supuesto, es un Wally. He sorprendido a casi todos, incluso al general, usando el termino como sobrenombre.

Es de una isla del extremo sur del planeta nativo de los hwarhath. Alli el clima pasa de la lluvia al aguanieve y la nieve, y otra vez a la lluvia, y la gente tiene un pelaje largo y espeso. Todos parecen enormes, blandos y mimosos. Y son famosos por su extrema resistencia.

Estaba sentado en su despacho, vestido con su invariable atuendo: unos pantalones cortos. El pobre Wally siempre tiene calor. Tenia las manos cruzadas sobre su enorme vientre peludo. Me miro con sus ojos de color amarillo palido.

—Tengo entendido que debo darle las gracias por haberme salvado la vida.

—Por haberle devuelto la libertad. No creo que los humanos lo hubieran matado. Tome asiento, si le apetece. —Se rasco el pecho y bostezo, dejando a la vista sus cuatro incisivos. En la mayoria de los miembros del Pueblo, estos dientes son aproximadamente tan salientes como los caninos de los humanos; pero los incisivos de Wally son largos y puntiagudos, y bosteza muchisimo. El afirma que el calor le da sueno. Yo creo que es una forma de exhibirse.

—El Primer Defensor me dijo que debia preguntarle acerca de la operacion.

—Vino a verme hace veinte dias y me dijo que usted estaba preocupado, el pensaba que por nada. Pero que seria buena idea tener un plan eventual, del que usted no debia saber nada.

—?Por que?

—No puedo decirle cuales eran los motivos de Ettin Gwarha. En cuanto a mi, no confio en usted. Nunca lo he hecho.

—Oh, si. Ya.

—De modo que empece a traer hombres y armas de la base principal del norte: algo todos los dias, en el vuelo regular. Los humanos no lo notaron. Estaban demasiado ocupados alborotando con sus aviones indetectables en sus bases absolutamente secretas. Despues de tomar el poder, descubrimos dos aviones y dos bases, y sin duda hay mas de ambas cosas. ?Que locura inutil! Pero los mantenia ocupados.

«Pusimos todo, hombres y armas, en el sector de alta seguridad de la base.

Al que yo no tenia acceso.

—Y cuando el enemigo hizo su brillante movimiento, pudimos vengarnos.

»Fue bastante sencillo. Retirar la pista de aterrizaje. Destruir el vehiculo alli mismo. Hacer entrar a los hombres en el recinto y la estacion. Empunar las armas y disparar a unos cuantos enemigos, los extraordinariamente estupidos o valientes.

«Comunicar a la nave que estaba en orbita que habiamos desplegado misiles inteligentes. Un buen numero de ellos, demasiados para encontrarlos y desactivarlos. Si hace algo, si empieza a moverse, la destruiremos y destruiremos a todos los humanos del planeta. No hay mejor amenaza que una gran-amenaza, Nicky.

Fruncio el ceno y se rasco la enorme nariz, chata y peluda»

—Solo habia un problema. La segunda nave humana. Le dije al Primer Defensor que queria destruirla. Estaba demasiado cerca del punto de transmision. Pense que lograria escapar. El dijo que no. Queria que yo me tirara un farol. Eso era un error, Nicky. Si hubiera conseguido esa nave, podriamos habernos tomado nuestro tiempo en el planeta. Analizar todos los sistemas de datos lentamente e interrogar a los humanos.

»El Primer Defensor cree que puede reanudar las negociaciones. No queria mas violencia de la necesaria. Siempre es una estupidez ser moderado en la guerra.

—Es casi seguro que en esa nave habia mujeres. ?Igualmente la habria destruido?

—Si. Por supuesto. —Se inclino hacia adelante y apoyo sus gruesos brazos en la mesa—. Esos perversos desconocidos no son los primeros que intentan escudarse en las mujeres y los ninos. No son los primeros que infringen las reglas de la guerra. En el pasado supimos como tratar a los que asi ofenden a la Diosa.

El metodo habitual consiste en fundar una alianza. Se dejan de lado viejas disputas, al menos de momento. Los enemigos mas acerrimos se unen y todos actuan contra el linaje ofensor.

Si es posible, no se hace dano a las mujeres ni a los ninos, al menos directamente. Pero si no es posible detener el linaje criminal sin hacer dano a mujeres y ninos, bueno, entonces se les hace; y los hombres que infligen el dano toman la opcion en cuanto resulta apropiado. (Una de las cosas que realmente me gusta de los hwarhath es que se puede faltar a casi cualquier regla, siempre y cuando uno este dispuesto a suicidarse despues. Consideran que esto impide que su gente desarrolle malos habitos.)

Nadie negociara con un linaje que haya infringido las reglas de la guerra, y solo hay un posible desenlace: una solucion definitiva. La aniquilacion del linaje ofensor. Los hombres son asesinados y no se acepta a las mujeres ni a los ninos en ningun otro linaje. Se convierten en vagabundos y parias. Cuando los ninos varones maduran, son asesinados.

Si las mujeres tienen otros hijos —cosa que solia ocurrir en el pasado, aunque los hwarhath no quieren admitirlo—, estos nuevos hijos reciben el mismo tratamiento que todos los demas. No tienen lugar entre el Pueblo. Ellos tambien son criminales.

Al final, el linaje se extingue. Esto puede llevar una generacion o dos, incluso tres. Jamas hay perdon. Los hwarhath creen en las consecuencias y en la genetica. Hay ciertos rasgos que no quieren conservar.

Wally comento:

—Tenemos dos alternativas. Podemos declarar que los humanos son personas que han quebrado las reglas de la guerra, o podemos declarar que no son personas.

—?A que se refiere?

Me miro fijamente con sus ojos de color amarillo claro. Su rango es superior al mio. Baje la mirada.

—Podemos decir que los humanos son animales muy inteligentes, que pueden imitar el comportamiento de las personas pero que carecen de la cualidad esencial de la persona. No pueden distinguir entre lo bueno y lo malo. Carecen de juicio y de discernimiento.

»Creo que existe un buen argumento para esto, y si son animales entonces podemos tratar con ellos como lo hariamos con los animales. No necesitamos preocuparnos por las reglas de la guerra.

—Wally, me asustas.

Volvio a bostezar y a mostrar los dientes. Luego sonrio.

—Nosotros no somos amigos, Nicky. Nunca olvido lo que eres. Un desconocido. Un enemigo. Un traidor a su linaje. Creo que al final traicionaras a Ettin Gwarha.

—No opino lo mismo.

—Tal vez sea sin intencion, pero tu espiritu se mueve en dos direcciones, y como todos los humanos te confundes facilmente. Todo esta mezclado. No puedes distinguir lo correcto de lo incorrecto.

Un par de alegres conversaciones matinales. Me fui a practicar hanatsin y luego a revisar las provisiones que el general habia birlado a los humanos.

Del diario de Sanders Nicholas, etc.

SEGUNDA PARTE

LAS REGLAS DE LA GUERRA

I

El viaje se desarrollo segun lo planeado. Hicieron el primer transbordo siguiendo las instrucciones impartidas por el enemigo, y llegaron en medio de la nada. Una nave hwarhath fue a su encuentro y les dio una nueva serie de instrucciones. Siguieron avanzando. La nave hwarhath se quedo y se aseguro de que nadie los seguia. Esto ocurrio dos veces mas y despues de cuatro transbordos llegaron a la estacion enemiga.

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