las cisternas goteaba formando negros y grasientos charcos.
Le temblaba todo el cuerpo.
– ?Como has sabido de este lugar?
Thierry tenia en la mano el fax que habia robado de la oficina de Aimee con la fotografia de Sarah: la marca de la esvastica, el cuero cabelludo afeitado, y el de bebe en sus brazos. A Sarah se le mudo el rostro.
–
El permanecio en silencio, encendio una vela y saco una tira de cinta aislante.
– ?Que ocurre?-pregunto ella inquieta. Comenzo a levantarse, pero el la hizo volver a sentarse de un empujon en la humeda suciedad-. ?Que es lo que quieres?
– Toda tu atencion-dio el mientras le ataba los tobillos con la cinta-. Admitelo-dijo el mientras le ataba los tobillos con la cinta-. Admitelo-dijo, sentandose frente a ella con las piernas cruzadas sobre una irregular losa y comenzo a cantar
La peluca negra de Sarah se descolgaba sobre su oreja y la cicatriz se mostraba por completo a la luz de la vela. El aire humedo llenaba la caverna.
– ?Por que haces esto?
– Sabes, tendria que estar orgulloso de eso.- Thierry se levanto y le paso el dedo por la esvastica de la frente.
Sarah temblaba
– Ganaste el sello del Fuhrer, algo que muy pocos judios consiguieron-dijo Thierry-. Pero sigues siendo una
– Oui.Une Juive-dijo ella y dejo de temblar-. Pero no vivo con miedo por ello. Ya no.
– Pero debes pagar-repuso el
– ?Pagar?-Abrio unos ojos como platos-. ?No he pagado ya lo suficiente? La Gestapo se llevo a mi familia, tuve que abandonarte… ?no es eso mas que suficiente?-Ella movio la cabeza de un lado a otro
“Tan pronto como regrese a Paris, estuve frente a la casa de los Rambuteau y te vi entrar por la puerta”-Se seco los ojos con la sucia manga de su gabardina-. Justo en el lugar en el que me habia despedido de ti con un beso cuando eras bebe. ?Sabes lo que hice? Me arrodille, en un charco de la acera y di gracias al Dios que durante anos he despreciado porque estabas vivo. Vivo, andando y respirando. Un hombre adulto.-Estaba haciendo un esfuerzo por continuar-. Fui al templo, al que iba con mis padres, y rogue a dios que me perdonara por haberlo odiado. Estas sano, y tenias unos padres que te amaban.
Thierry solto un bufido.
– ?Unos padres que me amaban? Lo que Nathalie Rambuteau amaba era la botella
– Lo siento. Lo siento mucho
– No importaba que lo prometiera. Cuando volvia a casa de la escuela, estaba borracha y se desmayaba, pegada al suelo con su propio vomito.-Golpeo con el puno la pared de tierra endurecida-. Eso era cuando tenia un dia bueno. Yo pensaba que era porque yo era adoptado.
– ?Adoptado?-Sarah jugueteaba con la cinta aislante-. ?Te dijo…?
El la interrumpio mientras se encorvaba para atarle las munecas con cinta
– ?Que hiciera la cama y me lavara detras de las orejas?-dijo sonriendo-.La palabra “maternal” no describe a Nathalie
– ?Sobreviviste!-dijo ella
El la cogio del brazo y la observo como si fuera un ejemplar de laboratorio.
– No tienes rasgos semitas pronunciados-dijo achicando los ojos-.Debe ser que los invasores arios violaron a alguna antepasada en las estepas y tu llevas los genes recesivos
– Matarme no te hara menos judio.-Escarbo en la tierra con la mano cubierta de cinta aislante como si se tratara de una pezuna-. O cambiar el hecho de que yo soy tu madre
– Probada inferioridad.-Saco un punal de la Gestapo, que brillaba debilmente en la oscuridad-.Ya hemos hablado suficiente
Al cabo de diez minutos, Aimee aun no habia conseguido abrir la cerradura Zeitz de la puerta del despacho del forense. Le dolia la mano
– Esto me esta costando demasiado tiempo-dijo
Rene se agacho a su lado sobre el gastado linoleo y saco una Glock automatica
– No es una solucion muy elegante, pero nos ahorrara tiempo-dijo.
Ella dudo, pero seguia intentando hacer palanca con el seguro de la cerradura. Un minuto mas tarde, la enorme cerradura se abrio con un chasquido y con un suspiro metalico. Aimee se froto la muneca mientras Rene se acercaba de puntillas para retirar la cerradura y abrir la puerta
– Tu primero-dijo
Se instalo en un escritorio situado en un hueco en la pared y enchufo rapidamente su detector de codigos en una regleta bajo el mostrador de recepcion para conectarlo despues a su portatil
Mientras sacaba de la boca el chicle amarillo para dejar de fumar, Aimee supo que no habia malgastado su dinero. Aunque era cierto que mataria por un cigarrillo. Coloco dos bolitas en las esquinas opuestas de la jamba interior de la puerta y luego fijo el barato sensor de alarmas que Sebastian habia comprado en la tienda de modalismo. La zona del despacho del forense, pintada de verde institucional, al igual que el resto de la morgue, permanecia silenciosa a no ser por el sonido de los dedos de Rene sobre el teclado.
– Esto pone los pelos de punta-dijo Rene al abrir el disquete de Soli-. Ya se que los clientes no nos van a molestar, pero me sentiria mucho mejor con la puerta cerrada.
– Tiene que circular el aire.-Senalo con la cabeza un respiradero en la pared-. Si no, el formaldehido apesta. Ademas, si alguien se tropieza con mi sensor de alarmas, lo oiremos.
Aimee intentaba ocultar la duda en su voz. Se sento con un plaf en la silla del forense.
– ?Bingo!-dijo Rene
– ?Es esa la contrasena?
– Adivina cual es el codigo del forense-dijo Rene poniendo los ojos en blanco.
Aimee miro la foto enmarcada sobre el escritorio: un hombre maduro y panzudo, con mechones de pelo gris que sobresalian bajo la boina que sostenia una escopeta de caza debajo de un brazo y con el otro un ganso con el cuello partido
– “Cazador”-dijo Rene
– Es de los que se consideran a si mismos una leyenda-dijo Aimee moviendo la cabeza-. Despues de pasarse el dia abriendo cadaveres, ?como puede apetecerle matar a otro bicho viviente?
Trabajar en un deposito de cadaveres haria que ella quisiera celebrar la vida, no cazar y disparar. Siempre la habia llamado la atencion la obsesion de Francia por la Chasse. Pero ?no era lo que ella hacia? Por un momento, la asalto una duda. No, perseguir a un asesino y llevarlo ante la justicia no era un deporte, como lo era cobrarse una pieza inocente.
Volvio a concentrarse y tecleo “cazador”, lo cual le dio inmediato acceso al sistema. Una vez dentro, entro en EDF, Electricite de France, que daba acceso a un elevado numero de ramas municipales del Paris metropolitano. Llego hasta el distrito cuatro a traves de la red.
Una vez en el interior del sistema de servicios publicos, saco el listado de los contadores del numero 23 de la rue du Platre, la antigua direccion de Laurent. Al edificio le habian concedido puntos energeticos extras debido a un consumo moderado y a la conservacion de la energia. Nada mas. Otro callejon sin salida. Desilusionada, se conecto a Frapol 1 y solicito la huella de sangre encontrada gracias al Luminol en la rue des Rosiers.
Cuando aparecio la huella en la pantalla, tecleo “de Saux” y activo el programa de busqueda habitual.
– Rene, ?este modem de alta velocidad es como tener direccion asistida despues de haber conducido un tractor!-exclamo
– No te hagas a la idea, Aimee-dijo el-. Son muy caros y tu ya estas lo suficientemente mimada.
Diez segundo mas tarde, sobre la pantalla aparecio una unica frase: “Desconocido. No se ha encontrado ficha”.
