—Lo niego, lo niego todo. Soy un autentico profeta.

—El autentico Moises hizo llover sobre sus enemigos una terrible peste —retumbo la columna de fuego con voz tranquila al menos, tan tranquila como puede serlo una explosion. Aqui no hubo ninguna. El autentico Moises hizo que sus enemigos se cubrieran de llagas y ninguno pudo enfrentarse a el. No las hubo tampoco. Caballero, esas omisiones le traicionan. La autentica peste queda mas alla de sus poderes. El autentico Moises devasto las tierras de sus enemigos con un granizo que duro todo el dia y toda la noche. Tambien ese tipo de plaga queda mas alla de sus limitadas capacidades, senor mio. Pero sus enemigos, enganados por tanto truco, le rindieron la Ciudad de Esperanza antes de la decima plaga, antes de la muerte de los primogenitos, y creo que ahi hubo un autentico golpe de suerte. Porque, si hubiera sido necesario llegar hasta dicha plaga, me parece que se habria enfrentado a considerables problemas.

Moises golpeo la columna de fuego con su cayado. No hubo ningun efecto, ni en la columna ni en el cayado.

—Largo, vete —grito—. Seas quien seas, no eres mi Dios. Te desafio. ?Haz lo que quieras! Tu mismo lo has dicho: en la naturaleza las plagas no resultan tan faciles de manejar como dentro de una arcologia. Nos encontramos sanos y salvos en la vida sencilla de las Colinas del Honesto Trabajo, cerca de nuestro Dios, Estamos llenos de gracia y no podras hacernos dano alguno.

—Ciertamente —retumbo la columna de fuego—, ciertamente que te equivocas, Moises. ?Devuelveme a mi pueblo!

Pero Moises ya no estaba escuchandola. Atraveso nuevamente las llamas y, ahora claramente furioso, echo a correr hacia la aldea.

—?Cuando piensa empezar? —le pregunto un nervioso Jaime Kreen a Haviland Tuf una vez hubo vuelto al Arca. Tras haber llevado a los demas caritanos a la superficie del planeta se habia quedado a bordo pues, tal y como habia recalcado, Ciudad de Esperanza era inhabitable y en las aldeas y campos de trabajo de los Altruistas no habia lugar alguno para el—. ?Por que no hace nada? ?Cuando…?

—Caballero —dijo Haviland Tuf, sentado en su silla favorita y comiendo un cuenco de setas con crema y guisantes al limon. A su lado, sobre la mesa, habia una jarra de cerveza—, tenga la amabilidad de no darme ordenes, a no ser que prefiera la hospitalidad de Moises a la mia —tomo un sorbo de cerveza—. Todo lo que debia hacerse ha sido hecho. A diferencia de las suyas, mis manos no permanecieron totalmente ociosas durante nuestro viaje desde K’theddion.

—Pero eso fue antes de…

—Detalles —dijo Haviland Tuf—. Casi todo el proceso basico de clonacion ya ha sido realizado y los clones han tenido el tiempo suficiente para entretenerse. Mis tanques de cria estan llenos —miro a Kreen y pestaneo—. Permitame ocuparme de mi cena.

—Las plagas… —dijo Kreen ?Cuando empezaran?

—La primera —le contesto Haviland Tuf—, ha empezado hace ya unas cuantas horas.

Al cruzar las Colinas del Honesto Trabajo, al pasar junto a las seis aldeas y a los campos rocosos de los Sacros Altruistas, asi como junto a las grandes extensiones de campos baldios en los que se encontraban los refugiados, el lento y perezoso rio, que los Altruistas llamaban la Gracia de Dios y el resto de caritanos el rio del Sudor, seguia su pausado camino. Cuando el alba empezo a despuntar en el lejano horizonte quienes habian acudido a el para pescar, llenar sus recipientes o lavar la ropa, volvieron a las aldeas y a los campos de trabajo lanzando gritos de horror.

—Sangre —exclamaban—, el rio se ha vuelto de sangre al igual que lo hicieron antes las aguas de la Ciudad.

Se llamo a Moises y el acudio al rio con cierta desgana, arrugando la nariz ante el hedor que emanaba de los peces muertos y de los que aun agonizaban, mezclado con el omnipresente olor de la sangre.

—Es un truco de los pecadores de la Ciudad de Esperanza —dijo al contemplar el lento curso de la corriente escarlata— Dios renueva el mundo natural. Rezare y dentro de un dia, el rio volvera a estar limpio y fresco — permanecio inmovil en el fango con un charco ensangrentado lleno de peces muertos a los pies, extendio su cayado sobre las aguas enfermas y se puso a rezar. Rezo durante un dia y una noche, pero las aguas no se limpiaron.

Cuando llego el nuevo dia, Moises se retiro a su cabana, dio ciertas ordenes y Rej Laithor junto con otros cinco administradores fueron separados de sus familias e interrogados con gran intensidad. Los interrogadores no lograron averiguar nada. Patrullas armadas de Altruistas ascendieron por el curso del rio, en busca de los conspiradores que estaban arrojando sustancias contaminantes en sus aguas. No encontraron nada. Viajaron durante tres dias y tres noches hasta llegar a la gran cascada de las Tierras Altas e, incluso alli, descubrieron que el gran salto de agua se habia convertido en sangre y nada mas que sangre.

Moises rezo sin descanso dia y noche hasta que, finalmente, se derrumbo inconsciente y sus subordinados le llevaron de nuevo hasta su austera cabana. El rio siguio fluyendo escarlata.

—Esta vencido —dijo Jaime Kreen una semana despues, cuando Haviland Tuf volvio de explorar la situacion en su barcaza aerea ?Porque sigue esperando?

—Espera a que el rio se limpie por si mismo —dijo Haviland Tuf—. Una cosa es contaminar el suministro de agua en un sistema cerrado como el de su arcologia, donde basta con una limitada cantidad de sustancia contaminante para lograr los fines deseados. Pero un rio es una empresa de magnitud mucho mayor. Inyecte en sus aguas toda la cantidad de sustancia quimica que desee y mas pronto o mas tarde habra fluido por su curso y el agua volvera a quedar limpia. Sin duda, Moises cree que pronto nos quedaremos sin sustancia contaminante.

—Entonces, ?como lo ha conseguido?

—Los microorganismos, a diferencia de las sustancias quimicas, se multiplican y son capaces de renovarse a si mismos —dijo Haviland Tuf. Hasta las aguas de la Vieja Tierra estaban sujetas de vez en cuando a tales mareas rojas, como nos cuentan los viejos registros del CIE. Hay un mundo llamado Scarne donde la forma de vida que las produce es tan virulenta que incluso los oceanos estan tenidos por ella y todas las demas formas de vida deben adaptarse o morir. Los constructores del Arca visitaron Scarne y tomaron un poco de material para someterlo a clonacion posteriormente.

Esa noche la columna de fuego aparecio ante la cabana de Moises y asusto a los centinelas haciendoles huir.

—?Devuelveme a mi pueblo! —rugio.

Moises fue tambaleandose hacia la puerta y la abrio de par en par.

—Eres una ilusion obra de Satan —grito—, pero no me dejare enganar. Marchate. No beberemos mas de ese rio, creador de enganos. Hay pozos muy hondos en los cuales podemos obtener agua y siempre podemos cavar otros.

La columna de fuego se retorcio emitiendo un diluvio de chispas.

—No lo dudo —observo—, pero con ello no se hara sino retrasar lo inevitable. Si la gente de Ciudad de Esperanza no es liberada, desencadenare la plaga de las ranas.

—Me las comere —chillo Moises. Seran un manjar delicioso.

—Estas ranas vendran del rio —dijo la columna de fuego—, y seran mucho mas terribles de lo que puedes imaginar.

—No hay nada capaz de vivir en esa cloaca envenenada —dijo Moises—, ya te has cuidado de ello tu mismo —luego cerro la puerta de golpe e hizo oidos sordos a las palabras de la columna de fuego.

Los centinelas que Moises envio al rio, a la manana siguiente volvieron cubiertos de sangre y enloquecidos por el miedo.

—Ahi dentro hay cosas —dijo uno de ellos—, cosas que se agitan en los charcos de sangre. Son una especie de serpientes escarlata, largas como un dedo, pero tienen patas el doble de largas. Parecian ranas rojas pero, cuando nos acercamos mas, vimos que tenian dientes y estaban haciendo pedazos a los peces muertos. Ya no quedaba casi ninguno y los pocos que habia estaban cubiertos de esas cosas que parecen ranas. Entonces Danel intento coger una y la rana le mordio en la mano y el grito y de repente el aire estaba lleno de esas malditas criaturas, saltando de un lado a otro, como si pudieran volar, mordiendonos e intentando hacernos trizas.

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