—Si el no quiere que hable en los pasillos, no lo hare —respondio el alienigena—. Aunque opino que se equivoca. No comprende las reglas del espionaje. Todo tiene sus reglas, aunque ustedes, los humanos, no parecen comprenderlo. Eso debe de hacerles la vida muy dificil.

Se separo de ella al llegar a la alta puerta doble. Anna entro y fue hasta sus aposentos por el enorme pasillo cubierto de tapices.

Nicholas estaba en la habitacion principal, hablando con un alienigena. Levanto la vista en cuanto ella entro.

—Anna, este es el jefe de seguridad del general. Le gustaria registrarte para ver si llevas algun dispositivo de vigilancia, con tu permiso, por supuesto.

Ella asintio.

Nicholas hablo mientras el alienigena alzaba una mano. En ella sostenia algo parecido a una pistola plateada, cuyo canon se ensanchaba como los de los antiguos trabucos. La hilera de luces de su parte superior parpadeo suavemente. Recorrio con el arma el cuerpo de Anna, sin tocarla en ningun momento ni levantar la cabeza lo suficiente para que sus miradas se cruzaran. El artilugio sono un par de veces. Las luces de la parte superior parpadearon mas intensa y mas rapidamente.

Un espectaculo maravilloso, penso Anna. ?Pero que estaba ocurriendo?

—?Podrias darle tu cinturon? ?Y tus zapatos? Tienen microfonos ocultos.

Anna se quito el cinturon y los zapatos y se los tendio.

Nick y el alienigena intercambiaron algunas palabras mas. Este ultimo era de la misma estatura que el general, mas bajo incluso, con el pecho en forma de barril, y los brazos y piernas cortos, gruesos y potentes. Una cresta de pelo mas largo y oscuro muy caracteristica recorria su cabeza y le bajaba por la espalda.

Finalmente el alienigena se volvio hacia ella y hablo, manteniendo la vista baja.

—Te da las gracias por tu consideracion y cooperacion. Ahora tus aposentos estan seguros.

—Estupendo.

El alienigena se marcho llevandose los zapatos y el cinturon de Anna.

Cuando la puerta se cerro tras el, Nicholas dijo:

—?Recuerdas al guardian que tenia la ultima vez que nos vimos? ?El chico?

—El que fue asesinado.

Asintio.

—Se llamaba Gwa Hattin. El individuo que acaba de salir es su hermano mayor, Gwa Hu. Cada vez que oigo ese nombre pienso en el antiguo grito de guerra norteamericano.

Ella lo miro con desconcierto.

Wahoo —dijo el con una sonrisa—. Los Gwa han sido aliados de los Ettin durante mas de tres siglos, e intercambias material genetico con regularidad. El linaje menor del general, su linaje masculino, es Gwa. Habitualmente tiene uno o dos hombres de Gwa entre su personal.

—Me estas diciendo que el servicio de informacion militar mato a uno de los parientes de Ettin Gwarha.

—Si. El adelantado te ha quitado la bolsa, el tubo de pasta dentifrica y el ordenador. Te los devolveran lo mas pronto posible. Lo del ordenador puede tardar un poco. El mejor lugar para ocultar un arbol es un bosque.

—?Habia un microfono oculto en mi pasta dentifrica?

Nicholas sonrio.

—Parece ser que si. Si necesitas un ordenador, puedo proporcionarte uno, un modelo humano; y si te gustan los juegos, tengo uno de aventuras realmente fantastico. Es el unico que he sido capaz de soportar.

Ella asintio.

—De acuerdo.

—Ahora bien —Nicholas hizo una pausa y miro a su alrededor—, el general ha decidido que yo sea tu enlace. En realidad no queda otra alternativa. Evidentemente, no hay mujeres entre el personal, y yo soy la unica persona que puede tener alguna relacion contigo, por remota que sea. El ha dicho a los otros principales que nosotros provenimos de regiones cercanas que a menudo han intercambiado material genetico. Kansas e Illinois. Como Gwa y Ettin. Eso me da derecho a venir aqui. Si quieres, puedo cambiar la puerta para que solo puedas abrirla tu; pero habra ocasiones, como hoy, en las que sera conveniente que pueda entrar.

Anna se encogio de hombros. —Deja la puerta como esta. El asintio.

—La gente de tu equipo quiere que vuelvas a la hora de la cena. A las mujeres de Ettin les gustaria hablar contigo manana. Te conseguire el ordenador y el juego. Tendria que haber estudiado administracion hotelera en la escuela, ademas de todas esas clases de idiomas.

Se marcho. Ella se dio una ducha y luego cogio una botella de vino de la cocina.

Muy bien, penso mientras se sentaba y apoyaba los pies en una de las mesas nacaradas. ?Que preguntas iba a hacerle a Nicholas ahora que sus aposentos eran seguros? Elaboro una lista, empezando por la observacion de Eh Matsehar.

IV

En la antesala del general brillaba la luz que indicaba que estaba ocupado.

Espere alli, paseandome de un lado a otro, hasta que Vaihar salio y el general me indico que entrara.

El holograma aun mostraba la playa de arena gris verdosa. Las olas que rompian en ella eran ahora mas altas y turbulentas. El cielo era mas oscuro y no habia animales volando al viento. Amenazaba tormenta.

—Sientate —me dijo el general—. Y deja de moverte. ?Que ocurre?

—Gwa Hu se presento en los aposentos de Anna. Encontro ocho dispositivos de vigilancia.

El general mostro una amplia sonrisa.

—Solo cinco son humanos, Primer Defensor. Los otros tres fueron colocados por el Pueblo.

Lanzo un silbido.

—Son de lo mas nuevo. Ninguna persona corriente podria haberlo conseguido.

A’atseh Lugala Tsu —comento.

—Casi seguro.

Dejo caer el estilete que tenia en la mano. Este reboto y cayo de la mesa.

Me puse de pie, lo recogi y se lo entregue.

—Ese estupido jamas ha pertenecido al frente. Los Lugala tendrian que haber encontrado a otro a quien hacer avanzar. Un linaje de esa talla deberia tener algun miembro masculino competente. Pero mis tias siempre me han dicho que las mujeres de Lugala… —Se interrumpio para no decir algo descortes y me miro con expresion airada—. Ese es el efecto de la humanidad. Sabemos que los humanos estan ahi fuera. Sabemos que viven sin reglas, y que la Diosa no los destruye. Saber eso nos asusta y nos lleva a plantear preguntas. Ahora vemos los resultados.

—?Volveras a tirar el estilete? Si no, me sentare.

Senalo la silla con la cabeza.

—No estas de acuerdo.

Estire las piernas y las cruce; me tome un momento para respirar profundamente y exhalar el aire. No es bueno que los dos nos enfademos al mismo tiempo.

—Esto tiene mucho mas que ver con la ambicion masculina de los hwarhath que con la humanidad, y con la estupidez. Nunca has pensado que Lugala fuera especialmente brillante, y ahora sabemos que su jefe de seguridad es tan estupido como el. El jefe deberia haber sabido que sus dispositivos aparecerian si se llevaba a cabo un registro a fondo de la habitacion. Aunque no aparecieron en el monitor de seguridad. Gwa Hu dijo que los encontro porque su equipo estaba actuando de una forma un tanto extrana despues de descubrir y quitar los microfonos de los humanos, de modo que siguio buscando.

»Le dije, le pedi al adelantado Gwa que hablara con tus tias, Sus aposentos tambien deberian ser registrados.

El general guardo un instante de silencio. Luego anadio:

Вы читаете Circulo de espadas
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ОБРАНЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату