esto Nicky tiene razon, Gwarha, y tu estas equivocado. He observado a los Lugala durante ochenta anos. Todos se parecen: avaros y de miras estrechas, pero con una inteligencia peligrosa, y una gran persistencia. Nunca ceden. Nunca aprenden nada importante. Cuando han decidido lo que quieren, no hay argumento que los haga cambiar.
Hizo una pausa y suspiro.
—Existe un cuarto problema que se me acaba de ocurrir. Los humanos como especie. ?Te has preguntado, Gwarha, como podemos enfrentarnos a criaturas como estas? Ese es un asunto a considerar. Se lo hemos dejado a los hombres, y ha sido un error.
La Abuela hizo una breve pausa y anadio:
—Marchaos.
—?Que? —pregunto el general.
—Sal y habla con Perez Anna. Dile algo tranquilizador y llevate contigo a Sanders Nicholas. Quiero hablar con mis hijas, y no quiero distraerme con las voces de los hombres. Marchate.
Ettin Gwarha se puso de pie y lo imite.
—No abandoneis los aposentos de las mujeres —ordeno Ettin Per—. Ninguno de vosotros.
Regresamos a la antesala, donde Anna esperaba, todavia acurrucada en la silla ancha y baja. Vaihar se habia sentado frente a ella. Levanto la vista y miro al general, luego a mi y finalmente al suelo. Anna dijo:
—?Y bien?
—Nos han hecho salir —repuso el general—. Las mujeres de Ettin estan conferenciando.
Se sento. Yo me apoye contra la pared.
—Vaihar, ?podrias salir un momento? Necesito hablar con el Primer Defensor. Espera en el pasillo.
Vaihar salio. El general levanto la cabeza.
—No tengo ganas de conversar —dijo en la lengua de Eh y Ahara.
—Me lo imagino —comente en ingles, y luego le dije a Anna que iba a hablar una de las lenguas
Ella asintio.
Segui hablando en la lengua de Ettin.
—Tengo que pedirte un favor.
—?Ahora? ?Despues de comportarte como lo has hecho?
Espere.
—No te prometo nada, Nicholas. Dime que quieres.
—Mi diario. Si me ocurre algo, cogelo y destruye las partes codificadas para que nadie pueda verlas. Hazlo sin leerlas. —Me dedico una larga y reflexiva mirada—. ?O es que ya las has leido, Primer Defensor?
—No. No he interferido ninguno de s programas, ni he abierto ninguno de tus archivos. ?Deberia haberlo hecho?
—En ellos no hay nada que suponga una… —me negue a pronunciar la palabra que empezaba por «t», y que realmente no me gusta— deslealtad hacia ti ni hacia tu Pueblo. Pero hay secretos. Si solo fueran secretos mios, podria vivir sabiendo que tu los has leido.
Algo altero su expresion. Estaba pensando en algo que no resultaba demasiado agradable.
—O morir sabiendolo —anadi.
No respondio.
—Los archivos que he codificado contienen secretos de otras personas. Se que los miembros de tu especie no necesitan mucha intimidad. Pero tu si necesitas algo, y esta gente confio en mi.
—Destruire los archivos sin leerlos, si resulta necesario hacerlo. Pero no creo que lo sea. ?Que me dices del resto del diario?
—Haz lo que quieras, pero siempre quise publicarlo.
El general lanzo un silbido.
—Memorias. Como mi abuela.
—Tu tendrias que ser el editor —dije.
Lanzo otro silbido.
—No te prometo nada.
—De acuerdo. —Mire a Anna—. Danos otro par de minutos, ?quieres?
—Si. —Parecia cansada y deprimida. Me pregunte como estaria Vaihar en el pasillo.
—Hay otra cosa —dije en la lengua de Ettin—. Otro favor.
Su expresion era la de un hombre que se encuentra al limite, pero no me pidio que guardara silencio.
—Si sucede lo peor, no conserves mis cenizas con la esperanza de poder devolverselas a mi familia. No quiero ser enterrado en la Tierra.
—?Por que no?
—Si los humanos dicen la verdad, mis padres viven ahora en Dakota del Norte. No quiero acabar en el cementerio de una pradera. Diosa, me senti feliz al irme de alli.
Reflexiono. Por supuesto, le resultaba incomprensible. Todos los hombres —todas las personas— deben querer regresar a su tierra natal, ser enterradas entre los suyos.
—?Donde quieres ser enterrado?
Me encogi de hombros.
—En Ettin, si estas dispuesto. De lo contrario, en el espacio.
—Esta conversacion no es necesaria. No vas a morir. —Hizo una pausa—. No en un futuro cercano. Pero dada la diferencia de la esperanza de vida entre nuestras especies, es casi seguro que tu mueras antes que yo. Cuando llegue el momento, y si aun es tu deseo, llevare tus cenizas a Ettin. —Levanto la vista y me miro a los ojos—. No estes tan asustado, Nick, y no digas cosas que me asustan a mi.
—De acuerdo —dije. Volvi a mirar a Anna—. Estamos esperando que las tias del Primer Defensor y su soprendente abuela decidan que hacer.
—?Su abuela? ?Ha traido a su abuela a las negociaciones?
—Empezaba a decaer —comento el general—. Pensamos que ya no era aconsejable que viviera sola. Asi que Per, mi tia Per, le ofrecio su casa. —Paso a la lengua de Ettin y me dijo—: Echaron los dados, y Per saco la combinacion menos propicia. Sin duda, fue obra de la Diosa. A Aptsi le resultaba imposible ocuparse de mi abuela, y habria sido una pena arruinar la buena disposicion de Sai.
—?No puede decirlo en ingles? —pregunto Anna.
—No —repuso Ettin Gwarha—. Lo siento, miembro Perez. Estoy actuando con descortesia. Ella no esta acostumbrada a vivir con otras personas, y mis tias pensaron que no seria buena idea dejarla en casa de Per, acompanada solo por los miembros jovenes de la familia.
—Se la habrian comido en el desayuno —comente.
—Por eso la trajo aqui.
—Donde probablemente ella nos comera a nosotros en el desayuno.
Me miro con furia.
—No confundas a la miembro Perez Anna, ni calumnies a la gente que te ha dado cobijo durante mas de veinte anos. No somos… ?cual es la palabra que designa a los que se comen entre si?
—Capitalistas —contesto Anna.
—?Es asi? —me pregunto Ettin Gwarha.
—En este contexto, la palabra correcta es canibal.
—Ah.
Despues esperamos en silencio. Me mire los pies. Uno de mis calcetines se estaba agujereando en el sitio de costumbre, en el dedo gordo. Resulta curioso las cosas que uno ve y en que momento. Como el tapiz del vestibulo. Podia cerrar los ojos y verlo: el tractor enorme y cuadrado, de color rojo burdeos; la mujer alta, vestida de azul y verde. Sostenia una llave inglesa, no» muy distinta de una llave inglesa humana, totalmente corriente. Yo habia usado una igual cuando era nino.
Finalmente Ettin Gwarha hablo en ingles.
—?Por que la gente te ha contado secretos?
Abri los ojos.
—Porque yo escucho. No siempre, pero si con frecuencia.
