Durante un rato el unico sonido entre ellos fue el de los trozos de pan al mojarlos en la sopa

– Quiero los informes de un asesinato de 1943-dijo ella

Georges estaba de pie junto al mostrador con un trapo de cuadros azules y blancos sobre el brazo. Ella le hizo un gesto con la cabeza

– Cafe solo

El le guino un ojo por toda respuesta

Morbier se encogio de hombros

– ?Podria tener este asesinato alguna relacion?

– Un inspector llamado Lartigue lo investigo en 1943.-Aimee dejo caer un terron de azucar moreno en su cafe-. La victima se llamaba Arlette Mazenc

– Antes de mi epoca. ?Que tiene eso que ver?-pregunto el

Tenia que tener cuidado con lo que le contaba, ya que sus sospechas se derivaban de informacion obtenida ilegalmente de su ordenador. Demasiado ilegal como para contarselo a Morbier

– Tengo otra teoria-contesto ella

– En 1943 mucha gente desaparecio y no se realizaron lo que se dice investigaciones detalladas-dijo Morbier

– Ella no desaparecio, Morbier. La asesinaron. Dame ese gusto, compruebalo-dijo ella

Su vos cambio

– ?Por que?

Ella hizo un geto a Georges para pedirle la cuenta

– Porque me pediste ayuda, ?te acuerdas? Es terriblemente extrano que otra mujer muriera a palos en el mismo edificio que Lili. De alguna manera esta relacionado

Morbier resoplo

– ?Relacionado? Ni siquiera es una coincidencia, Leduc. Si existe alguna conexion, es solo en tu mente

– A esta mujer, a Arlette, la sesinaron bajo la ventana de Lili…

Morbier la interrumpio

– Y cincuenta anos mas tarde un nazi se carga a Lili. ?Donde esta la relacion?

– Los forenses tendrian que decirlo

Georges les trajo a cada uno de ellos, junto con el cambio de Aimee, un chupito de un liquido ambarino.

– Calvados de mi hermano. Casero-dijo orgulloso

Aimee lo bebio de un trago y sintio que el aspero y fuerte sabor del licor de manzana le quemaba la garganta

– No me extrana que nunca veamos a tu hermano, Georges.-Aimee sonrio abiertamente. El acido ardor se convirtio poco a poco en un calido regusto

Morbier continuo

– Olvidalo. Estoy fuera del caso

– Pero tienes autoridad para conseguir viejos archivos. Morbier: todavia no puedo probar nada; necesito explorar las posibilidades

– Todavia no me has explicado la posible relacion-dijo el levantando la vista. Dejo caer la ceniza en el mantel blanco de papel, salpicado de migas de pan

– Creo que Lili vio quien mato a Arlette-dijo ella

– ?Y que? Eso no explica lo de la esvastica

– No explica nada, Morbier, pero tengo que comenzar por algun sitio. Consigueme la ficha, dejame demostrar que el asesinato de Lili…

El la hizo callar

– Estoy fuera del caso, ?te acuerdas? Leduc, limitate a los ordenadores. Aqui estas completamente fuera de onda

Ella puso los codos sobre la mesa y junto los dedos mientras comenzaba a hablar

– Morbier: nunca has oido esto de mi y si dices algo, yo lo negare todo

El se inclino hacia adelante

– Pero tengo una idea. Es algo muy basico, pero quiza nos diga algo-dijo ella- Necesito Luminos para demostrar una teoria sobre los restos de sangre del tragaluz de Lili. Alguno de esos restos podria conducirnos al asesino

Al final se mostro de acuerdo

Mas tarde, mientras se despedian de Georges, ella se dio cuenta de que Morbier se encontraba muy callado

– Quiza tendria que jubilarme-dijo, metiendo las manos en los bolsillos

Una vez fuera, en la rue du Borg Tibourg, ella busco el pase del metro dentro de su bolso.

– ?Que pasa, Morbier?-pregunto distraidamente-. Lo que ocurre es que has bebido demasiado esta noche.- Entonces se fijo en su expresion de desamparo

– Nunca antes me habian expulsado de un caso-dijo el

– ?Quien te echo exactamente?-pregunto ella

Se encogio de hombros

– Me informo mi superintendente cuando se marchaba

– ?Se marchaba? ?Lo han retirado del puesto?-Miro directamente a Morbier

– Lo han ascendido. Ahora informo directamente al jefe de la unidad antiterrorista. En la comisaria, en lugar de hablar de si ir hacia adelante o hacia arriba, hablamos de caprichos o de cuantos francos. Lo entiendes, ?verdad?

– ?Me estas hablando de sobornos?-inclino la cabeza hacia un lado incredula-. ?El superintendente general de todo Paris?

Morbier volvio a encogerse de hombros

– Bueno, a decir verdad, de todos modos estaba en la lista de los ascensos para dentro de unos pocos meses. Solo ha ocurrido antes de lo esperado

– Entonces, ?que es lo que me estas diciendo, Morbier?

– Que podria ser una coincidencia o…- Miro la luminosa luna, en forma de una, que permanecia suspendida en el frio cielo-. Caprichos de la naturaleza debidos a los ciclos de la luna. No lo se

– ?Por que tendria que pasar por encima de ti alguien de la oficina antiterrorista?-pregunto ella

– Ciertas cosas ocurren y se trata de “o lo tomas o lo dejas”. Eso es todo. Vamos a dar un paseo

Ella se agarro de su brazo y comenzaron a caminar. Caminaron en silencio durante un tiempo. Como solia hacerlo con su padre. Paris era una ciudad para pasear cuando las palabras nos fallaban

Pasaron junto al Hotel de Ville con las banderas tricolores ondeando en sus balcones, cruzaron el pont d’Arcole en direccion a la iluminada Notre Dame, camuflada por andamios cubiertos por una tela y puesto que le estaban lavando la cara, bajaron por la ile de la Cite hasta el pont Neiuf junto al Louvre envuelto en las sombras y por su oscura oficina, y cruzaron el Sena por el pont Royal hasta la orilla izquierda.

Caminaron con brio por la elegante rue du Bac, asi como por el abarrotado Boulevard Saint Germain, en el cual las terrazas estaban llenas de clientes fumando y bebiendo, haciendo gestos y riendose, y de gente que los contemplaba. Modelos, estudiantes, turistas y grupos pegados al telefono movil.

En la rue St. Lous, a la vuelta de su apartamento, se detuvieron a tomar un sorbette en Berthillon, famoso por ser el mejor helado de Paris. Aimee escogio uno de mango y lima, y Morbier de vainilla. Finalmente se detuvieron delante de su oscuro edificio.

Lo beso en las mejillas. Morbier le apreto los brazos reteniendola. Ella trato de retirarse, incomoda

– ?No me invitas a subir?-le susurro al oido

– Tenemos una bonita amistad, Morbier, dejemoslo asi. No te olvides de nuestro plan-dijo ella. Cruzo la

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