tiendas cercanas al callejon.
– Gracias, Morbier.-Vio una trinchera estilo Colombo con el forro parcheado colgada de un gancho-?Es tuya?
Morbier meneo la cabeza
– Estoy de guardia. Informame si averiguas algo
– ?Crees que a alguien le importara si cojo prestada la trinchera durante un tiempo?-dijo ella
– Sientate como en casa. Tus tatuajes seguro que ofenden a cualquiera de cualquier signo
– Es lo que intento-dijo poniendose la gabardina
En el exterior de
–
Aimee se entremecio al escuchar el nombre de Soli
Una ambulancia que se encontraba atravesada sobre la acera un poco mas adelante emitia destellos de luces rojas. Se arrebujo en la trinchera y echo a correr. Consiguio llegar hasta la esquina antes de que arrancara la ambulancia. Asistentes con batas blancas metian una camilla por la puerta trasera. En un rapido vistazo, pudo ver un bulto tapado con una manta tras las puertas que se cerraron con un chasquido. La sirena resonaba al alejarse sobre los adoquines y aceleraba calle Geoffrey l’Asnier abajo en direccion al Sena.
Movio la cabeza preocupada delante de la estrella de bronce de seis puntas sobre la verja del Centro De Documentacion Judia Contemporanea.
Dos hombres conversaban junto a ella en yiddish. Ambos vestian los caracteristicos sombreros negros de ala vuelta; uno de ellos tenia barba y los cortos pantalones del traje del otro apenas le llegaban hasta sus calcetines blancos.
– ?Que ha ocurrido?-pregunto
– El autobus de la Bastilla ha atropellado a Soli Hecht-dijo el de la barba pasandose al frances. De su bolsillo sobresalia una revista hebrea
– ?Un accidente? ?Esta bien?-dijo ella
El hombre de la barba se volvio hacia ella y se encogio de hombros.
– Es dificil saberlo, pero no le han tapado la cabeza con la sabana. No ha venido la
Sorprendida, retrocedio hasta apoyarse en el muro de piedra.
– Pero es un anciano…-Su voz se fue apagando mientras ellos se alejaban.
El hombre de la barba la miro por encima del hombro.
– ?se detienen alguna vez las recriminaciones?
En ese momento ya se habia dispersado la multitud y vio los adoquines manchados de sangre a sus pies. La recorrio un escalofrio. A Lili Stein la habian asesinado a una distancia de no mas de tres bloques.
El Centro de Documentacion Judia Contemporanea, de aspecto institucional, se encontraba cerca del Sena. Un monumento en memoria de un martir judio desconocido llenaba la entrada. Aimee paso de largo a grandes zancadas para dirigirse al muelle de gravilla.
Recordo los sobres en el secreter de Lili Stein dirigidos al Centro, la lista de su labor con el nombre de Soli H. Sobre todo penso en las palabras de Hecht. Ella habia puesto la foto en manos de Lili Stein. Pero era demasiado tarde. ?Que es lo que hacia saber a Hecht que estaba en peligro?
La inquietud la devoraba. Primero Lili, ahora Soli
Las palomas se agrupaban cerca de sus pies a la espera de unas migas de pan cuando ella saco su telefono movil. Sus pasos lanzaban la gravilla de un lado a otro y el Sena del color del peltre fluia perezoso junto a ella. Espanto a las palomas mientras Morbier contestaba.
– Acabo de ver que metian a Soli Hecht en una ambulancia-dijo ella-. Se rumorea que lo han empujado bajo un autobus.
Aimee queria escuchar la version oficial de boca de Morbier. Ver si la policia tomaba como un accidente o como un intento de homicidio.
–
– Solo estaba compartiendo informacion.-Corto la comunicacion.
No le gustaba nada todo esto. No le habia gustado desde el principio. No olia nada bien, como diria su padre. Entro en la plaza asfaltada del Centro para preguntar si Soli habia estado alli o si alguien habia notado algo. Sobre el monumento habian sido grabados los nombres de campos de la muerte. Los miro entristecida al ver la larga lista: Auchwitz, Belzec, Bikenau, Chelmno, Revensbuck, Sobibor…Muchos lugares de los que nunca habia oido hablar.
Sobre una placa apoyada debajo estaba escrito: “No olvidar nunca”. En letra negrita.
“No olvides nunca”. Eso es lo que habia dicho Lili Stein a su hijo, Abraham. ?Que quiso decir Lili? Aimee se preguntaba si eso era lo que la habia matado.
El interior del edificio de cinco pisos mezclaba la arquitectura de los anos cincuenta con anonimas caracteristicas de alta tecnologia. Sensores de alarma ultimo modelo y camaras de alta definicion se encaramaban en las hornacinas de marmol por encima de ella. De la pared de la austera recepcion colgaba un directorio con los servicios del Centro en diferentes idiomas.
Una joven bajita con una gruesa trenza morena que le caia por la espalda de su camisa vaquera, salio a saludarla. La etiqueta rezaba “Solange Goutal. Administrativo”
– ?En que puedo ayudarla?- Tras las gafas sin montura sus ojos estaban hinchados
Aimee le mostro su carnet
– ?Sabe que Soli Hecht se ha visto implicado en un accidente delante de este edificio?
– Vaya, si-Dijo Solange. En su rostro se leia la angustia-. He hablado con el cuando salia
Aimee esperaba que no se le notara la sorpresa
– ?Cuando ha sido eso?
– ?Es usted de la policia? Muestreme su carnet de nuevo-dijo Solange.
Aimee mantuvo una sonrisa profesional. Podia ser que esta mujer fuera la ultima persona que habia hablado con Soli antes del accidente.
– Soy detective privado. Estoy investigando el asesinato de una mujer judia cerca de aqui.
– Por supuesto, quiero ayudar, pero ?que relacion puede haber?-dijo Solange. Saco un
– Mi trabajo consiste en eliminar las coincidencias para encontrar pistas solidas y poder reconstruir un caso- diojo Aimee, frustrada al ver que Solange era de las curiosas.
Solange arrugo los ojos.
– Ya veo.-Pero Aimee veia que eso no era asi-. Unos vandalos prendieron fuego la semana pasada a nuestra estrella de David. Les Blancs Nationaux no lo han reivindicado, pero no me sorprenderia que fueran ellos.
– Es dificil saberlo- Aimee apreto los dientes, pero siguio sonriendo. Queria que esta mujer contestara sus preguntas, no que le planteara mas-.Hableme de Hecht.
Bueno, necesitaba ayuda para bajar las escaleras debido a su artritis.-Senalo la escalinata curvada de marmol-. Le he ayudado a ponerse el abrigo. Si podia, yo siempre ayudaba a Soli. Su trabajo es muy importante.-Sonrio con tristeza.
– ?Ha visto usted el accidente?
Se sorbio la nariz intentando no llorar
– Yo estaba de espaldas, desactivando el sistema de seguridad-dijo ella-. He oido el chirrido de los frenos y luego un golpe seco. He salido corriendo, pero…-Cerro los ojos
– ?Desactivo usted la alarma despues de que saliera Soli Hecht?-dijo Aimee. No tenia sentido-. ?Por que?
– Cuando Soli esta involucrado en algun proyecto, trabaja aqui a cualquier hora. Cerramos los viernes a mediodia para el Sabbat. Sin embargo, hoy he venido a terminar un trabajo para los actos en recuerdo de los
