Flotaron a traves de la escotilla, dentro del modulo desembarque, y se encontraron con varios cuadrumanos que les esperaban con ansiedad.

—Ya he modificado mas soldadores, Leo —comenzo a decir Pramod sin necesidad, ya que con tres «manos sujetaba todo el arsenal improvisado contra su cuerpo—. Hay soldadores para cinco personas.

Claire, que se asomaba por detras de su hombro, y miraba las armas con una extrana fascinacion.

—Bien. Daselas a Silver. Ella se hara cargo hasta la nave ya este lejos —dijo Leo.

Siguieron avanzando, tomandose de los distintos pasamanos, hasta la proxima escotilla. Zara se introdujo alli para comenzar a realizar sus comprobaciones previas al viaje.

Ti se asomo detras de ella. Parecia nervio.

—?Vamos a partir de inmediato?

—El tiempo es critico —dijo Leo—. No tenemos mas de cuatro horas antes de que comiencen a buscarte en la Estacion de Transferencia.

—?No tendria que haber… instrucciones o algo por el estilo?

Leo aprecio que tambien Ti estaba teniendo problemas para comprometerse con la liberacion. Bien era el el que empujaba o lo empujaban a el. Despues del impulso inicial, no habria practicamente ninguna diferencia.

—Con un impulso a un g hasta el punto medio si luego vais volando y frenando el resto del camino tendreis casi veinticuatro horas para trabajar en el plan de ataque. Silver dependera de tu conocimiento de las naves de Salto. Ya discutimos varios metodos para lograr un efecto sorpresa. Ella te informara —Oh, ?Silver tambien va? —Silver esta al mando —informo Leo El rostro de Ti dejo traslucir una serie de expresiones hasta llegar a la consternacion.

—?Al diablo con todo! Todavia estoy a tiempo de volver y de alcanzar mi nave…

—Y esa —interrumpio Leo— es precisamente la razon por la que Silver esta al mando. La captura de una nave descarga es la senal para un levantamiento de los cuadrumanos aqui en el Habitat. Y ese levantamiento es su garantia de muerte. Cuando Galac-Tech descubra que no puede controlar a los cuadrumanos es casi seguro que su miedo hara que intenten exterminarlos violentamente. La huida debe estar asegurada pintes de que nos alcemos. La nave que debes capturar esta en esa direccion. —Leo senalo hacia la nave—. Puedo confiar en Silver. Ella lo recordara. Tu no eres peor que cualquier otro —Leo sonrio entre dientes. Ante esto, Ti se dio por vencido, aunque no parecia feliz de hacerlo.

Silver, Zara, Siggy, un cuadrumano particularmente robusto de la tripulacion de las naves llamado Jon y Ti. Cinco, todos en una nave para un tripulacion de dos personas y de ningun modo disenada para un refugio nocturno. Leo suspiro. Estas naves llevaban un piloto y un ingeniero. Cinco a dos no era un numero muy desfavorable. Sin embargo, Leo penso que le hubiera gustado que las cosas estuvieran mas a favor de los cuadrumanos.

Pasaron por el tubo flexible y entraron en la nave. Silver, al final, se detuvo para abrazar a Pramod y a Claire, que se habian acercado para despedirles. — Vamos a recuperar a Andy —murmuro Silver a Claire—. Ya veras. Claire asintio y la abrazo con fuerza. En ultimo lugar, Silver se dirigio a Leo, que contemplaba, con ciertas dudas, el tubo flexible por donde habia desaparecido el resto de la tripulacion. —Pense que los cuadrumanos iban a ser el eslabon f debil en esta operacion de rapto —comento Leo—. Ahora no estoy tan seguro. No permitas que Ti te derrumbe, Silver. No dejes que te deprima. Teneis que salir de esta con exito.

—Lo se. Lo intentare. Leo… ?por que pensaste que Ti estaba enamorado de mi?

—No se… Teniais una relacion muy intima. Tal vez el poder de la sugestion. Todas esas novelas romanticas.

—Ti no lee novelas romanticas. Lee Ninfa de lar Estrellas Gemelas.

—?Tu no estabas enamorada de el? ?Por lo menos al principio?

Ella fruncio el ceno.

—Me resultaba emocionante quebrar las reglas con el. Pero Ti es… bueno, Ti es Ti. El amor, tal como aparece en los libros… yo siempre supe que no era real. Cuando me pongo a mirar a mi alrededor, a los propios terrestres que trabajan con nosotros, nadie es asi. Creo que fui una estupida por haberme gustado todas esas historias.

—Supongo que no son veridicas. Tampoco he leido ninguna, para decirte la verdad. Pero no es estupido querer algo mas, Silver.

—?Algo mas que que?

Algo mas que ser explotada por una serie de malditos egocentricos con piernas, eso es todo. Todos nosotros no somos iguales… ?o si? ?Por que, despues de todo, se sentia motivado a poner sobre las espaldas de la muchacha un peso que le era propio, justo en este momento en que necesitaba toda su concentracion para llevar a cabo la tarea? Leo sacudio la cabeza.

—De todas maneras, tampoco dejes que Ti te confunda entre sus historias de Ninjas y lo que tu intentas hacer.

—Creo que ni siquiera Ti confundiria una nave de Salto de la compania con la Liga Negra de Eridani —dijo Silver.

Leo hubiera esperado mas certeza en su tono.

—Bueno… —carraspeo—. Cuidate. No dejes que te lastimen.

—Tu tambien ten cuidado.

No le abrazo, como habia abrazado a Pramod y a Claire.

—Lo hare.

Y nunca pienses que nadie puede amarte, Silver, K grito su mente cuando ella desaparecia en el tubo flexible. Pero era demasiado tarde para decir esas palabras en voz alta. Las compuertas se cerraron con un suspiro, casi un lamento. 102

10

La cubierta de desembarco de las naves de carga estaba helada. Claire tuvo que frotarse todas las manos para calentarlas. Solo sus manos parecian sufrir el frio. Su corazon latia con el calor de la anticipacion y el miedo. Miro de reojo a Leo, suspendido, casi impasible, junto a la puerta con ella.

—Gracias, por haberme hecho salir de mi turno de trabajo por esto —dijo Claire—. ?Estas seguro de que no te meteras en problemas, cuando el senor Van Atta descubra todo esto?

—?Quien se lo va a decir? —dijo Leo—. Por otra parte, creo que Bruce esta perdiendo el interes por torturarte. Todo es tan obviamente futil. Mucho mejor para nosotros. Ademas, tambien quiero hablar con Tony e imagino que tendre muchas mas posibilidades de contar con su atencion despues de que os hayais vuelto a encontrar. —Sonrio, de modo tranquilizador.

—Me pregunto en que estado estara.

—Puedes estar segura de que esta mucho mejor, o el doctor Minchenko no lo expondria a las tensiones del viaje, por mas que lo hiciera para seguir de cerca su evolucion.

El ruido de maquinas le dijo a Claire que la nave habia llegado a su puesto de desembarque. Extendio las manos y las contrajo inmediatamente. El cuadrumano que manejaba la cabina de control hizo senas a otros dos en el dique y colocaron los tubos flexibles en su correcta posicion y los ajustaron. El tubo del personal se abrio en primer lugar. El ingeniero de la nave asomo la cabeza para volver a verificar todo, luego se perdio de vista. El corazon de Claire latia con toda su fuerza en el pecho y se le habia secado la garganta.

Finalmente, aparecio el doctor Minchenko y se detuvo un instante, sujetandose con una mano al pasamanos en la escotilla. Era un hombre fuerte, de rostro correoso. Tenia el cabello tan blanco como el uniforme del servicio medico de Galac-Tech que llevaba puesto. Habia sido un hombre grande, pero ahora se habia encogido a su tamano actual, como un melocoton maduro. Pero, al mismo tiempo, todavia era consistente. A Claire le daba la impresion de que solo necesitaba que lo rehidrataran y que asi volveria a su condicion de casi nuevo.

El doctor Minchenko se alejo de la escotilla y cruzo el dique hacia ellos, siempre sujetandose con firmeza de los ganchos en la puerta.

—Bueno, ?que tal, Claire? —dijo con una voz de sorpresa—. Y ?aja… Graf? —agrego con menos cordialidad—. Asi que era usted. Permitame decirle que no me gusta que me obliguen a autorizar una violacion del

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