se encuentra dedicada a criar rebanos de animales que proporcionan carne. Dicha carne es el deleite de una pequena y acomodada minoria de s’uthlameses que pueden permitirse tal lujo y gozan consumiendo materia animal previamente cocinada. El sistema resulta extremadamente falto de eficiencia. Esos animales consumen muchas mas calorias de las que proporcionan una vez sacrificados y, al ser producto de la evolucion natural, la mayor parte de su masa corporal no resulta comestible. Por lo tanto, sugiero que eliminen dichas especies de su mundo sin perder mas tiempo.

»Las bestias de carne, como la aqui representada, se encuentran entre los triunfos mas notables de la ingenieria gen etica. Con excepcion de un pequeno nucleo, dichas criaturas son una masa indiferenciada de celulas en perpetua reproduccion y en ellas no hay ningun desperdicio de masa corporal como el representado por rasgos no esenciales. No pueden moverse, carecen de nervios y tambien de organos sensoriales. Si se decidiera utilizar una metafora para referirse a ellas, la mas adecuada seria la de canceres gigantes comestibles. La carne de dichas criaturas contiene todos los elementos esenciales para el ser humano y posee un alto indice de proteinas, vitaminas y minerales. Una bestia de carne adulta, creciendo en el sotano de una torre de apartamentos s’uthlamesa, puede proporcionar en un ano tanta carne comestible como dos de sus rebanos actuales y los pastos ahora empleados para criar dichos rebanos se encontrarian asi liberados para el cultivo agricola.

—?Ya que saben esas condenadas cosas? —grito alguien en la parte trasera de la sala.

Haviland Tuf desvio ligeramente la cabeza para mirar a quien le habia interpelado.

—Como no consumo carne animal, me es imposible responder a dicha pregunta basandome en mi experiencia personal. Sin embargo, me imagino que la bestia de carne le resultaria francamente sabrosa a cualquiera que estuviera muriendose de hambre —levanto la mano y dijo—. Continuemos —la imagen que habia tras el cambio, mostrando ahora una planicie iluminada por dos soles que no parecia tener fin. La planicie estaba repleta de plantas tan altas como el mismo Tuf. Tenian los tallos y las hojas de un negro aceitoso y la parte superior de los tallos se inclinaba bajo el peso de unas vainas blancas e hinchadas de las cuales goteaba un espeso fluido lechoso. Su aspecto era francamente repulsivo.

—Se las llama, por razones que ignoro, vainas jersi —dijo Tuf—. Hace cinco anos les entregue el omnigrano, cuya produccion calorica por metro cuadrado es muy superior a la del nanotrigo, la neohierba y todos los demas tipos de vegetales alimenticios que habian estado cultivando hasta dicho momento. He visto durante mi estancia que han plantado el omnigrano de forma extensiva y que han cosechado abundantes beneficios de el. Tambien se que han continuado plantando nanotrigo, neohierba, vainas picantes y muchos otros tipos de frutas y vegetales, sin duda en pro de la variedad y el placer culinario. Todo eso debe cesar. La variedad culinaria es un lujo que los s’uthlameses ya no pueden permitirse y, a partir de ahora, su norte debe ser la eficiencia calorica. Cada metro cuadrado de tierra agricola de S’uthlam y de esos asteroides que llaman la Despensa debe ser inmediatamente entregado a las vainas jersi.

—?Que es el jugo que gotea de las vainas? —pregunto alguien.

—?Esa cosa es una fruta o un vegetal? —inquirio uno de los reporteros.

—?Se puede hacer pan con ellas? —pregunto otro. —La vaina jersi —replico Tuf—, no es comestible. Al momento se desencadeno un estruendoso griterio. Cien personas distintas agitaban la mano, chillaban, hacian preguntas y pretendian hablar a gritos.

Haviland Tuf espero tranquilamente hasta que de nuevo se hizo el silencio.

—Cada ano —dijo—, tal y como podria explicar el Primer Consejero aqui presente, caso de que sintiera la inclinacion de hacerlo, sus tierras agricolas entregan un porcentaje cada vez menor de las necesidades caloricas requeridas por la creciente poblacion de S’uthlam. La diferencia la compensan la cada vez mayor produccion de sus factorias alimenticias, donde las sustancias petroquimicas son procesadas y convertidas en galletas, pastas y todo tipo de productos alimenticios cuidadosamente concebidos. Por desgracia, el petroleo es un recurso de renovacion imposible y esta empezando a terminarse. Dicho proceso puede ser retrasado, pero su desenlace es inexorable. Sin duda es posible importar una parte de otros mundos, pero dicho oleoducto interestelar no es ilimitado. Hace cinco anos introduje en sus oceanos una variedad de plancton llamado chal de Neptuno, colonias del cual estan ahora mismo empezando a llenar sus playas ya flotar sobre el oleaje de las plataforma continentales. Una vez muerto y en putrefaccion, el chal de Neptuno puede servir como sustituto a las sustancias petroquimicas utilizadas por dichas factorias.

»Las vainas de jersi podrian ser consideradas una analogia, no acuatica, a dicho plancton. Producen un fluido que posee ciertas semejanzas bioquimicas con el petroleo no refinado. Es lo bastante parecido a este como para que sus factorias alimenticias, despues de un cierto proceso de puesta a punto que sera facil de realizar en un planeta de su indudable capacidad tecnologica, puedan usarlo de modo eficiente y procesarlo hasta su transformacion en material alimenticio. Debo recalcar, sin embargo, que no es posible plantar una cierta cantidad de dichas vainas aqui y alla como suplemento a sus cosechas actuales. Para obtener el maximo beneficio, deben ser plantadas por doquier, sustituyendo completamente el omnigrano, la neohierba y el resto de flora en la que hasta ahora se ha confiado para la satisfaccion de sus necesidades alimenticias.

En la parte trasera de la estancia una mujer mas bien delgada se subio al asiento para que fuera posible distinguirla pese a la multitud.

—Tuf, ?quien es usted para decirnos ahora que debemos prescindir de todos los alimentos autenticos? — grito con voz iracunda.

—?yo, senora? No soy mas que un humilde ingeniero ecologico que practica su profesion y no es mia la tarea de tomar decisiones. Mi tarea, que obviamente no va a recibir ninguna gratitud, consiste en presentarles los hechos y sugerirles ciertos remedios posibles que podrian resultar eficaces aunque poco agradables. Despues seran el gobierno y el pueblo de S’uthlam quienes deban tomar la decision final en cuanto a que rumbo seguir —el publico estaba empezando a ponerse nuevamente inquieto. Tuf levanto un dedo—. Silencio, por favor. No tardare en concluir con mi discurso. La imagen de la pantalla cambio una vez mas. —Ciertas especies y tacticas ecologicas que introduje hace cinco anos, utilizadas entonces por primera vez en S’uthlam, pueden y deben seguir siendo empleadas. Las granjas de setas y hongos existentes bajo las ciudades subterraneas deberian ser mantenidas y ampliadas. Poseo algunas variedades nuevas de hongos que ensenar. Es ciertamente posible utilizar metodos mas eficientes para la cosecha maritima y, entre ellos, se incluye el uso tanto del lecho oceanico, como el de su contenido liquido. El crecimiento del chal de Neptuno puede ser estimulado y aumentado hasta que cubra cada metro cuadrado de la superficie acuatica de S’uthlam.

Las habas de nieve y las patatas de tunel, que ya poseen, siguen siendo especies optimas para las regiones polares. Sus desiertos han sido obligados a florecer en tanto que sus pantanos han sido desecados y convertidos en zonas productivas. Todo lo que resultaba posible hacer en la tierra o en el mar esta ya siendo puesto en vias de realizacion, por lo cual nos resta el aire. Por lo tanto, propongo la introduccion de todo un ecosistema viviente en las zonas mas altas de su atmosfera.

»Detras de mi pueden ver en la pantalla el ultimo eslabon de esta nueva cadena alimenticia que me propongo forjar para S’uthlam. Esta enorme criatura oscura con sus alas negras de forma triangular es un jinete del viento, natural de Claremont, llamado tambien arara, pariente lejano de especies mejor conocidas como el banshee negro de Alto Kavalaan o la manta latigo de Remador. Es un predador de la zona mas alta de la atmosfera, un cazador capaz de vuelo planeado que vive siempre en soledad, una criatura de los vientos que nace y muere en ellos sin tocar nunca la tierra o el mar. Los jinetes del viento no tardan en morir si aterrizan, ya que les resulta imposible remontar nuevamente el vuelo. En Claremont la especie es mas bien pequena y su peso leve, siendo los informes, en cuanto a su carne, acordes en calificarla de dura y parecida al cuero. Consume cualquier pajaro que tenga la desgracia de aventurarse en sus zonas de presa y tambien varias clases de microorganismos que se hallan en el aire, tales como hongos volantes y levaduras que nacen en la atmosfera. Tambien me propongo introducirlos en la atmosfera de S’uthlam. Mediante la ingenieria gen etica he producido un jinete del viento a la medida de S’uthlam, que tiene veinte metros de punta de un ala a la otra. Posee tambien la capacidad de bajar casi hasta la altura de un arbol medio y su masa corporal es aproximadamente unas seis veces la de su modelo original. Un pequeno saco de hidrogeno situado tras sus organos sensoriales le permitira mantenerse en vuelo pese a dicho peso superior. Con todos los vehiculos aereos que S’uthlam tiene a su disposicion no les resultara dificil cazarlos, encontrando en ellos una excelente fuente de proteinas.

»Para ser completamente sincero y honesto, debo anadir que esta modificacion ecologica tiene cierto precio. Los microorganismos, los hongos y las levaduras se reproduciran muy rapidamente en los cielos de

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