—Uno de los suyos custodiaba a Nicholas. ?Que le ocurrio? ?Se encuentra bien?

—Encontramos su cuerpo. Sus cenizas seran enviadas a casa. Eso es importante. Cuando llega el final, nos gusta volver a casa.

El alienigena echo un vistazo hacia la parte trasera del avion.

—Ahora podemos marcharnos, miembro.

Ella lo siguio bajo una fria, fina y brumosa lluvia. Despues de echar un vistazo a su alrededor, dijo:

—Esta no es la estacion.

—?Su estacion? No.

Los edificios que la rodeaban eran cuadrados, grises y monotonos. No habia en ellos ventanas ni detalles arquitectonicos: solo paredes lisas y desnudas. Seguramente habia puertas, pero ella no las vio.

—?Por que estoy aqui?

—El Primer Defensor quiere hablar con usted.

—?Por que?

—Yo no soy una persona importante, miembro. El Primer Defensor no me dice lo que piensa.

Ella se quedo quieta unos minutos mas, mirando los edificios grises y cuadrados, y se encogio de hombros.

—Digame adonde debo ir.

—Alli —respondio, senalando.

Cuando se acercaron al edificio, ella distinguio una puerta que se encontraba al nivel de la pared y era apenas visible. El la abrio y entraron en otro pasillo. Este tenia las paredes grises de metal y el suelo alfombrado de un tono gris ligeramente mas oscuro. Caramba, a aquella gente le encantaba ese color. En el aire flotaba un olor raro. ?A que? Algun animal desconocido. Del lado interior de la puerta habia dos alienigenas armados con rifles. Uno se dirigio a su acompanante. Este respondio.

El alienigena que habia hablado en primer lugar movio levemente la cabeza. ?Un gesto de asentimiento?

—?Miembro? —le dijo su acompanante.

Bajaron por el pasillo. Alli habia un gran despliegue de actividad. Los alienigenas pasaban junto a ellos y se movian con rapidez y con la gracia atletica que parecia caracteristica de la especie. ?Acaso entre los hwarhatb no habia torpes? Nadie la miro directamente, pero tuvo la sensacion de ser observada, de que la miraban de reojo. Aproximadamente la mitad de los alienigenas iban armados, la mayoria con rifles, aunque tambien vio algo parecido a revolveres, guardados en pistoleras.

Llegaron a otro puesto de guardia. Su acompanante hablo con otro individuo armado con un rifle. Este era grande y corpulento, de pelaje gris palido con un claro matiz azul. Cuando el individuo levanto la mirada, Anna vio que sus ojos eran del mismo color que su pelaje. Finalmente asintio. Ella y el alienigena avanzaron.

?El guardia era anormal, o acaso habia hwar de diferentes colores? La mayor parte de los individuos junto a los que pasaron eran de distintos tonos de gris, pero su acompanante era casi negro, y habia visto a otro hombre cuyo pelaje era de dos tonos: oscuro en las puntas y plateado hacia el interior.

Un tercer puesto de guardia. Otra conversacion y otro gesto de asentimiento. Siguieron avanzando y llegaron al final del pasillo. Alli habia una puerta, y en esta un simbolo: una llama dentro de un curioso circulo espinoso.

Su guia toco la puerta y la abrio.

—Adelante, miembro. La estan esperando.

Entro. La puerta se cerro a sus espaldas. Delante de ella vio una mesa. Ante esta se encontraba sentado un alienigena, de espaldas anchas y aspecto solido; tuvo la impresion de que era mas bajo de lo normal entre su gente. Tenia el pelaje de un gris duro, casi metalico. Levanto la cabeza. Sus ojos azules la miraron directamente.

—Perez Anna. —Su voz era profunda y suave—. Me resulta dificil mirar a alguien a los ojos a menos, por supuesto, que se trate de un pariente o un amigo. Pero Nicky me dice que entre los suyos, una mirada directa revela honestidad y un espiritu honrado. Asi que lo intentare. Por favor, tome asiento —ladeo la cabeza senalando una silla vacia que habia delante del escritorio.

Anna se sento.

—Habla ingles.

—Hace casi veinte anos que conozco a Nicholas. Esta es su lengua materna, y la lengua de mis enemigos. He aprendido ingles, por supuesto. —Cogio un objeto, una delgada pieza de metal, y la hizo girar entre sus manos. ?Que era? ?Una especie de pluma?—. ?Por que envio el mensaje?

—Lo recibieron.

El guardo silencio durante un instante.

—No directamente, ni enseguida. Lo hemos descubierto esta manana, cuando estabamos interrogando a… ?cual es la palabra? ?Sus camaradas o sus compatriotas? ?Sus companeros de trabajo?

»Ya habiamos actuado, miembro. Su mensaje fue inteligente y… creo… valiente. No era necesario.

—?Entonces por que me han hecho venir, si no sabian nada del mensaje?

—Es una mujer. He pensado que tal vez estuviera en peligro. No confiaba en que los humanos la trataran con respeto.

Solto el objeto que habia estado manipulando y se arrellano en la silla.

—No quiero ser ofensivo, pero ?por que los de su especie dan poder a los idiotas? ?Y como esos productos de una inseminacion mal realizada pudieron pensar, aunque solo fuera por un momento, que iba a creerme su historia? Nicky largandose en una barca con una humana, y ademas mujer. ?Por que?

—Les dije que no colaria.

El alienigena fruncio el ceno.

—No comprendo.

—Les dije que la historia no era plausible. —Tenia razon. Por supuesto, fingimos creerla. Tuvimos que hacerlo hasta que pudimos regresar a nuestra base; y esos increibles estupidos creyeron en nuestra simulacion. Nos dejaron marchar. —Parecia furioso y hablaba como si lo estuviera. Uno o dos minutos mas tarde se relajo. Anna vio que aflojaba levemente los hombros. Una mano de pelo gris avanzo y toco el objeto de metal—. ?Por que envio el mensaje?

Ella guardo silencio durante unos minutos e intento descubrir exactamente por que habia actuado de aquella forma.

—Nicholas me gusta, y la gente del servicio de informacion militar no me cae muy bien. Me obligaron a trabajar para ellos. La verdad es que eso no me gustaba; y vi a Nick despues de que lo capturaran. Estaba asustado. Creo que nunca he visto a nadie tan asustado. Uno de los miembros del servicio de informacion dijo que Nick era un cobarde. Yo no pensaba igual. Me dije: el conoce a esta gente y sabe lo que le van a hacer, y es algo realmente desagradable.

El Primer Defensor parecio reflexionar. ?Era asi? ?Estaba interpretando correctamente su expresion?

—Tiene razon cuando dice que Nicky no es un cobarde. ?Ja! ?Esa es una palabra terrible! Pero tal vez usted no comprendio lo que veia. Iban a interrogarlo, miembro. El debia saberlo. Era evidente. Y no le gusta que lo interroguen. —Volvio a hacer una pausa y parecio reflexionar otra vez. Luego se inclino hacia delante y apoyo los brazos en la mesa. Anna tuvo la sensacion de que habia tomado alguna decision—. Hace veinte anos, cuando lo capturamos, era la primera vez que cogiamos a un enemigo que hablaba fluidamente nuestro idioma. Sabiamos que podia comprender nuestras preguntas, y que nosotros podiamos comprender sus respuestas. Era nuestra oportunidad para conseguir gran cantidad de informacion que no fuera ambigua.

»Nicky era irreemplazable. No podiamos probar con el nada que fuera experimental. Teniamos que… ?como decirlo? Teniamos que movernos sobre seguro. Tuvimos que utilizar los metodos de interrogatorio mas antiguos, seguros y mejor conocidos.

»?Recuerde cuanto tiempo ha pasado! Ahora disponemos de drogas que hacen que a su gente le resulte dificil mentir o eludir las preguntas. Ahora tenemos equipos que indican si un humano esta diciendo o no la verdad.

»En aquel entonces no los teniamos, y eran muchas las cosas que no sabiamos de la fisiologia humana. —Vacilo un instante—. Utilizabamos el dolor. Es sencillo. Es fiable. Es universal.

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