—Esta permitido.

Era obvio que la muchacha queria su propio saco de dormir, pero Leo no estaba en condiciones de proporcionarselo.

—?Yo sola? —dijo en un tono de voz debil.

Probablemente nunca habia dormido con menos de siete chicos en la misma habitacion en toda su vida, reflexiono Leo. Respiro profundamente para calmarse. No podia empezar a gritarle, a pesar de lo bien que le vendria para liberar sus propios sentimientos. ?Como se habia visto absorbido por esta cruzada infantil? En ese momento, no podia recordarlo.

—Vamos. —La llevo de la mano hacia el compartimento del vestuario. Encontro una bolsa de lavanderia que engancho en la pared y la ayudo a meterse en el interior, junto con un sandwich empaquetado. La muchacha asomo la cara por la abertura. Por un momento le hizo sentirse como un hombre a punto de ahogar una bolsa de gatos.

—Muy bien. —Leo hizo una sonrisa forzada—. ?Estas mejor?

—Gracias, Leo —le dijo—. Lamento lo del remolcador. Y lo del combustible.

—Nosotros nos ocuparemos de eso. —Leo le guino el ojo—. Duerme un poco. Todavia hay mucho trabajo por hacer cuando te despiertes. No vas a perderte nada. Buenas noches…

—Buenas noches…

Una vez en el corredor, se froto la cara con las manos.

?Las tres cuartas partes del Habitat inaccesibles? EQ este momento era casi la totalidad. Y todas las .cargas de los modulos estaban utilizando energia de emergencia, a la espera de ser adosadas al suministro principal de energia a medida que se cargaban a la gran nave de Salto. Era vital para la seguridad y la comodidad de aquellos que estaban a bordo de algunas unidades que el Habitat fuera remodelado y que fuera operacional lo antes posible.

Sin mencionar el hecho que todos tendrian que comenzar a aprender los nuevos recorridos en este laberinto. Multiples compromisos habian influido en el diseno. Las unidades de la guarderia, por ejemplo, podian ir en un compartimento interior; los desembarcaderos y las esclusas habian sido situados de cara al espacio; algunas salidas de residuos se habian tenido que aislar inevitablemente; las unidades de nutricion, que ahora servian tres mil comidas por dia, requerian un acceso a los almacenes… La tarea de reajustar las rutinas de todos iba a ser complicada, aun suponiendo que todos los modulos hubieran sido cargados y ajustados correctamente sin la supervision personal de Leo, o incluso con ella. Tenia el rostro entumecido.

Y ahora la pregunta clave. ?Tendrian que seguir cargando todo en una nave de Salto que, posiblemente, estaba fatalmente deteriorada? El espejo vortice, Dios. ?Por que no habria tocado uno de los brazos del propulsor espacial? ?Por que no se habria llevado a Leo por delante?

—?Leo! —grito una voz masculina familiar. Flotando por el pasillo, con una actitud furiosa, parecio el piloto de Salto, Ti Gulik. Silver nadaba pomo una estrella de mar, de un pasamanos a otro, detras de ti, seguida por Pramod. Gulik se aferro a pasamanos y se detuvo junto a Leo. La mirada de te se cruzo con la de Silver en un breve y silencioso hola, antes de que el piloto de Salto le arrinconara contra la pared.

—?Que le han hecho tus malditos cuadrumanos a mis varillas Necklin? —dijo Ti con brusquedad—. Pasamos por todos esos problemas para conseguir esta nave, traerla aqui y practicamente lo primero que haces es comenzar a destruirla. ?Nada mas detenerla! Por favor… dime que ese pequeno imitante —senalo a Pramod— esta equivocado…

Leo carraspeo.

—Aparentemente, uno de los chorros de control de posicion del remolcador se bloqueo e hizo que la nave entrara en una rotacion vertiginosa, incontrolable. El termino «accidente imprevisible» no esta en mi vocabulario, pero de hecho no fue culpa del cuadrumano.

—Ah, no —dijo Ti—. Bueno, por lo menos no intentas echarle la culpa al piloto… Pero, ?cual es el dano en realidad?

—La varilla en si no esta afectada…

Ti suspiro con cierto alivio.

—…pero se ha quebrado el espejo vortice de titanio.

—?Es igual de terrible!

—?Calmate! Tal vez no sea tan serio. Tengo una o dos ideas. Cuando tomamos el Habitat, habia una lanzadera de carga en el embarcadero.

Ti lo miro con actitud sospechosa.

—?Que afortunado! ?Entonces?

—Planificacion, no suerte. Algo que Silver no sabe todavia es que… —Leo la miro; la muchacha se preparaba para recibir una mala noticia—, no pudimos traer a Tony antes de tomar el Habitat. Aun esta en el hospital en Rodeo.

—Oh, no —murmuro Silver—. ?Hay alguna manera de…?

Leo se froto la frente.

—Tal vez. No estoy seguro de si es una buena estrategia militar —el precedente tuvo que ver con ovejas, creo—, pero no creo que pueda vivir con mi conciencia si no intentamos, por lo menos, traerlo de vuelta. El doctor Minchenko tambien me prometio ir con nosotros si podemos recoger a la senora Minchenko. Tambien esta abajo.

—?El doctor Minchenko se ha quedado? —Silver junto las manos, verdaderamente emocionada—. ?Que bien!

—Solamente si recuperamos a la senora Minchenko —Leo la previno—. De manera que existen dos razones para intentar una incursion. Tenemos una nave, tenemos un piloto…

—Oh, no —comenzo a decir Ti—, espere un minuto…

—…y necesitamos desesperadamente una pieza de recambio. Si podemos localizar un espejo vortice en un almacen de Rodeo…

—No lo hara —interrumpio Ti—. Las reparaciones de las naves de Salto se llevan a cabo unicamente en los talleres orbitales del Distrito en Orient IV. Todos los depositos se encuentran alli. Lo se porque en una ocasion tuvimos un problema y tuvimos que esperar cuatro dias para que una tripulacion de reparaciones llegara desde alli. Rodeo no tiene nada que ver con las naves de Salto, nada. —Cruzo los brazos.

—Me lo temia —dijo Leo—. Bien, existe otra posibilidad. Podriamos intentar fabricar uno nuevo, aqui, en este momento.

Ti tenia la expresion de un hombre que estaba chupando un limon.

—Graf, no se pueden soldar esas cosas con un pedazo de hierro. Se muy bien que las hacen de una sola pieza. Las juntas parecen impedir el flujo. Y ese succionador tiene tres metros de ancho en el extremo superior. Lo que utilizan para sellarlos pesa varias toneladas. Y la precision requerida… Nos llevaria seis meses llevar a cabo un proyecto de esa naturaleza.

Leo trago y junto las manos, con los dedos abiertos. Si hubiera sido un cuadrumano, se habria sentido tentado a duplicar el calculo.

—Diez horas —dijo—. Es cierto, me gustaria tener seis meses. Abajo. En una fundicion. Con una prensa de aleacion de acero enorme. Y un mecanismo para enfriar el agua y un equipo de colaboradores y fondos ilimitados… Estaria preparado para hacer diez mil unidades. Pero no necesito diez mil unidades. Hay otro modo. Una accion rapida y precaria. Eso es todo lo que vamos a poder hacer con el tiempo que tenemos. Pero no puedo estar aqui arriba, fabricando un espejo vortice, y al mismo tiempo alli abajo rescatando a Tony. Los cuadrumanos no pueden ir. Te necesito, Ti. Te hubiera necesitado para pilotar la nave de todas maneras. Ahora te necesito para hacer algo mas.

—Mira —comenzo a decir Ti—. La teoria era que yo iba a quedar fuera de todo esto, limpio, porque Galac- Tech pensaria que me habiais secuestrado y os habria hecho saltar porque me habriais apuntado con una pistola en la cabeza. Una situacion simple, creible. Esto se esta complicando demasiado. Aun si pudiera realizar una acrobacia de esa envergadura, no van a creer que lo hice bajo presion. ?Que me impediria volar hacia abajo y entregarme? Ese es el tipo de preguntas que van a hacerme. Puedes apostar el pellejo. No, maldicion. Ni por amor ni por dinero.

—Lo se —murmuro Leo—. Ya te ofrecimos las dos cosas.

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