—?Entonces por que no me escuchaste a mi cuando te dije que te mantuvieras al margen?
—Tenia que hacer algo. «Solo hay esperanza en la accion.»
—?Que?
—Estoy citando a alguien. A un filosofo humano.
Arrugo el entrecejo.
—Eso es una completa equivocacion. ?Es una creencia comun?
—?Por que es una equivocacion? —pregunto Anna.
Lo vi cambiar de posicion y ponerse mas comodo para concentrarse en una discusion sobre su tema favorito: la moral.
—Todo tiene consecuencias, la inaccion lo mismo que la accion. Pero como norma, es mejor no hacer nada que hacer algo, y mejor hacer poco que mucho.
»Decir que la accion es motivo de esperanza significa alentar a las personas, a los necios como Nicky, a dar vueltas y hacer algo, cualquier cosa, en lugar de soportar la desesperacion.
»Esto no significa que debamos permanecer ociosos. Evidentemente, hay muchas otras cosas que deben hacerse. Pero deberiamos tener cuidado, sobre todo cuando hacemos algo nuevo. La Diosa nos ha dado la inteligencia que necesitamos para pensar en lo que estamos haciendo, y nos ha dado la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo. No podemos esperar nada mas de ella. No nos rescatara de las consecuencias de nuestra locura.
»Lo que se necesita, siempre, es paciencia, persistencia, cautela y confianza. Debemos creer que el universo sabe lo que hace, y que los demas no son totalmente estupidos.
—Pero usted no confia en Nicky, ?verdad? —apunto Anna.
Gwarha abrio la boca pero no dijo nada. En lugar de el, hablo el aire. Era Ettin Per, que nos llamaba a todos.
Entramos en la habitacion de paredes blancas: primero Anna, despues Gwarha, despues yo. Las mujeres levantaron la vista.
Per dijo:
—Nicky, traduce tu. Dile a la mujer de Perez que se siente a mi lado.
Gwarha y yo nos sentamos en la sillas que habiamos ocupado antes. Ahora el circulo estaba completo. No quedaban sitios vacios.
—Yo me encargare de las presentaciones —dijo el con su voz suave y profunda. Ya no tenia el mismo matiz cortante. Ya no estaba furioso. Cansado, tal vez, como Anna y la anciana, que parecia un poco hundida.
Pero Petali se irguio una vez concluidas las presentaciones, y dijo:
—Tenemos la solucion a tres de nuestros problemas. Queda el problema mas importante. Eres tu, Perez Anna.
Traduje.
—Dijisteis que nadie me haria dano —senalo Anna—. Y quiero saber que sera de Nicholas. ?Que va a ocurrirle?
—?Comprendes lo grave que es esto? —pregunto Petali—. El te ha dado informacion que ni nosotras ni nuestros hombres queremos que llegue a oidos de los humanos. Si fuera un miembro de su propio Pueblo, Ettin Gwarha le habria pedido que se suicidara. El mismo se habria ofrecido a hacerlo sin que se lo pidieran.
La anciana hizo una pausa y yo traduje. Anna parecia preocupada.
—Si esta historia se divulga, el morira. Eso esta fuera de toda discusion —afirmo Petali—. Si logramos que la situacion no trascienda del circulo familiar, entonces creo que podremos salvar a Nicky.
Anna pregunto:
—?Es verdad?
—Mas o menos —respondi—. Aunque debes recordar que Ettin Petali esta intentando llegar a un acuerdo. Todavia no se a que clase de acuerdo.
—Ten cuidado —dijo el general en la lengua de Ettin.
—?Que quereis? —pregunto Anna a la anciana.
—Queremos que guardes silencio. Que no cuentes nada de esto a los otros humanos.
—No puedo prometerlo —contesto Anna—. Si los del servicio de informacion militar me cogen, les dire todo cuanto se.
—Es una pena que no sea un hombre —dijo la anciana despues de oir su respuesta—. Podria producirse un accidente.
—Pero no con una mujer, Madre —puntualizo Ettin Sai.
—Aun no he perdido la cabeza. Se cual es la conducta correcta.
—Tendremos que asegurarnos de que por ahora te quedas aqui —comento Ettin Per—. Si colaboras, creo que podremos arreglarlo. Insistiremos en que tenemos que negociar contigo.
—?Durante cuanto tiempo? —pregunto Anna.
—No lo sabemos —repuso Ettin Per—. Pero recuerda que la situacion es peligrosa. Si no colaboras, Nicky morira, casi con certeza. Ettin Gwarha sera obligado a retirarse. La humanidad tendra que tratar con el hijo de Lugala y su repulsiva madre. Si ellos se encargan de las negociaciones, habra guerra. Nicky te ha dicho que la humanidad no ganara.
Traduje.
—?Nick? —dijo Anna.
—?Como quieres que te responda? Estoy en medio de todo esto y me resulta dificil ser objetivo.
Ella espero.
—Las cosas podrian no ser tan terribles como sugieren mis tias —dijo el general—, pero no creo que salgan bien si quedo deshonrado, y eso sera lo que ocurrira si esta historia sale a la luz.
Gwarha siempre tenia una idea clara de su importancia.
—Estamos pidiendo un ano o dos —senalo Ettin Sai en ingles—. Eso pensamos.
—Y me estais pidiendo que me ponga de vuestra parte contra los de mi propia especie —puntualizo Anna.
—Si —reconocio Ettin Sai.
—Seguramente Nicky tiene razon —comento el general—. Si hay una guerra, nos veremos obligados a decidir que no sois personas. No nos queda otra alternativa. Si sois personas, no podemos quebrar las reglas. Pero si vosotros las quebrais, cosa que evidentemente hareis, entonces seremos destruidos. No solo los del perimetro; eso podriamos soportarlo. Tambien los del centro.
»Para sobrevivir, para salvar nuestros hogares, tendremos que combatiros como combatiriamos a un… — concluyo la frase con una sola palabra pronunciada en su idioma.
Traduje:
—Bicho insignificante. Un insecto destructivo.
—Miembro, le aseguro que los destruiremos —anuncio el general—. Si es necesario.
—?Que alternativa nos queda? —pregunto Anna.
Las mujeres cambiaron de posicion. Como Gwarha cuando se preparaba para hablar de moral, se pusieron comodas. Aquello era el principio de un acuerdo.
—Debe resolverse el tema de que son los humanos —aseguro Ettin Per—. Y no es un asunto de hombres. Ellos nunca han decidido quien es persona y quien no. Esa tarea siempre ha correspondido a las mujeres. Somos nosotras las que examinamos a los recien nacidos y decidimos si se convertiran o no en verdaderas personas. Somos nosotras quienes examinamos a los que enferman y decidimos si sigue existiendo un verdadero espiritu. »Hemos aprendido a mirar mas alla de las apariencias. Esa es nuestra habilidad, no la habilidad de los hombres. Ellos no pueden decidir estas cuestiones.
Ettin Petali apunto:
—Llevaremos el problema al Tejido, lejos del hijo de Lugala. ?Deja que la mujer de Lugala nos siga! Cuando estemos en nuestro hogar podremos tratar con ella.
—Y nos llevaremos a Nicky —dijo Ettin Sai en ingles.
—?Que? —pregunte.
—?Por que? —quiso saber el general.
