lealtad de Nafai. Obviamente su mente no funcionaba con claridad. Se dejo llevar escalera arriba hasta la habitacion de Rasa, quien la acosto en el mullido lecho de la senora de la casa, donde Luet se durmio casi antes de comprender donde estaba.
—Toda la noche fuera —espeto Hushidh.
Luet abrio un ojo. La luz que entraba por la ventana era muy brillante, pero el aire estaba fresco. Pleno dia, y Luet acababa de despertar.
—Y ni siquiera tuviste el buen tino de entrar por la puerta principal.
—No siempre me dejo guiar por el buen tino.
—Ya me he dado cuenta —dijo Hushidh—. Debiste llevarme contigo.
—Dos personas siempre llaman mas la atencion que una sola.
—?A la casa de Wetchik! ?No pensaste que quiza yo conociera el camino?
—Ignoraba adonde iba.
—Sola de noche. Pudo haber ocurrido cualquier cosa. Y con ese tonto juramento me comprometiste a no decir nada a nadie. Tia Rasa casi me despelleja viva y me cuelga en el porche cuando comprendio que yo sabia adonde habias ido y no se lo habia contado.
—No te enfades conmigo, Hushidh.
—La ciudad entera esta conmocionada. Un subito temor la apunalo.
—No, Hushidh… no me digas que se ha cometido el asesinato a pesar de todo.
—?Asesinato? En absoluto. Pero Wetchik y sus hijos han huido, y Gaballufix afirma que se debe a que el descubrio el complot de Wetchik para asesinarlo a el y a Roptat en una reunion secreta que Wetchik habia organizado en su cobertizo, cerca de la Puerta de la Musica.
—Eso no es verdad.
—Nunca pense que lo fuera —dijo Hushidh—. Solo te repito lo que dice la gente de Gaballufix. Sus soldados ocupan las calles.
—Estoy tan cansada, Hushidh, y no puedo hacer nada acerca de esto.
—Tia Rasa cree que puedes hacer algo. Por eso me envio a despertarte.
—?Si?
—Bien, ya la conoces. Me mando dos veces «para ver si la pobre Luet aun esta descansando como debe». La tercera vez comprendi que esperaba que yo te despertase pero no tenia corazon para ordenarme que lo hiciera.
—Que considerada has sido al leer entre lineas, mi esplendida hermana mayor.
—Puedes dormir despues, mi dulce hermana menor.
Luet tardo poco en lavarse y vestirse, pues como era pequena Tia Rasa no la obligaba a arreglarse el cabello y la indumentaria para parecer gracil y esbelta antes de presentarse en publico. Dada su corta edad, podia tener un aspecto desgarbado y desmanado, lo cual exigia menos esfuerzo. Cuando Luet bajo, Tia Rasa estaba en su salon con un hombre, un desconocido a quien presento de inmediato.
—El es Rashgallivak, querida Luet. Es fidelisimo y muy digno de confianza, o al menos eso dice mi amado companero.
—He servido toda mi vida a la finca Wetchik —dijo Rashgallivak—, y asi lo hare hasta que muera. Quiza yo no pertenezca a las grandes casas pero soy un autentico Palwashantu.
Tia Rasa asintio. Luet se pregunto si debia escuchar a ese hombre con credulidad o ironia. Pero Rasa parecia confiar en el, asi que Luet decidio imitarla.
—Entiendo que fuiste tu quien llevo la advertencia —dijo Rashgallivak. ? Luet miro sorprendida a Tia Rasa.
—El ha jurado no revelarlo a nadie mas —dijo Tia Rasa—4 No queremos implicarte en un intento de asesinato, querida. Pero Rash tenia que saberlo, para no creer que mi Wetchik habia perdido el juicio. Wetchik le dejo ordenes detalladas para hacer algo totalmente descabellado.
—Cerrar todo —dijo Rashgallivak—. Despedir a todos los empleados que fuera posible, vender todos los animales de carga y liquidar las acciones. Solo he de retener la tierra, los edificios y los activos liquidos, en cuentas intocables. Muy sospechoso, si mi senor es inocente. Eso dirian algunos. Eso dicen algunos.
—Hacia apenas media hora que se conocia la ausencia de Wetchik cuando Gaballufix fue a su casa, exigiendo, como jefe del clan Palwashantu, que se le entregaran todas las propiedades de la familia Wetchik. Tuvo el descaro de llamar a mi companero por su nombre de natalicio, Volemak, como si hubiera renunciado a su derecho al titulo familiar.
—Si mi amo ha dejado Basilica para siempre —dijo Rashgallivak—, Gaballufix esta en su derecho. La propiedad no se puede vender ni donar a nadie que no pertenezca al clan.
—Y yo trato de convencer a Rashgallivak de que fue tu advertencia de peligro inmediato lo que puso a Wetchik en fuga, no una confabulacion para abandonar la ciudad y llevarse la fortuna familiar.
Luet comprendio cual era su deber en esta conversacion.
—Hable con Nafai —le dijo a Rashgallivak—. Le adverti que Gaballufix se proponia matar a Wetchik y Roptat. Al menos eso sugeria mi sueno.
Rashgallivak asintio lentamente.
—Claro que esto no bastara para presentar una acusacion contra Gaballufix. En Basilica ni siquiera los hombres son juzgados por actos que planearon pero no llegaron a realizar. Pero bastara para convencerme de que debo impedir que Gaballufix se aduene de la propiedad.
—Una vez fui su companera —observo Rasa—. Conozco muy bien a Gabya. Sugiero que tomes medidas extraordinarias para proteger la fortuna… sobre todo los activos liquidos.
—Nadie los tendra salvo el jefe de la casa de Wetchik —dijo Rashgallivak—. Senora, te doy las gracias. Y tambien a ti, nina sabia.
Se marcho sin decir otra palabra. Era muy distinto de los hombres atildados —artistas, cientificos, gente del gobierno y las finanzas— que Luet habia conocido en el salon de Tia Rasa. Esos hombres siempre se demoraban hasta que Tia Rasa los obligaba a partir fingiendo fatiga o aduciendo que tenia deberes urgentes en la escuela, como si su personal docente no fuera capaz de apanarselas sin una supervision directa. Pero Rashgallivak, por su clase social, no podia aspirar razonablemente a ser companero de una persona como Tia Rasa, ni de sus sobrinas.
—Lamento que no hayas podido dormir mas —dijo Tia Rasa—, pero me alegro de que te despertaras en un momento tan oportuno.
Luet asintio.
—Anoche pase tanto tiempo creyendo que caminaba en suenos que quizas esta manana solo necesitaba la mitad del reposo.
—Te enviaria a dormir de inmediato, pero antes debo hacerte una pregunta.
—A menos que sea algo que hemos estudiado recientemente en clase, no conocera la respuesta, mi senora.
—No finjas que no sabes de que hablo.
—No imagines que realmente comprendo al Alma Suprema.
Luet supo de inmediato que se habia extralimitado. Tia Rasa enarco las cejas
—A veces, querida mia, olvidas tu lugar. Finges que te comportas con modestia aunque el Alma Suprema te haya hecho vidente, pero me hablas con una impertinencia en la que no incurriria ninguna mujer de esta ciudad, joven o anciana. ?En que debo creer? ?En tus humildes palabras o en tus soberbios modales?
Luet inclino la cabeza.
—En mis palabras, senora. Mis modales trasuntan la brusquedad natural de una chiquilla. Tia Rasa se echo a reir.
—Esas palabras son las mas dificiles de creer. Pues bien, te ahorrare mis preguntas. Ahora ve a acostarte, aunque esta vez en tu propia cama… Prometo que nadie te molestara.
Luet estaba en la puerta del salon cuando esta se abrio y una joven irrumpio, obligandola a retroceder.
—?Madre, esto es abominable!
—Sevet, me encanta que vengas al cabo de tantos meses… y sin el menor anuncio, ni siquiera la cortesia de aguardar a que se te invite a entrar.