mal haciendo tan flaco favor a mi pariente, cuando el esta dispuesto a cargar con el pesado lastre de custodiar el indice Palwashantu.
—Esto es solo una muestra —advirtio Elemak.
—Si se me ha de confiar esa tarea, ?no deberia ver la totalidad de los bienes?
Elemak extrajo el resto del tesoro que llevaba encima y lo apoyo en la mesa.
—Padre no se atreveria a agobiarte con una carga mas pesada.
—Es una carga ligera —protesto Gaballufix—. Me avergonzaria permitir que mi ayuda se limitara a esto. — Pero Nafai advirtio que los ojos de Gaballufix centelleaban al ver tantas riquezas juntas—. Supongo que es solo una cuarta parte de lo que traeis. —Gaballufix miro a Nafai, Issib y Mebbekew.
—Creo que es suficiente —intervino Nafai.
—Entonces no podria depositar la carga del indice en las espaldas de mi pariente —dijo Gaballufix.
—Muy bien —asintio Elemak. Empezo a envolver los lingotes.
?Eso es todo?, penso Nafai. ?Nos rendimos tan facilmente? ?Soy el unico que nota que Gaballufix se desvive por el dinero? ?Que bastara ofrecerle un poco mas para que venda?
—Aguarda —dijo Nafai—. Podemos sumar lo que yo llevo.
Nafai noto que Elemak lo traspasaba con la mirada, pero era impensable aproximarse tanto e irse con las manos vacias. ?Elemak no comprendia que el indice era importante? Mas importante que el mero dinero, por cierto.
—Y si eso no basta, Issib tiene mas —prosiguio Nafai—. Muestraselo, Issib. Permiteme que te lo muestre. En cuestion de segundos habia triplicado la oferta.
—Me temo que mi hermano menor ha sido muy desconsiderado al agobiarte con una carga muy superior a lo que yo pensaba ofrecerte —declaro secamente Elemak.
—No, no, al contrario —dijo Gaballufix—. Tu hermano menor ha sabido estimar mucho mejor la carga que estoy dispuesto a sobrellevar. Mas aun, creo que si el cuarto restante de lo que habeis traido a mi casa estuviera sobre esta mesa, no me molestaria agobiar a mi querido pariente con la tremenda responsabilidad del indice Palwashantu.
—Yo digo que es demasiado —manifesto Elemak.
—Pues hieres mi sentimientos —replico Gaballufix—, y no veo razones para seguir discutiendo.
—Hemos venido en busca del indice —insistio Nafai—. Hemos venido porque el Alma Suprema lo pide.
—Tu padre es famoso por su santidad y visiones —dijo Gaballufix.
—Si estas dispuesto a aceptar todo lo que tenemos —prosiguio Nafai—, te lo entregaremos de buen grado con tal de cumplir la voluntad del Alma Suprema.
—Tanta obediencia sera largamente recordada en el Templo —respondio Gaballufix. Miro a Mebbekew—. ?O la devocion de Mebbekew no esta a la altura de la de su hermano Nafai?
Presa de la indecision, Mebbekew miro a Elemak y Gaballufix.
Pero fue Elemak quien actuo. De nuevo se puso a envolver lingotes con el pano.
—?No! —exclamo Nafai—. ?No retrocederemos ahora! —Tendio la mano hacia Mebbekew— . Sabes bien lo que Padre querria que hicieras.
—Veo que solo el menor comprende realmente la situacion —comento Gaballufix.
Mebbekew dio un paso adelante y comenzo a poner paquetes sobre la mesa. Entretanto, Elemak cogio el hombro de Nafai, clavandole las unas, y le susurro al oido:
—Te dije que me dejaras esto a mi. Le has dado el cuadruplo de lo que era necesario pagar, tonto. Nos quedamos sin nada.
Nada salvo el indice, penso Nafai. Pero aun asi comprendia que quizas Elemak hubiera sabido manejar el regateo, y quizas el debia haber cerrado la boca y confiar en Elya. Pero Nafai habia tenido la
Toda la fortuna Wetchik, excepto la tierra y los edificios, estaba en la mesa de Gaballufix.
—?Eso es suficiente? —pregunto secamente Elemak.
—Suficiente —dijo Gaballufix—. Suficiente para demostrarme que Volemak el Wetchik ha traicionado a los Palwashantu. Esta gran fortuna ha sido encomendada a unos chiquillos que, con pueril estupidez, han resuelto dilapidarla en la compra de lo que todo verdadero Palwashantu sabe que no se puede vender. El indice, el temido y sagrado tesoro de los Palwashantu… ?Volemak creia que podia comprarlo? ?No, imposible! Solo cabe deducir que ha perdido el juicio o que lo habeis matado y ocultado el cadaver en alguna parte.
—?No! —exclamo Nafai.
—Tus mentiras son obscenas —barboto Elemak— y no las toleraremos.
Se adelanto y por tercera vez intento recoger el tesoro.
—?Ladron! —exclamo Gaballufix.
De pronto se abrieron las puertas y una docena de soldados irrumpio en la sala.
—? Crees que puedes hacer esto en presencia de Rashgallivak? —pregunto Elemak.
—Insisto en hacerlo en su presencia —dijo Gaballufix—. ?Quien crees que me trajo la noticia de que Volemak traicionaba la confianza de los Wetchik? ?De que los hijos de Volemak querian derrochar la fortuna Wetchik en un descabellado capricho?
—Sirvo a la casa de Wetchik —declaro Rashgallivak. Miro a cada uno de los hermanos con rostro afligido—. No podria servir a los intereses de esa gran casa y permitir que la fortuna sea destruida por un loco que cree ver visiones. Gaballufix vacilo en creerme, pero convino conmigo en que la fortuna de Wetchik tenia que ser encomendada a otra rama de la familia.
—Como jefe del clan Palwashantu —salmodio Gaballufix—, declaro que Volemak y sus hijos, tras haber demostrado su incapacidad e ineptitud como custodios de la mayor casa del clan, quedan para siempre descartados como herederos y poseedores de la casa de Wetchik. Y en reconocimiento por anos de leales servicios, prestados por el y por sus antepasados durante muchos siglos, concedo la tutela temporal de la fortuna Wetchik y el uso del nombre de Wetchik a Rashgallivak, para que cuide de todos los aspectos de la casa Wetchik hasta el momento en que el consejo del clan disponga otras medidas. En cuanto a Volemak y sus hijos, si intentan objetar o cuestionar este acto, se los considerara enemigos de sangre de los Palwashantu y seran juzgados segun leyes mas antiguas que las de la ciudad de Basilica. — Gaballufix sonrio a Elemak—. ?Lo has entendido todo, Elya?
Elemak miro a Rashgallivak.
—Entiendo que el hombre mas leal de Basilica es ahora el peor traidor.
—Vosotros fuisteis los traidores —replico Rash—. Esta subita epidemia de visiones, ese infructuoso viaje al desierto, la venta de todos los animales, el despido de todos los peones, y ahora esto… Como mayordomo de la casa Wetchik, no tuve mas opcion que acudir al consejo del clan.
—Gaballufix no es el consejo del clan —reprocho Elemak—. Es un vulgar ladron y has puesto nuestra fortuna en sus manos.
—Vosotros pusisteis vuestra fortuna en sus manos —dijo Rashgallivak—. ?No veis que lo he hecho por vosotros? ?Por los cuatro? El consejo me nombrara guardian durante unos anos, hasta que todo esto haya pasado, y si en ese periodo uno de vosotros demuestra ser un hombre prudente, digno de confianza y de la responsabilidad del puesto, el nombre y la fortuna de Wetchik os seran devueltos.
—No quedara tal fortuna —dijo Elemak—. Gabya la gastara en sus ejercitos antes del fin de este ano.
—En absoluto —intervino Gaballufix—. Se la entregare a Rash, para que continue como mayordomo. Elemak rio con amargura.
—Como mayordomo, para que la use segun las directivas del consejo. ?Y cuales seran esas directivas? Ya veras, Rash.' Muy pronto… porque el consejo ha incurrido en tremendos gastos para pagar a toda esa soldadesca.
Rashgallivak perecia incomodo.
—Gaballufix menciono que una pequena parte se podria deducir para afrontar los actuales gastos, pero tu padre tambien hubiera aportado para ello, si aun estuviera en su sano juicio.
—Te ha tomado por tonto —dijo Elemak—, y tambien a mi. A todos nosotros.
Rash miro Gaballufix, obviamente preocupado.
—Tal vez debieramos convocar al consejo para deliberar sobre esto —apunto.
—El consejo ya se ha reunido —contesto Gaballufix.