erratico.
Era Ama Tsai Indil. Habria otra reunion con las mujeres
—No tengo inconveniente —respondio Anna.
—?Que?—pregunto Indil.
—No tengo nada que objetar.
—Te resultaria dificil poner objeciones, Perez Anna. Lugala Minti es miembro importante de un linaje muy poderoso. Y por lo que sabemos, tu no tienes una verdadera familia.
—Eh —dijo Anna—. Soy de Chicago e Illinois. Eso deberia contar.
Apago el intercomunicador antes de que Indil pudiera preguntarle por el linaje de Chicago, y fue a vestirse. No le complacia la idea de que Nick no estuviera. Le gustaba encontrar el desayuno preparado, y nunca se le habia dado muy bien preparar cafe.
Comio mantequilla de cacahuete con un panecillo y tomo agua del grifo de los alienigenas. Habia sido reciclada y salia destilada y pura.
Despues se dirigio a la sala de reuniones.
Las mujeres —todas ellas— estaban esperando: las tres hermanas con las tunicas de color oro y carmesi, Tsai Ama Ul vestida de color plateado, Lugala Minti de negro y Ama Indil de gris claro.
Volvieron a hablar de la condicion de las mujeres en la Tierra. Esta vez la conversacion avanzo mas lentamente. Ama Tsai Indil no era tan buena traductora como Nicholas.
Tuvo la misma sensacion que solia tener cuando conversaba con Vaihar. Aunque hablaban el mismo idioma (al menos ella y Ama Indil) y aunque parecian coincidir en el significado de las palabras que utilizaban, la comunicacion era fragmentada; y tuvo la sensacion de que las preguntas importantes no se planteaban. Las mujeres
Finalmente, dijo:
—Os he hablado de la Tierra lo mejor que he podido. Ahora me gustaria saber algo de vuestro planeta.
Lugala Minti respondio:
—Nuestra sociedad esta organizada como debe ser, segun las reglas que la Diosa ha dado al Pueblo.
Una respuesta adecuada, al menos se lo parecia a la mujer de Lugala. Se arrellano y cruzo las manos sobre el abdomen. La luz le caia sobre la tunica en el angulo adecuado, y Anna vio el dibujo del brocado, negro sobre negro: una red hecha de estrechas ramas que se entrecruzaban. Unas flores grandes y delicadas se abrian en las intersecciones; salvo por las espinas largas y puntiagudas, el resto de cada rama estaba desnudo.
Ettin Per arrugo el entrecejo y hablo con voz estridente.
Ama Tsai Indi! dijo:
—La mujer de Ettin nos ha recordado que la Diosa no es simple. Sabemos que hace falta algo mas que una teoria para explicar su universo. Tal vez existe mas de un camino acertado que seguir.
Lugala Minti parecio furiosa.
Tsai Ama Ul se inclino hacia delante y hablo.
—Segun la mujer de Tsai Ama, hay muchas cosas que no pueden decirse. Recuerda que somos enemigas, al menos de momento, y son los hombres quienes deciden que informacion es estrategica.
»Ella, la mujer de Tsai Ama, dice que contara una historia acerca del origen del mundo. Ni siquiera los hombres pueden poner objeciones a esto. Todo el mundo coincide en que no es literalmente cierta, y es muy antigua, lo que significa que no te dice nada acerca de nuestra situacion actual. Pero si dice algo acerca de nuestro mundo.
»En el principio no existia nada salvo la Diosa y un monstruo. En cuanto se miraron se enemistaron, y lucharon hasta que la Diosa mato al monstruo.
»Cuando el monstruo murio, la Diosa le quito los ovarios y fecundo los huevos de los ovarios, utilizando su propio semen.
?Que?
—Despues cogio el cuerpo del monstruo y creo el mundo. Las montanas altas son lo que queda de la espalda acorazada y espinosa de la criatura. Las llanuras y los valles surgen de su ancho y arrugado vientre. Los dientes del monstruo se convirtieron en los cuatro planetas principales. El sol es su cerebro, lleno de ideas violentas.
»Cuando termino de crear el mundo, la Diosa cogio los huevos del monstruo y les dio forma de criaturas vivientes. Los huevos del ovario derecho se convirtieron en animales; y los del ovario izquierdo pasaron a ser los antepasados del Pueblo. En ese momento no tenian criterio ni capacidad de discriminacion. Solo eran otra clase de animal, mas debil y mas miserable que la mayoria. Pero la Diosa sabia en que se convertirian. Los coloco tiernamente en el mundo. Enseguida empezaron a gatear y a arrastrarse por el enorme cuerpo del monstruo. La Diosa los observaba con amor.
Guardo silencio. Las mujeres se movieron un poco, se arreglaron la ropa, alisaron las arrugas.
Anna comento:
—Has dicho que la Diosa fecundo los huevos. Coa que era una mujer.
Tsai Ama Ul hablo. Ama Tsai Indil tradujo.
—Como ha dicho la mujer de Ettin, la Diosa no es simple. Tiene muchas formas y apariencias. Por lo general, cuando lucha, es un hombre.
?Que le decia ese mito con respecto al Pueblo? El mundo surgia de la violencia y la muerte. La Diosa era ambigua. El sol —la luz del mundo— era la mente feroz de un monstruo.
No era una especie agradable.
La reunion concluyo. Anna regreso a sus aposentos. Apoyo la palma de la mano en la puerta para abrirla. Nicholas estaba alli, sentado en su sofa.
—?Como ha ido? —le pregunto.
—Aguarda un instante. —Fue a la cocina y sirvio dos copas de vino: esta vez tinto, un borgona L-5 con el sabor que a ella le gustaba.
Le ofrecio una copa a Nicholas y se sento frente a el; antes de hablarle de la reunion, bebio un trago. Estaba cansada de desconfiar y sin duda el se enteraria de lo que ocurria de labios del general, que lo sabria por sus tias.
—Me siento estafada —dijo cuando termino—. Les he contado muchas cosas de la Tierra, ?y que obtengo a cambio? Un estupido mito.
—Un mito interesante, que yo no conocia. Pero Tsai Ama Ul es un pozo de informacion. —Nicholas miro la pared opuesta—. Violencia y procreacion. Me pregunto a quien estaba hablando. ?A las mujeres de Ettin o a ti? Ese relato te dice algo, tal vez mucho, sobre el Pueblo.
—?Te parece?
Nicholas asintio.
—Aunque no estoy seguro de poder explicarte como. Es una historia complicada, y en ella hay muchas cosas que son lo contrario de lo que deberian ser. La madre del Pueblo no deberia ser un monstruo violento. La Diosa no deberia ser del sexo masculino, al menos en un mito que habla de la creacion. —Guardo silencio un instante—. Los miembros del Pueblo creen fervientemente en el criterio y el discernimiento, pero tambien creen que algunas cosas no pueden comprenderse mediante el analisis. De modo que tal vez no deberia intentar analizar el relato. De todas maneras, tengo que irme. —Se levanto.
—Has venido para averiguar como habia salido la reunion.
—Por supuesto. Ya te dije que nunca puedo quedarme bastante tranquilo, y estoy realmente furioso con los Lugala. No voy a permitir que me aparten, ni que me obliguen a retroceder.
Anna termino de beberse el vino. La copa de el estaba en una de las mesas, intacta. La cogio y la llevo a la cocina; devolvio su contenido al recipiente de donde lo habia sacado.
XXII
