—Si. Tiene miedo de intentar volver al mar. No me dijo la verdad o no toda la verdad sobre su barco. Era segundo maestre. Supongo que transportaban objetos robados. Pirateria de segunda mano. No me importa. Todos los marinos gonteses son medio piratas. Pero miente cuando habla de eso. Miente. Tiene celos de ti. Es un hombre deshonesto, envidioso.

—Temeroso, pienso —dijo Ged—. No es malvado. Y esta es su granja.

—?Entonces puede quedarse con ella! Y que sea tan generosa con el como…

—No, mi amor —dijo Ged, interrumpiendola con la voz y las manos—, no digas nada…, ?no maldigas! —Su franqueza era tan apremiante, tan apasionada, que la colera de Tenar se transformo de inmediato en el amor que la provocaba y grito:— ?No podria maldecirlo ni maldecir este lugar! ?No pensaba hacerlo! ?Pero me da tanta lastima, tanta verguenza! ?Me duele tanto, Ged!

—No, no, no. Querida, no me importa lo que el muchacho piense de mi. Pero es muy duro contigo…

—Y con Therru. La trata como… Dijo, me dijo: «?Que hizo para haber quedado asi?». ?Que hizo!

Ged le acaricio los cabellos, como solia hacer, con caricias suaves, lentas y repetidas que los adormecian a ambos con su apacible ternura.

—Podria irme a pastorear cabras nuevamente —dijo el al cabo de un rato—. Eso te facilitaria la vida aqui. Salvo por el trabajo…

—Preferiria ir contigo…

El le acaricio los cabellos, parecia reflexionar. —Supongo que podriamos hacerlo —dijo—. Hay un par de familias que pastorean cabras alla arriba, mas arriba de Lissu. Pero luego vendra el invierno…

—Quizas algun granjero nos de trabajo. Se hacer el trabajo… y se cuidar ovejas…, y tu sabes cuidar cabras… y eres rapido en todo…

—Se manejar muy bien una horquilla —musito Ged, y logro hacerla reir apenas con una risa entrecortada por el llanto.

A la manana siguiente Chispa se desperto temprano para desayunar con ellos, porque iba a salir a pescar con el viejo Tiff. Se levanto de la mesa y dijo mas amablemente que de costumbre: —Traere pescado para la cena.

Durante la noche, Tenar habia tomado una resolucion. Le dijo:

—Espera; puedes quitar la mesa, Chispa. Pon los platos en el fregadero y echales agua. Los lavaremos con las cosas de la cena.

El la miro fijamente por un instante y dijo: —Eso lo hacen las mujeres —y se puso la gorra.

—Lo hace cualquiera que coma en esta cocina.

—Yo no —dijo categoricamente, y salio de la casa.

Tenar lo siguio. Se quedo de pie en el peldano de la entrada. —?Halcon lo puede hacer pero tu no? —le pregunto.

El se limito a inclinar la cabeza mientras atravesaba el corral.

—Es demasiado tarde —dijo Tenar regresando a la cocina—: Fracase, fracase. —Alcanzaba a sentir las lineas de la cara, tensas, a los lados de la boca, entre los ojos.— Se puede regar una piedra —dijo—, pero no crecera.

—Tienes que empezar cuando son jovenes y tiernos —dijo Ged—. Como yo.

Esta vez Tenar no pudo reir.

Cuando regresaron a la casa despues de hacer el trabajo del dia, vieron que un hombre estaba charlando con Chispa en el porton de la granja.

—Es el hombre de Re Albi, ?verdad? —dijo Ged, que tenia muy buena vista.

—Ven, Therru —dijo Tenar, porque la nina se habia detenido bruscamente—. ?Que hombre? —No veia bien de lejos y miro por sobre el corral entrecerrando los ojos.— ?Oh!, es ese, el mercader de ovejas. Townsend. ?A que habra regresado ese cuervo negro?

Se habia sentido furiosa todo el dia, y Ged y Therru, prudentemente, no dijeron nada.

Tenar se acerco a los hombres que estaban ante el porton.

—?Has venido por las ovejas, Townsend? Deberias haber venido hace un ano; pero todavia hay algunas de este ano en el corral.

—Eso mismo me estaba diciendo el senor—dijo Townsend.

—?Si? —pregunto Tenar.

El rostro de Chispa se ensombrecio mas que nunca ante el tono de su voz.

—No os interrumpire a ti y al senor, entonces —dijo Tenar e iba a volverse cuando Townsend dijo—: Tengo un mensaje para ti, Goha.

—A la tercera va la vencida.

—La vieja bruja, tu sabes de quien hablo, la vieja Musgo, esta mal. Me dijo que, como venia al Valle Central, me dijo: «Dile a la senora Goha que me gustaria verla antes de morir, si es que puede venir…».

Cuervo, cuervo negro, penso Tenar, mirando con odio al portador de malas noticias.

—?Esta enferma?

—Muy enferma —dijo Townsend, con una especie de sonrisa afectada que bien podria haber sido un gesto de lastima—. Cayo enferma en el invierno y esta cada vez mas debil, asi que me dijo que te dijera que tiene muchos deseos de verte, antes de morir.

—Gracias por darme el mensaje —dijo Tenar serenamente, y se dio media vuelta para dirigirse a la casa. Townsend acompano a Chispa al corral de las ovejas.

Mientras preparaban la cena, Tenar le dijo a Ged y a Therru: —Debo ir.

—Por supuesto —dijo Ged—. Iremos los tres si lo deseas.

—? Lo hariais ? —Por primera vez en todo el dia su rostro se ilumino, las nubes de tormenta se habian disipado.— ?Oh! —dijo—, ?que bueno!… No queria pediroslo, pense que tal vez… Therru, ?te gustaria regresar a la cabana, a la casa de Ogion, por un tiempo?

Therru se quedo quieta mientras pensaba. —Podria ver mi melocotonero —dijo.

—Si, y a Brezo… y a Sippy… y a Musgo… ?Pobre Musgo! ?Oh!, tenia tantos deseos, tantos deseos de regresar alli, pero no me parecia bien. Habia que ocuparse de la granja… y todo…

Le parecia que habia otro motivo por el que no habia regresado, no se habia permitido pensar en el regreso, no habia reconocido hasta ahora que estaba ansiosa por regresar; pero cualquiera que hubiera sido el motivo se desvanecio como una sombra, como una palabra olvidada. —Me pregunto si alguien habra cuidado a Musgo, si alguien habra mandado llamar a un curandero. Es la unica curandera ue hay en el Acantilado, pero sin duda en el Puerto e Gont hay gente que podria ayudarla. ? Ay, pobre Musgo! Quiero ir… Es muy tarde, pero manana, manana temprano… ?Y el senor se puede preparar solo el desayuno!

—Aprendera —dijo Ged.

—No, no lo hara. Encontrara alguna tonta que se lo prepare. ?Ah! —Recorrio toda la cocina con la mirada, con el rostro encendido y furioso.— ?Odio dejarle a esa mujer los veinte anos que he pasado limpiando esa mesa! ?Espero que lo agradezca!

Chispa invito a Townsend a cenar, pero el mercader no quiso quedarse a pasar la noche, aunque desde luego le ofrecieron una cama en un gesto de natural hospitalidad. Tendria que haber dormido en una de sus camas y a Tenar le desagradaba la idea. Se alegro al verlo marcharse a casa de sus huespedes en la aldea en la penumbra azul del atardecer de primavera.

—Nos marcharemos a Re Albi a primera hora de la manana, hijo —le dijo Tenar a Chispa—. Halcon y Therru y yo.

El la miro con un dejo de temor.

—?Os marchareis sin mas?

—Asi como vinimos nos marchamos —le dijo su madre—. Ahora escuchame, Chispa; esta es la alcancia de tu padre. Hay siete monedas de marfil y las notas de credito del viejo Puente, pero no las pagara nunca, no tiene con que pagarlas. Pedernal recibio estas cuatro monedas de las Andrades cuando le vendio unas pieles de oveja al proveedor de los barcos en Valmouth hace cuatro anos, cuando eras un muchacho. Estas tres monedas de Havnor son lo que nos pago Tholy por la granja de Riachuelo Alto. Yo convenci a tu padre de que comprara esa granja, y le ayude a limpiarla y a venderla. Me llevo estas tres monedas, porque me las gane. Todo el resto y la granja te pertenecen. Eres el senor.

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