– Eso tiene sentido

– leduc, a buen entendedor pocas palabras bastan. Olvidate de todo esto

– ?Asi que solo los chicos grandes consiguen jugar a imponer sus propias reglas? ?Es eso lo que me estas diciendo, Morbier?-pregunto Aimee

– Ya lo han hecho-dijo el-. Ten cuidado

Todavia no habian clasificado o tipificado la huella, pero, por los espirales que llenaban la pantalla del ordenador, Aimee podia deducir que era comun a un tercio de la poblacion. Una impresion perfectamente comprensible; las espirales sobre la parte mas prominente del dedo corazon eran unicas, como las de cualquiera. Pero podia empezar clasificando y descartando a dos tercios de dos millones de impresiones almacenadas basandose en lo que veia. Pulso Fomex en el terminal de Rene y escaneo en el ordenador los archivos con las huellas dactilares conocidas de los nazis del juicio de Nuremberg. Eso le daria una base para empezar. En el terminal conectado al Minitel descargo el archivo “P.F. Sicherheits-Dienst Memorandum” adornado con los gruesos emblemas de la Gestapo al que habia accedido a traves del Yad Vashem en Jerusalen.

Pero eso resulto ser un callejon sin salida. Comprobo otros memorandos del archivo. Nada. Los juicios de Nuremberg solo daban como resultado huellas de los que habian sido ejecutados por crimenes de guerra y el archivo R.F.SS era limitado.

No sabia que hacer y ahondo en documentos clasificados de la Republica de Alemania. Despues de buscar durante cuarenta minutos mas, accedio a la base de datos del Tercer Reich y la pantalla se inundo de una completa retahila del nazismo. Muchas de las entradas venian de restos carbonizados, escaneados e introducidos en la base de datos a partir de los restos que se consumian en el sotano de las Juventudes Hitlerianas de todo el pais y de la Liga de Muchachas Alemanas aparecian catalogadas junto a organizaciones de camisas marrones SA, huellas dactilares de miembros de la Gestapo, e incluso los nombres de mujeres alemanas a las que les fueron concedidas cruces de oro por tener el mayor numero de hijos.

Entro en los archivos de la Gestapo y busco por apellidos. No aparecio nada que concordara con lo que ella queria. Entonces lo intento por localizaciones, y busco en los tres principales cuarteles generales de Munich, Hannover y Berlin. Aparecio un tal Reiner Volpe, de ocho anos de edad, pero eso fue lo mas aproximado. Entonces decidio intentarlo ano por ano. Comenzo en 1933, el primer ano conocido en los archivos de una Gestapo establecida. Despues de hora y media, habia encontrado en el archivo de la Gestapo las huellas dactilares de un jefe de la Gestapo y de sus asistentes en Paris: Rausch, Oblath y Volpe. Las imprimio, sorprendida al ver la claridad de la impresion despues de todo ese tiempo.

Despues de extraer las huellas del Luminol del archivo de Frapol ?, observo a traves de la lupa las dos pantallas llenas de remolinos y espirales. Las cotejo, conto hasta diez y presiono “Solicitar comparacion”. Tras un suave pitido y una serie de pequenos chasquidos en la pantalla aparecio “Solicitud recibida”, y una senal intermitente que indicaba retraso en la solicitud. Todo lo que le quedaba por hacer era esperar si se producia o no la concordancia.

Aimee se mostro demasiado sorprendida cuando la luz intermitente desaparecio del ordenador de Rene y aparecio el mensaje “Sin concordancia en las huellas verificadas”. Habia eliminado a Rausch, Oblath y Volpe como los asesinos de Arlette. Pero habian sido responsables de tantos otros asesinatos, que eso no queria decir gran cosa. Eliminacion primitiva. Todavia no conocia la verdadera identidad de Hartmuth Griffe. Generalmente, se habian encontrado nuevas identidades similares al nombre real de la persona para favorecer el ser facilmente recordadas y evitar errores. Podia ser Rausch o cualquiera de los otros asistentes: Oblath o Volpe.

Aparecio en la pantalla una configuracion de letras revueltas, seguida por chasquidos. Levanto la vista alarmada.

– Rene, ocurre algo raro

– En el mio tambien-dijo el-. O algo esta interfiriendo en la transmision o nos ha atacado un virus

– Voy a comprobar el servidor de seguridad. ?Has confirmado con ellos nuestras nuevas claves de acceso?- dijo ella

– No he tenido tiempo todavia-gimio Rene-. ?Estamos perdidos! Se nos ha caido el sistema

Aimee puso en marcha rapidamente el sistema automatico de recuperacion de archivos, de forma que los archivos no se borraran o perdieran. El sistema automatico de recuperacion les costaba muy caro, pero garantizaba que el sistema estuviera libre de fallos

Dejo escapar un suspiro de alivio una vez que hubo comprobado el sistema

– Se han salvado las huellas

Rene parecia estar preocupado cuando bajo de su silla

– Creo que has topado con algun tipo de sistema de alerta de Fomex

– Creo que tienes razon.-Echo un vistazo a la pantalla-. Eso quiere decir que he escarbado lo suficiente como para activar las alarmas

Por primera vez admitio que quiza se movia por encima de sus posibilidades. Y mucho.

– Vete a casa-dijo Rene mientras se ponia el abrigo-. Voy a ver a un amigo que anda con este tipo de cosas. Mantente alejada del sistema y espera hasta que tengas noticias de mi

– Voy a ir a casa dando un paseo-repuso ella

– Mantente tambien alejada del telefono.-Tenia un aspecto taciturno-. Y aegurate de que no te sigue nadie

Mientras paseaba junto al Sena y tiraba piedritas al agua de una patada, comprobo que no la estaban siguiendo. Inquieta, hizo un esfuerzo por catalogar mentalmente sus recientes descubrimientos

Habia descubierto que una huella dactilar con restos de sangre encontrada en la escena del asesinato de la portera de Lili no concordaba con ninguna de las huellas de los oficiales de la Si-Po del Paris ocupado. Sin embargo, sabia que esos oficiales habian aparecido como muertos en la batalla de Stalingrado mientras seguian firmando ordenes de deportacion de judios en Paris. Habian entrado en su despacho, habian robado archivos sobre Lili y una colaboracionista, y habian pintado una esvastica en su pared junto con una amenza. Habia oido las ultimas palabras articuladas por Soli en el hospital, “Ka…za”, y casi la atropellan. Por no hablar del descubrimiento sobre los verdaderos padres de Thierry y la afirmacion de Javel sobre la judia de brillantes ojos azules. Habian salido a la superficie mas piezas del rompecabezas, fragmentos e imagenes. Todas cuadraban. Solo que ellea no sabia como.

Ahora lo que necesitaba era remover las cosas. Echar su idea a la sarten y ver lo que ocurria. Comprobar sus sospechas sobre Hartmuth Griffe. Saco el telefono movil y llamo a Thierry

– Quedamos en el patio trasero del museo Picasso-dijo ella

– ?Para que?-Su voz sonaba inexpresiva

– Tiene algo que ver con sus padre-dijo despacio-. Necesitamos…

El interrumpio nervioso

– ?Ha averiguado algo sobre mi… la judia?

– Busqueme junto a la estatua del Minotauro. Detras de los platanos.

– ?Por que?

Le explico su plan y colgo

Mientras cruzaba la place des Vosgues, iba dando patadas a las hojas secas. Realizo otra llamada de telefono a Hartmuth Griffe. Definitivamente, esto haria que todo echara a rodar. Lo que estaba por ver es si lo haria de la forma adecuada.

El antiguo hotel particulier, actualmente el museo Picasso de la rue Thorigny, aun mantenia en el patio trasero tranquilos rincones verdes de confort. En esta epoca del ano el pequeno patio se encontraba desierto de visitantes. El aire fresco del otono lanzaba las hojas, como si de bolos se trataran, sobre las figuras de bronce de Picasso reclinadas sobre el cesped. Varias de sus voluptuosas figuras femeninas de marmol Boisgeloup bordeaban los muros de caliza.

Thierry estaba de pie junto a Aimee bajo un arbol de amplia copa, con las piernas separadas y el rostro inexpresivo

– ?Es el?

Ella asintio

– Atengase al plan

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