosque, Luet se habia aproximado a la casa de Rasa desde el sur. Casi todo el frente del portico estaba oculto para ella. Era posible que la casa dispusiera de alguna comunicacion entre el portico y el bosque. Sin duda las constructoras habian planeado algo mas que una mera vista del Valle de la Grieta. Y aunque no hubiera un acceso concreto, tenia que haber un sitio por donde fuera posible escalar.

Tras rodear la curva superficie de piedra, Luet al fin hallo lo que buscaba: un sitio donde el escabroso terreno se elevaba mas en relacion con el portico. Ahora la cima de la balaustrada estaba a un brazo de distancia. Y, al estirar las manos para tratar de aferrar una fisura, Luet vio el rostro de Tia Rasa, bienvenido como el amanecer, y sus brazos abiertos hacia ella.

Si Luet hubiera sido mas corpulenta, Tia Rasa quiza no habria podido alzarla; pero si hubiera sido mas corpulenta podria haber trepado sin ayuda.

Cuando al fin se sento en el banco, acurrucandose contra Tia Rasa, a punto de llorar de alivio y agotamiento, Tia Rasa le hizo la pregunta obvia:

—?Que hacias ahi en vez de llamar a la puerta principal como cualquier estudiante que regresa fuera de hora? ?Tanto temias una reprimenda que preferiste arriesgar el pellejo en el bosque?

Luet sacudio la cabeza…

En el bosque tuve una vision. Pero quiza la hubiera visto de todos modos, asi que haber elegido ese camino puede haber sido una tonteria.

Al fin Luet conto a Tia Rasa lo que habia ocurrido: la vision que habia referido a Nafai, la advertencia sobre la conspiracion para asesinar a Wetchik, las palabras de la mujer sagrada en la oscura calle y la vision de Rasa y sus sobrinas.

—No entiendo que significa esa vision —dijo Rasa—. Si el Alma Suprema no te lo revelo a ti, ?como he de saberlo yo?

—No me interesa interpretarla. No quiero mas visiones ni charlas sobre visiones. Tengo todo el cuerpo dolorido y quiero acostarme.

—Claro que si, claro que si. Puedes dormir y dejar que Wetchik y yo pensemos que decision debemos tomar ahora. A menos que el cometiera la tonteria de pensar que el honor le exigia mantener esa traicionera cita en el cobertizo refrigerado.

Un pensamiento sobrecogio a Luet.

—?Y si Nafai no le advirtio? Tia Rasa la miro severamente.

—?Que Nafai no advirtiera a su padre de una conspiracion contra su vida? Estas hablando de mi hijo.

?Que podia significar eso para Luet, que no conocia a su madre y cuyo padre podia ser cualquier hombre de la ciudad, siendo los mas bestiales los candidatos mas probables? Madre e hijo: era un vinculo que no revestia ninguna autoridad para ella. En un mundo de promesas incumplidas, cualquier cosa era posible.

No, era su fatiga la que la inducia a no fiarse de nadie. Estaba dudando del juicio de Tia Rasa, no solo de la

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