resonaban en la escalera. ?Se detendrian en tu piso? ?Gritarian “?Abran!” y destrozarian las puertas con sus botas? ?O seguirian y escogerian a otros esa noche? Mi vecina de abajo les tomo la delantera. Cuando estaban echando abajo su puerta, cogio a sus dos pequenos, que estaban dormidos, y se tiro por la ventana, justo a la rue des Rosiers.- Rachel senalo la calle-. Justo delante de este edificio. Me gusta pensar que esos ninos no se despertaron hasta llegar al cielo.

Aimee sentia que habia algo extrano en la manera en la que hablaba Rachel; pero no sabria decir exactamente que Rachel tomo aire y siguio hablando

“En el apartamento de Lili no pudieron limpiar la sangre de esos pasos Nadie subia las escaleras, acabaron por taparlos por encima con estuco.- Se inclino hacia el oido de Aimee

Aimee se revolvio en el oscuro y estrecho banco

Algunos dicen que eran los pasos manchados de sangre de Lili, porque eran pequenos-susurro-. Pero Lili no estaba. No regreso hasta la liberacion, y estaban ocurriendo tantas cosas que a nadie se le ocurrio interrogarla. Una vez le pregunte sobre el asesinato de la portera del que habia sido testigo, pero no dio detalles. Nunca queria hablar sobre la ocupacion, decia que la guerra ya habia terminado. Sin embargo, le gustaba contarle a su hijo como se las veia con los colaboracionistas. A veces, Lili podia ser malvada-anadio

– ?Quien encontro a Arlette, la portera?- pregunto Aimee

– Javel. Parece que vino a buscarla esa misma tarde y vio un monton de sangre. La encontro en el tragaluz, con los sesos deparramados.

– ?Que quiere decir con eso de “un monton de sangre”?-dijo Aimee

– Yo no estaba alli, pero es lo que tengo oido.-Rachel Blum volvio a meter presion el zapato en el pie y se levanto despacio-. Deje que le diga algo: la gente si se hacia preguntas sobre el asesinato de Arlette, ya que no era judia. Segun los rumores, era un BOF, pero entonces cualquiera podia hacerlo en Paris

– ?Una BO?

– Beurre, oeufs, fromage: mantequilla, huevos y queso-dijo Ranchel-. Era la moneda del mercado negro. Le sorprenderia saber cuantos presuntos miembros de la Resistencia hicieron una fortuna de esa manera. Todos tenian envida de los BOF. Me acuerdo de Arlette como una persona tonta y avariciosa. Siempre hablaba de su novio. Ahora que Lili ya no esta, supongo que nadie lo sabra.

Aimee se pregunto por que, si Lili habia presenciado un asesinato, nunca se lo habia dicho a nadie

Rachel se volvio y miro a Aimee con firmeza

– No saldra nada bueno de volver a sacar todo esto a la luz-dijo-. Deje en paz a los muertos

– No es la primera vez que lo oigo. ?Va a poner usted mas obstaculos en mi camino, Rachel? ?Va a volver a amenazarme?

Rachel movio la cabeza con determinacion

– ?Usted me envio el fax!-dijo Aimee

– Se lo dire una vez mas: olvide el pasado. Se acabo.-La mirada de Rachel se endurecio

– No, Rachel.-Aimee se puso en pie. Ahora la historia tenia sentido-. Usted debe revivirlo cada dia. ?Era usted una confidente? Cincuenta anos no es castigo suficiente, ?verdad?

La bravuconeria de Rachel se desintegro y se cubrio el rostro con las manos

– No tenia que haber ocurrido asi-gimio-. Fueron al piso equivocado. Yo no queria

– ?Como puede decirme que olvide el pasado?-dijo Aimee-. ?Usted vive atrapada en el!

– Tres dias mas tarde nos llevaron a todos

Aimee movio la cabeza. Rachel permanecia encogida, la mirada perdida en la distancia

Aimee salio al exterior, a la animada rue des Rosiers. La escalera de Lili albergaba respuestas. El problema era como obtenerlas. Un gran problema.

Se acerco a Abraham e ignoro la mirada de Sinta. El carraspeo

– Tenemos que hablar-dijo Aimee

– D’accord.-Se volvio hacia Sinta, pero ella ya se habia marchado.

Anduvieron despacio por la rue des Rosiers, dejaron atras la tienda de Stein y se dirigieron hacia la rue du Temple. En la place Ste. Avoie, frete a las columnas romanas cubiertas de grafitis, se sentaron en la terraza de la cafeteria.

– Lo siento, mademoiselle Leduc. Sus intenciones son buenas, ya lo se. El rabino del Templo de E’manuel me dio que tenia que ser de mas ayuda, y no ser tan intolerante.-Abraham Stein bajo la vista hacia sus manos

Ella se mantuvo en silencio hasta que el camarero les sirvio un agua mineral a el y un cafe con leche doble a ella

– Las cosas no son faciles ahora para usted, monsieur Stein-dijo ella-. Lo entiendo

En la acera, un padre agarro a su nina pequena, que se habia tropezado en el bordillo antes de que se chocara con un coche que se acercaba. Enjugo sus lagrimas con un abrazo y la coloco sobre sus hombros.

Aimee recordo su doceavo cumpleanos, cuando se nego a que su padre siguiera acompanandola a su clase de ballet. Para su sorpresa, a el no le molesto. Solo habia mostrado su exasperacion moviendo la cabeza y diciendo que, puede que solo fuera francesa a medias, pero que la cabezoneria era del todo parisina. Entonces la habia abrazado, un abrazo largo y fuerte, algo que rara vez habia hecho desde que su madre se marcho

– ?Que ha averiguado?-pregunto el

Ella dejo a un lado sus recuerdos

– Ayer por la noche me aliste con Les Blancs Nationaux y casi destrozamos a golpes su sinagoga

Abraham se atraganto con el agua mineral

– ?Que?

Aimee le conto lo de la reunion de los neonazis en el ClicClac y lo de su objetivo. Evito la parte sobre su hombro y sobre Yves

El abrio los ojos de par en par, alarmado

– Por favor, cuenteme con detalle lo que hizo su madre el pasado miercoles por la tarde

El se concedio una pausa para pensar

– Normalmente, los miercoles se tomaba la tarde libre, hacia recados, compraba algo de comer especial para el Sabbat

– ?Cocino?

El nego con la cabeza

– Normalmente los miercoles cenamos en casa de mi sobrino Ital. Pero esa noche maman no aparecio. Asi que yo fue a buscarla

– ?Vive cerca Ital?

– A la vuelta de la esquina, en la rue Pavee

Ella revolvio el cafe con excitacion

– ?Cerca de la zapateria de Javel?

– En el portal de al lado

Ella penso que, de alguna manera, todo concordaba y recordo los zapatos del armario con los tacones recien puestos que habia mencionado Sinta

– ?Habia recogido un par de zapatos ese dia?

El se detuvo a pensar

– El Bar Mitzva de la hija de Ital es la semana que viene. Maman dijo algo de unos zapatos. No estoy seguro

– ?Que mas hizo?

– Los miercoles organizaba la basura para que yo lo dejara en el patio y luego venia

Aimee estuvo a punto de que se le cayera la cucharilla. Los hombres de Morbier habian encontrado signos de forcejeo cerca de la basura

– Su madre ya habia bajado al tragaluz

Stein movio la cabeza

Maman nunca entraba ahi. Se negaba

Algo se ilumino en su mente: la cercania de la tienda de Javel, el tragaluz donde habian encontrado a su prometida, y donde ahora habia restos de sangre de Lili Stein cincuenta anos mas tardes. Todo apuntaba a Javel

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