—Apenas pude evitar que se le aflojaran los esfinteres. Jamas debiste incluirlo en nuestro plan.
—?No?
—?Como sabes que no fue el quien previno a Padre?
—Pues no lo se. Solo se que mi querido primo Wetchik se marcho, y mi hermano Elemak con el.
—Al menos esta fuera de la ciudad. No te estorbara mas.
—?No?
—Claro que no. ?Que puede hacer desde un apartado valle del desierto?
—Pues te ha enviado de regreso —senalo Gaballufix.
—Con un objetivo limitado que no guarda ninguna relacion con el debate sobre los carros de guerra, Potokgavan ni los cabeza mojada.
—El debate ya ha trascendido esos problemas, de todos modos. O, mejor dicho, se ha vuelto mucho mas inmediato. Dime… ?cual es el objetivo limitado de tu padre, y como puedo burlarlo?
Elemak rio, esperando que Gabya bromeara.
—Creo que el mejor modo de burlarlo es darle lo que quiere… una cosa sencilla, nada importante. Luego nos iremos y tu te las veras con Roptat, tal como querias.
—Nunca quise vermelas con nadie. Soy un hombre pacifico. No quiero conflictos. Crei tener un plan para evitar los conflictos, pero a ultimo momento la gente en quien confiaba me defraudo.
Aun sonreia, pero Elemak comprendio que la situacion no era tan halaguena como habia esperado.
—Dime, Elya, ?que es esa nimiedad que debo hacer por tu padre, tan solo porque el lo pide?
—Hay un indice —dijo Elemak—. Una antigualla que pertenece a la familia desde hace generaciones. i ›
—?Un indice? ?Por que iba yo a tener un indice de la familia Wetchik?
—No lo se. Supuse que tu sabrias a que se referia. Padre lo llamo simplemente «el indice», asi que pense que estarias al corriente.
—Tengo montones de indices. Montones. —Gaballufix enarco las cejas como si hubiera comprendido algo. Pero Elemak le habia visto representar esa farsa, asi que supo que era una treta—. A menos que te refieras… pero no, es absurdo, eso nunca pertenecio a la casa de Wetchik.
Elemak le siguio el juego.
—?De que hablas?
—Del indice
Era natural que exagerase el valor del objeto, como cualquier mercader avido de vender. Fingira que ofrece el objeto mas valioso del planeta para ponerle un precio ridiculamente alto e iniciar el regateo.
—Entonces no puede ser eso —resolvio Elemak—. Padre no le atribuia gran valor. Se trata de una cuestion sentimental. Su abuelo lo tenia y se lo presto al consejo del clan para que lo pusiera a buen recaudo durante sus viajes. Ahora Padre lo quiere llevar consigo.
—Ah, pues es ese. Su abuelo lo tuvo, pero solo como guardian temporal. El clan Palwashantu delego el cuidado en manos del Wetchik; el se harto de la carga y lo devolvio. Ahora se ha designado otro guardian… yo. Y no me he hartado. Di a tu padre que agradezco su afan de asistirme en mis obligaciones, pero me las apanare sin su ayuda varios anos mas.
Era momento de mencionar el precio. Elemak aguardo, pero Gaballufix no dijo nada. El silencio se prolongo durante varios minutos y Gaballufix se levanto de la mesa.
—De todos modos, querido hermano, me alegro de verte en la ciudad. Espero que te quedes mucho tiempo… tu respaldo me vendra bien. Mas aun, ahora que tu padre se ha ido, me valdre de toda mi influencia para tratar de designarte Wetchik en su lugar.
Esto no era lo que Elemak esperaba. Reafirmaba una intolerable relacion entre Elemak y su herencia.
—Padre es Wetchik —dijo—. El no ha muerto, y cuando el muera sere Wetchik sin ayuda de nadie.
—?No ha muerto? —pregunto Gaballufix—. Entonces, ?donde esta? No veo a mi viejo amigo Wetchik… pero veo al hijo que sacara mayor partido de su muerte.
—Mis hermanos tambien seran testigos de que Padre esta vivo.
—?Y donde estan?
Elemak estuvo a punto de revelar que se ocultaban a poca distancia de la ciudad. Luego comprendio que esto era precisamente lo que Gaballufix deseaba saber: quienes eran los aliados de Elemak y donde se escondian.
—?No ibas a pensar que entraria solo en la ciudad cuando mis hermanos ansiaban regresar a Basilica tanto como yo?
Gaballufix sabia que Elemak mentia, o cuando menos sabia que la huella del pulgar de Elemak era la unica que se habia registrado en las puertas de la ciudad. Pero no podia saber si Elemak solo fingia y sus hermanos estaban en las honduras del desierto o si habian burlado a los guardias de las puertas y se encontraban en la ciudad, planeando alguna trapisonda que fuera motivo de preocupacion para Gaballufix. Aun asi, no menciono que sabia que Elemak era el unico que habia entrado legalmente. Seria como admitir que tenia pleno acceso a los ordenadores de la ciudad.
—Me alegro de que hayan podido regresar a los placeres de la capital —dijo Gabya—. Pero deben andarse con cuidado. Me temo que Roptat y su pandilla han introducido elementos indeseables, y aunque yo ayudo a la ciudad permitiendo que algunos empleados mios trabajen fuera de hora patrullando las calles, tambien es posible que unos jovenes que vagan a solas se enreden en incidentes infortunados, a veces peligrosos.
—Les avisare de que se cuiden.
—Y tambien tu, Elemak. Me preocupo por ti, hermano mio. Algunos creen que tu padre estaba involucrado en una conspiracion contra Roptat. Imagina que sucederia si desquitaran su rencor contigo.
Elemak comprendio que su mision habia fracasado. Gabya creia que Elemak lo habia traicionado, o bien habia llegado a la conclusion de que ya no le era util y podia ser tan peligroso que valia la pena matarlo. Ya no habia esperanzas de conseguir nada fingiendo cortesia fraternal. Pero quiza conviniera adoptar otra tactica.
—Vamos, Gabya, sabes que eres tu quien ha propagado esa patrana acerca de la conspiracion de Padre contra Roptat. ?O no recuerdas que ese era el plan? Que Padre fuera sorprendido en el cobertizo con el cadaver de Roptat. No seria condenado, pero quedaria implicado, desacreditado. Solo que Padre no fue, y Roptat no se expuso a tus matones, y ahora intentas rescatar ese plan. Nos sentamos aqui a hablar de el… ?por que fingir ahora que no sabemos lo que ocurre?
—Pero no sabemos lo que ocurre —replico Gaballufix—. No se de que estas hablando. ,fe Elemak lo miro con desprecio.
—Y pensar que una vez crei que eras capaz de conducir a Basilica hacia la grandeza. Ni siquiera supiste neutralizar a la oposicion cuando tuviste la oportunidad.
—Me traicionaron hombres necios y cobardes.
—Esa es la excusa que los necios y cobardes dan por sus fracasos… y siempre es sincera, mientras comprendas que te refieres a tu propia traicion.
—?Tu me llamas necio y cobarde? —Gaballufix se enfurecia, perdia los estribos. Elemak nunca lo habia visto asi, excepto en arrebatos ocasionales. No sabia si podia enfrentarlo, pero le satisfacia haber desbaratado la cortes indiferencia que Gabya habia exhibido hasta aquel momento—. Al menos no me escabulli en plena noche. Al menos no crei todas las historias que me contaban, por imbeciles que fueran.
—?Y yo si? Olvidas, Gabya, que eras tu quien me contaba historias. ?Cual fue la mas imbecil? ?Que solo actuabas pensando en el interes de Basilica? Pues nunca la crei… sabia que andabas persiguiendo lucro y poder. O quiza pienses que crei la historia de que realmente amabas a mi padre e intentabas protegerlo de una enmaranada situacion politica. ?Supones que me lo crei? Le has odiado desde que Rasa te abandono y se caso con el, y le has odiado mas con cada ano que ellos han pasado juntos.
—?Eso nunca me importo! ?Rasa no significa nada para mi!
—Incluso ahora es el unico publico a quien procuras complacer… Vas a su casa y te pavoneas como un gallo, alardeando de tu poder. Deberias oir como se rie de ti. —Elemak sabia que al decir semejante cosa ponia a Rasa en grave peligro, pero era un juego arriesgado y era imposible ganar sin exponerse. Ademas, Rasa sabia manejar a Gaballufix.
—?Se rie? Ella no se rie. Ni siquiera has hablado con Rasa.