Tsai Ama Ul la escucho y luego volvio a hablar.

—?Crees que lo que salga de estas negociaciones sera perjudicial, tanto para los tuyos, como para el Pueblo?

—No lo se. Pienso que el conocimiento siempre es mejor que la ignorancia, y que ambos nos beneficiariamos de un intercambio de informacion. Mas alla de eso… ?quien sabe? Es posible que la humanidad necesite tener ahora mismo un enemigo externo, teniendo en cuenta que hace tan poco tiempo que estamos unidos. En ese caso, alcanzar la paz podria acabar por perjudicarnos. Tal vez ustedes son monstruosos y malvados. No lo se. Aunque Nick dice que sois buenos, y confio en el —Nick volvio a reir—. Tal vez la humanidad encierra algo que representa un serio peligro para vuestra sociedad. Tampoco lo se.

Tsai Ama Ul escucho y luego hablo.

—Siempre hemos tenido enemigos. Nuestros hombres siempre han luchado. Para ellos seria dificil renunciar a la lucha. Para nosotras seria dificil saber que hacer con ellos si nuestra historia de luchas llegara a su fin. ?Ah! ?Una idea espantosa! ?Para que sirven los hombres si no hay enemigos ni fronteras que proteger? ?Como van a pasar el tiempo? ?Como van a sentir respeto por ellos mismos? —Miro a Anna con expresion reflexiva. Anna bajo la vista—. ?Y como seria el universo si en el hubiera personas como vosotros? No como rumores ni como algo que se ve de lejos, sino como vecinos. Ya hemos empezado a cuestionarnos nuestra propia historia y nuestras propias ideas acerca de lo que es correcto o incorrecto.

»Pero no me gusta la idea de una guerra librada con desconocidos por ignorancia, sin reglas establecidas y sin limites a la violencia. Eso seria un retorno al salvajismo de los animales. Seria abandonar todo lo que hemos logrado desde que la Diosa entrego la pequena caja negra de la moralidad a la Primera Mujer y al Primer Hombre.

Hizo una pausa y volvio a hablar.

—La reunion ha terminado —anuncio Nick—. La mujer de Tsai Ama dice que empieza a sentir dolor de cabeza.

Salio con Nicholas. Una vez fuera de la sala, el le dijo:

—?Realmente has conocido a alguien que pensaba que me estaba inventando la sociedad hwarhath?

—No es que lo dijera claramente, pero pensaba que era muy interesante, «sugestivo» fue la palabra que empleo, que una persona clave del equipo humano de traductores fuera… —vacilo, intentando buscar la palabra adecuada.

—La mas adecuada es homosexual —dijo Nicholas en tono frio y un tanto ironico—. La palabra me desagrada. No me gusta el hecho de que su formacion sea irregular, y siempre he considerado que tiene un aroma ligeramente antiseptico, que apesta a ciencia y a intelecto. Preferiria una palabra que oliera a vida corriente. Pero en realidad nunca hay palabras adecuadas para un grupo que resulta desagradable.

Le parecio notar ira bajo la frialdad y la ironia de su voz.

—?A que te refieres cuando dices que su formacion es irregular?—pregunto Anna.

—Sus raices pertenecen a dos lenguas distintas: «Homo», que en griego significa «igual» y «sexual» que procede de la palabra latina para el «sexo». Alguien la acuno en el siglo XIX y no logro imaginar en que estaba pensando.

Caminaron en direccion a los aposentos de Anna. Mientras atravesaban el vestibulo de la entrada, Nick comento:

—De vez en cuando pienso que no es la palabra adecuada para Gwarha y para mi. Nosotros no pertenecemos a la misma linea evolutiva. Se podria argumentar, y lo hare, demonios, que somos miembros de sexos similares o analogos. En ese caso, la palabra correcta seria «homeosexual», de la palabra latina que significa «sexo» y de la griega que significa «similar».

»Hay algo agradable en la idea de inventar una nueva forma de actividad sexual y la palabra que designa esa actividad.

Realmente parecia encantado. La ira habia desaparecido por completo de su voz. Llegaron a la puerta y ella apoyo la palma para abrirla.

—Debo informar al general —anuncio Nicholas.

—?Como crees que ha ido la reunion?

—No lo se. Las cosas se estan complicando. Lugala Tsu ha decidido actuar. Tsai Ama Ul ha decidido que las mujeres tienen que hacer algo. La Diosa sabe quien va a tomar la proxima decision.

Nicholas se fue y ella cruzo la puerta. Esta se cerro. Anna se sento en el sofa; se sentia agotada. ?Que hora era? La ultima hora de la manana. Tenia que pasar por los aposentos de los humanos y unirse a sus colegas para almorzar. Al demonio con eso. Se dio una ducha y luego durmio una siesta. A media tarde (si es que esa palabra tenia algun significado en la estacion) salio al encuentro de Charlie y le conto lo que habia sucedido.

—Entiendo perfectamente por que a Tsai Ama Ul le dolia la cabeza. A mi tambien me empieza a doler — dijo—. Creo que ya es hora de pedir consejo a la Tierra.

Le habian explicado el procedimiento. Era casi tan complicado como el que habian utilizado para llegar a la estacion. Los hwarhath enviarian un mensaje sellado al primer punto de transbordo, luego utilizarian una de sus propias sondas para despachar el mensaje a una nave de la Tierra que esperaba; alli abririan la sonda, cogerian el mensaje y lo enviarian.

La respuesta llegaria siguiendo el camino inverso: en la sonda humana hasta el primer punto de transbordo, y luego mediante alguna clase de transmision de los alienigenas.

El sistema evitaba diversas formas de traicion demasiado complicadas para que ella las recordara; le parecio sorprendentemente tedioso. Sin duda, la confianza ahorraria tiempo y seria mucho mas eficaz.

XX

El general estuvo ocupado hasta mediado el sexto ikun. Redacte un memorandum en el que describia la reunion con Tsai Ama Ul; luego fui hasta el gimnasio mas cercano y practique el hanatsin a solas, haciendo series de movimientos lentos delante de un espejo. No me resulto facil. No me gustan los espejos ni los movimientos lentos. Pero es una buena disciplina y creo que estoy a favor de la disciplina.

[No. La soportas cuando no tienes mas remedio, y la evitas cada vez que puedes. Nunca la aceptas.]

Despues recorri la estacion hasta que llego el momento de presentar mi informe.

El general me habia dicho que fuera a los aposentos de sus tias. El estaba alli, en una habitacion deliciosamente vacia. El suelo era de piedra pulida; las paredes de yeso pintado de amarillo. Ninguna puerta quedaba a la vista aunque yo acababa de entrar por una. En cambio, a cada lado de la habitacion habia ventanas grandes y altas que daban a una costa ventosa. Por ambos lados se veia el oceano, encrespado y formando espuma a lo largo de la orilla. En los otros dos lados habia dunas cubiertas por vegetacion de color verde plateado. Un alto animal bipedo acechaba entre la vegetacion y su cabeza —al final de un cuello largo— sobresalia entre las hojas plateadas, con la evidente intencion de cazar. El animal estaba cubierto por algo de color azul brillante que podrian haber sido escamas.

Salvo por las cinco sillas de madera dispuestas en circulo, la habitacion estaba vacia. El general se sentaba en una de ellas. Sus tias ocupaban las otras tres. Llevaban tunicas de tela sencilla y oscura: vestimentas propias del lugar, las que usaban habitualmente.

Hice los ademanes propios de la presentacion. La habitacion tenia dispositivos para el sonido. Oi el lento y monotono rugir del oceano y gritos estridentes que tenian que pertenecer a animales, aunque no supe de que clase. No eran del cazador azul.

—Sientate —me dijo Ettin Aptsi.

Me acomode en la silla vacia.

—Informa —me indico Ettin Per.

Describi la reunion entre Tsai Ama Ul y Anna.

Cuando conclui, Ettin Per dijo:

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